Una Esposa Para El Príncipe Maldito

Jahir habia decidido quedarse unos dias más en el ducado. le diria al duque que era por cortesia, por respeto a la hospitalidad… pero en el fondo, era solo para asegurarse de que Nora no estuviera fingiendo..

[sé que estara afectada porque el compromiso no se realice]

queria verla equivocarse, quebrarse, revelar alguna ambición oculta. algo..

cuando fue a buscarla para comunicar su decisión, la encontró en el jardin trasero junto al mago. el anciano no estaba solo; a su lado habia un joven de rostro amable, de unos veinte años, con las manos cubiertas de polvo y una energia ligera que movia las hojas a su alrededor.

Mago: Lady Nora justo hablábamos de entrenamiento. queria presentarle a Luke, un muchacho del pueblo con afinidad por la magia de viento. la ayudará con la práctica de control y resistencia.

Nora sonrió, esa sonrisa tranquila que parecia no esforzarse en complacer a nadie.

Nora: gracias, maestro. será un placer aprender contigo, Luke.

el joven se sonrojó un poco y bajó la mirada.

Luke: será un honor, mi lady.

Jahir apretó la mandibula.

[¿un plebeyo enseñándole magia? ¿en su presencia?]

Principe: no sabia que necesitabas ayuda..

ella lo miró un momento, sin alterar su tono.

Nora: no “necesito” ayuda, alteza. pero si puedo aprender más rápido, no veo razón para rechazarla.

Principe: ya veo..

Mago: he pensado que el joven podria quedarse unos dias aqui, mientras entrenan. será más cómodo para ambos.

ella asintió enseguida.

Nora: por supuesto. que se quede. hay habitaciones libres en el ala este.

Jahir no dijo nada. solo los observó, inmovil, con la mirada helada y una furia silenciosa en el pecho.

Nora volvió a su entrenamiento, levantando una corriente de aire suave que movia las flores sin romperlas. Luke reia sorprendido, dándole indicaciones.

Jahir dio media vuelta y se alejó sin despedirse. no entendia por que le irritaba tanto verla sonreirle a otro.. solo sabia que, por primera vez, Nora Aldridge lo estaba desconcertando.

esa misma tarde, el mago dispuso una mesa de madera en medio del jardin y colocó dos simples manzanas rojas sobre ella.

Mago: el ejercicio de hoy es sencillo en teoria, pero dificil en práctica.. deberán mantener la manzana en el aire sin que se mueva ni caiga. Luke, ya sabes tu problema.. dosificas mal el maná. y tu, lady Nora… tu cuerpo aun no tiene la resistencia suficiente para sostener un flujo estable..

Nora asintió sin quejarse, arremangándose las mangas de su ropa de entrenamiento. Luke, un poco más nervioso, juntó las manos y miró la manzana con concentración.

Mago: vamos, empiecen..

una ligera vibración recorrió el aire. la manzana se alzó apenas unos centimetros, tambaleándose. el sudor comenzó a aparecer en la frente del joven. Nora cerró los ojos, concentrada, y la manzana se estabilizó un poco más.

en ese momento, el principe Jahir apareció.

vestido con ropa informal y una copa de vino en la mano, se sentó en un banco bajo el árbol más cercano. no dijo nada.. solo los observó con ese aire distante y autoritario que hacia temblar a los sirvientes.

Luke tragó saliva. el brillo de su magia vaciló, y la manzana cayó al suelo.

Luke: lo siento, lo siento…

[esa es la reacción que tienen que tener al verme.. miedo..]

Nora, en cambio, ni siquiera levantó la vista hacia el principe. aprovecho de colocar la manzana sobre la mesa con un gesto de su mano y la hizo flotar de nuevo. el aire a su alrededor se movia levemente, casi imperceptible, como si el viento mismo obedeciera su voluntad..

el mago sonrió satisfecho.

Mago: en hecho, lady Nora. esa calma es la base del control.

Jahir bebió otro sorbo de vino, sin dejar de observarla.

ella no lo miró ni una sola vez.

cada segundo de esa indiferencia era como una espina en su orgullo.

Nora ya estaba agotada. Sentia los brazos pesados, el pulso acelerado y la mente ardiendo por el esfuerzo de mantener el flujo mágico estable. La manzana temblaba en el aire, desafiando su control.

Nora: Maestro… ¿sirve distraer a tu oponente?

El mago levantó una ceja, divertido.

Mago: Mientras no lo lastimes, no veo problema .

Nora giró la cabeza hacia Luke, que estaba concentrado con todas sus fuerzas, la frente perlada de sudor.

Nora: Dime, Luke.. ¿tienes novia?

El joven se sobresaltó un poco, sin dejar de mirar la manzana.

Luke: ¿Eh? N-no, lady Nora.

Nora: Vaya.. Que raro. Eres bastante guapo para estar soltero.

El joven casi pierde el control. La manzana empezó a girar en el aire, elevándose más de la cuenta hasta chocar con una rama del árbol y salir volando a varios metros de distancia.

Nora: ¡Ah! ¡Gane!

Y levantó sus manos triunfante.. feliz

El mago soltó una carcajada contenida mientras Luke se rascaba la cabeza, completamente rojo.

Mago: Tecnicamente, ella venció

Desde su asiento, el principe Jahir apretó los labios, conteniendo una risa que se transformó en una mueca de enojo. Esa escena le resultó insoportablemente irritante.. la risa de Nora, el rubor del muchacho, la ligereza con la que ella se desenvolvia…

Y cuando el duque Aldridge apareció en el jardin, el rostro se le transformó por completo.

Duque: ¡Nora Aldridge! ¿Se puede saber que está pasando aqui?

El mago intentó intervenir, pero Nora habló primero, aun sonriente

Nora: Entrenábamos, padre. Gane.

El duque la miró incredulo, luego vio al principe sentado al fondo y su expresión se volvió pálida.

Duque: ¿Ganar? ¿Coqueteando con un aprendiz frente a Su Alteza?

El silencio fue absoluto. Luke parecia desear desaparecer, el mago se pasó una mano por la frente resignado, y el principe… solo observaba, con una mezcla de furia y fascinación que ni el mismo entendia.

Nora respiró hondo, aun serena.

Nora: Fue solo una estrategia, padre. En la guerra, hasta la distracción puede ser un arma.

El mago no pudo evitar asentir, aunque el duque parecia a punto de estallar.

el silencio se volvió más pesado que el aire mismo. el duque miró a su hija con el ceño fruncido, luego al principe, que seguia sin pronunciar palabra.

Nora, cruzando los brazos con calma, hablo con tranquilidad..

Nora: no fue nada, padre. solo un entrenamiento… y además, ya no tiene importancia. su alteza ya no será mi prometido.

la frase cayó como una bomba.

el duque parpadeó, incredulo.

Duque: ¿que dijiste?

Nora: que su alteza me liberó del compromiso.. asi que no tiene por que enojarse por algo tan trivial.

el rostro del duque se tensó. giró hacia el principe, que levantó una ceja, sorprendido.

Principe: ¿es eso cierto, su alteza?

Jahir apoyó la copa de vino sobre la mesa con calma y respondió con frialdad:

Principe: no tengo idea de que está hablando lady Nora.

la joven abrió los ojos con incredulidad.

Nora: ¿cómo que no? usted mismo me dijo, despues del desayuno, que no nos comprometeriamos.

Principe: no recuerdo haber firmado ni dicho nada oficial..

Nora lo miró con furia contenida.

Principe: ¡usted dijo que no queria casarse conmigo! y yo lo acepte con educación, no entiendo por que lo niega ahora..

el duque se llevó una mano a la sien.

Duque: basta.. Nora, ve a tu habitación ahora mismo.

Nora: ¡pero padre!

Duque: ahora!

ella respiró hondo, alzando la barbilla con orgullo.

Nora: como desee..

haciendo una reverencia impecable antes de marcharse con pasos firmes, sin mirar a ninguno de los dos hombres.

cuando la puerta se cerró tras ella, el duque suspiró pesadamente.

Duque: disculpe a mi hija, su alteza. a veces olvida su lugar.

Jahir, sin embargo, seguia mirando la puerta por donde ella habia salido.

no entendia por que sentia que habia perdido una batalla que ni siquiera habia querido pelear