Es la historia de un amor Asexual, un tributo al romance, Helen y Davis tendrán una relación fuera de lo común, dónde el sexo no se hace necesario para expresar los sentimientos ni el deseo mutuo.
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CAPÍTULO VII: LA ACEPTACIÓN.
Paso una semana después de lo sucedido en el baño de su habitación, su silueta había quedado grabada en mi memoria, su cuerpo me parecía una obra de arte, no era la primera vez que compartía un encuentro tan íntimo con una chica, pero bañarnos juntos dejo una huella en mí, anhelaba tenerla en mis brazos, tocarla sentir su calor corporal, y todo lo que consecuencia de su parte era indiferencia y rechazo.
No sabía qué hacer para romper el silencio entre nosotros, esa manera de quererla me estaba rompiendo por dentro, quería que alguien me ayudara, le conté a Mackeni lo que me pasaba con Helen, era una de las pocas personas en las que podía confiar para contarle mi oscuro secreto.
—La cosa es simple, estás enamorado de tu hermana, tienes que confesarle lo que sientes—Dice Mackeni
—Siempre me esquivas.
—Por lo que me dijiste, a ella también le gustas, pero un sentido moral le impide dejar libre sus emociones—Argumenta Mackeni
—Y si después de decir le no me vuelve a hablar.
—Claro que no, ella te quiere, sé valiente y expresa todo lo que siente tu corazón—Aconsejó Mackeni
Pase dos días pensando en cómo decirle que la amaba con todo mi corazón, sentí mucho miedo, y si luego no me perdonaba, pero recordaba el consejo de mi amigo.
Me llene de valor y decida hablarle, no había vuelta atrás, le pedí que saliéramos a caminar, al principio se negó, aunque insistí con ahínco, salimos fuera de la casa, nos sentamos en una plaza, le compre su helado favorito, saque de mi bolsillo un presente, una cadena con las iniciales de nuestros nombres, lo cual acepta con agrado y luego comencé a hablar con nerviosismo y le hable: no sé cómo decirte lo que quiero decir, lo ensayé, lo pensé mucho, pero aun así las palabras no me salen, perdona
—No tienes que decirme nada, te conozco bien, hemos compartido gran parte de nuestras vidas, en este punto puedo saber casi lo que piensas— Contesta Helen
— Entonces ¿por qué me ignoras y me evitas?
—Porque antes los ojos de todos somos hermanos y legalmente también— Aclara Helen
—Pero mi amor por ti es más fuerte que todo, te amo con toda mi alma
—No me digas eso—Helen comenzó a llorar
—Si es la verdad, ya no me voy a engañar a mí mismo, te amo con todo mi ser, no llores por favor, cada lágrima tuya es como una espina en mi piel.
Con voz dudosa Helen:
— ¿Qué vamos a hacer ahora?
—No contengas nuestros sentimientos más, será nuestro secreto te lo prometo mi vida.
—No lo sé
—Por favor, solo confía en mí.
—Déjame pensarlo—Expreso Helen
Se levantó y se fue sola para la casa, supe que después de esa Conversación lloro amargamente en su habitación.
Pasaron los días y aún sin una respuesta de su parte, para no incomodar no le volvió a hablar del tema.
Llegaron las vacaciones de verano y papá planeó un viaje para la playa, la pasamos muy bien en familia, todo fue perfecto.
Al llegar al hotel después de un día de sol y arena, me sentí con mucha energía, intenté dormir y el sueño se ausentó por completo, fui a ver si Helen estaría despierta como a eso de las 10 noches, le pregunto: no estás durmiendo, puedo pasar.
—No tengo sueño, claro.
—Yo igual.
—Que bien la pasamos hoy—Comento Helen
—Si es verdad, lo mejor es que pasamos tiempo juntos.
—Si como hermanos.
—Tú siempre serás mi hermana.
—Te puedo hacer una pregunta—Pronuncio Helen
—Si claro, pregunta lo que quieras
—Cuando estuvimos en el baño los dos en ropa interior, ¿tuviste un mal pensamiento? —Pregunto Helen
—No te entiendo, como un mal pensamiento.
—Como verme totalmente desnuda, tocar mis partes o introducir tu pene en mi vagina—Expuso Helen
—Primero, no tienes edad para esas cosas y segundo no podría hacerlo contigo.
—Pero tú has estado con chicas de 16 y yo tengo 15 años— Exclamo Helen
— ¿Y tú como sabes eso?
—Escuche algunos comentarios.
—No sé cómo explicarte, es diferente con otras chicas, solo es coger, pero contigo, es algo más emocional, tú me haces sentir cosas que ninguna otra mujer lo puede hacer—Confesé
Se quedó atónita de lo que escuchaba, se acercó a mí, puso sus brazos sobre mis hombros y me beso, le dimos rienda suelta al amor, introduje mi lengua en su boca y quedo extasiada, no podíamos parar, sus labios eran como un imán para mí.
Volví a decirle "te amo'" sonriendo y nos dimos un largo abraso, el tiempo se hizo corto y ya eran las 3 de la madrugada, me despidió para poder dormir.
En la mañana nuestras miradas se cruzaban con cierta picardía, nos escapamos de la vista de nuestros padres, para quedarnos a solas y ya no hubo más resistencia de su parte, mi volvió el amo y señor de su boca y de sus labios.
Al tercer día, Helen fingió estar enferma, y la visitaba con frecuencia, allí aprovechaba cada instante para besarla, mi amor se hizo más grande, lo que siempre quise se había vuelto realidad.
Terminaron las vacaciones, volvimos como dos tortolos, éramos como novios en secreto y Helen dejo de cuestionar nuestro comportamiento como impropio.
Casi siempre hay algún obstáculo en el amor, nos preocupaba que tuviéramos que separarnos por la universidad, le dije que no se preocupara por eso, yo siempre buscaría la forma de estar cerca de ella.
Su cuerpo maduraba a medida que se acercaban a sus 16, sus pechos eran más notorios, su trasero más pronunciado y sus caderas más definidas, su cambio corporal no escapaba de mi vista, estando solos, coloque mis manos sobre sus nalgas y las apreté, pareció gustarle, pero tuve una reacción inesperada, mis hormonas se activaron, y mi miembro masculino pidió a gritos salir de su escondite, la coloque de espalda y lentamente le quite el pantalón, en eso alguien toque. El timbre de la puerta y mi erección cayó en caída libre.
El remordimiento luego me atormentaba, por una parte, la idea de penetrar anal o vaginal a Helen era retorcida, pero su cuerpo provocaba sensaciones incontrolables en mí, por lo que me abstuve de tocar sus partes, en cambio me comía su boca y mordía su cuello, acariciaba sus piernas y besaba su estómago.