Tiempo De Venganza

Capitulo XIV: Volviendo con la familia Lisveria

A los dos días de haber rescatado a las chicas mi puerta es tocada al abrir allí estaba mi amada familia

Duque Lisveria: ¿Con que es aquí donde te escondes? — Yo veo seria a ese hombre, mientras sonrió ampliamente por volverlos a ver. Mi venganza cada vez estaba llegando a su fin y me sentía increíble — Atrapen a la pequeña mocosa — Dice ese maldit* hombre el cual por mucho tiempo llame padre dos tipos me sujetan de los brazos y empiezan a sacar a la fuerza de la casa para luego subirme con la misma fuerza dentro del carruaje

Duquesa: Oh qué mal huele este lugar. Debemos irnos rápido — Dice ella abanicandose fuertemente el rostro, yo solo me quedo allí acostada en el estrecho suelo de ese carruaje atada de manos y con una mordaza en mi boca. Debo admitir que esos hombres se mueven rápido a la hora de atrapar y domar a alguien

Deben haber entrenado mucho para tener ese don. El carruaje se movía bruscamente y con cada piedra yo brincaba y me golpeaba la cabeza, pero en ningún momento soltó ningún quejido de dolor

Acabar con mis enemigos rápido solo sería muy aburrido, yo deseo una muerte dolorosa, que sufran y sepan que todo este tiempo se metieron con la persona equivocada. En cuanto llegamos esos hombres me toman nuevamente de los brazos y empiezan a llevarme dentro en mi camino cruce mirada con unos ojos desconocidos, él al verme se sorprendió tanto como yo al verlo

Era soldado que me adiestró cuando estaba en la mansión del duque, claro en ese tiempo me hacía pasar por un niño, pero su rostro y mirada me dió a ent de que me reconoció de inmediato

— Camina — Dice uno de los hombres empujándome haciendo que cayera y mis rodillas quedaran magulladas (Maldición) pensé al sentir el dolor mi tía se molestará mucho si llego a regresar con alguna cicatriz y no se diga mi abuelo ese podrá el grito sobre el cielo. Lo que me costó convencerlos para que me dejen visitar el pueblo un tiempo y si regreso así, se molestarán tanto que no me dejaran venir para la fiesta de invierno de Benjamin no, no puedo dejar que eso suceda; como puedo quito lo que cubre mi boca

Lis: Duque me lastime las rodillas

Duquesa: ¿Y tú crees que eso nos importa? — Dice ella con total desprecio y mirándome por encima del hombro

Lis: Estoy segura que me trajeron aqui para ser vendida. Mi precio bajara si encuentran que tengo el cuerpo con heridas — Y eso lo sé muy bien porque recuerdo que en mi vida pasada dos semanas después de haber sido traída aqui, ellos evaluaron mi cuerpo con sumo cuidado buscando alguna herida o cicatrices. Al conde no le gustan las cosas dañadas solo le gustó que no tuviera lengua porque le molestan las que ponen resistencia y gritan cuando son violad@s

Aún no entiendo como se puede molestar por algo que todo el mundo haría. ¿Quien desea ser abusado por un viejo asqueroso como él?. Agradezco al ver salvada a esas chicas mi corazón se siente menos pesados al saber que ellas están bien y bueno que debido a eso mi compra y venta debe ser antes de lo esperado

— Ella tiene razón — Yo miro a mi querida media hermana, siempre haciéndose la buena delante de estas personas, pero en cuanto ellos se dan la vuelta muestro su verdadera cara — Debes de curar su herida, me siento mal por ella. Lis sacrificara su felicidad para protegerme a mí de casarme con ese viejo asqueroso, debemos darle aunque sea esto — Eso me gusta lo que escucho es oro puro, sonrió ampliamente en cuanto una brillante idea pasa por mi cabeza. Les haré sentir lo que se siente ser tocado por alguien que no deseas, mire a los hombres que sostenían (espero que ellos estén cuando el conde venga por mi, deseo que sean parte de mi lindo show)

Duque: Maldición tiene razón — Él dirige su mirada a algunos sirvientes y estos salen corriendo para luego regresar con algunas medicinas. Me tiran en el suelo y levantan mi vestido bruscamente, aprieto los dientes tratando de controlar mi poder y no matarlos en el acto por este atrevimiento de su parte. Aún no es momento de hacerlo, deseo que el conde esté presente para que pueda consumar su matrimonio con la que en verdad debía casarse con él

Lis: Aish — Me quejo al sentir como esa mujer curaba mis heridas bruscamente — ¿Cómo se encuentra tu hijo? ¿Ya entro a la academia de soldados? ¿Es esta la manera que deseas que lo traten en ese lugar? — Ella se quedó paralizada al ver mi mirada, su mano tembló unos segundos

Duque: ¿Que haces? Continúa limpiando y desinfectado la herida en tres días viene el duque esa niña no puede tener ninguna herida — Ella asiente y continúa con lo suyo, pero está vez lo hacía sutilmente sin intención de lastimarme. Al parecer había entendido perfectamente la amenaza

— Listo duques me retiro — Ella hace una reverencia y se va de la sala llevando las cosas con que me estuvo curando

Lis: Vio padre no fue nada di....— Mis palabras se apagan cuando el golpe las reemplaza

Duque: No me llames padre. Que esa palabra salga de tu boca me da asco, eres hija de una vil sirvienta que no conocía su lugar y ahora su hija tiene esa misma hazaña de creerse algo que no es — En este momento odio a mi madre por haber elegido a este pedazo de mierda como mi padre. Teniendo un futuro brillante como hija heredera decidió ser solo una sirvienta para complacer a tal escoria

Lis: Lo lamento había olvidado que mi padre ahora mismo se encuentra sentado en su trono gorbenando un reino — Digo refiriéndome a mi abuelo — Francisco, Keila y Fernanda espero que no se arrepientan de esto

Francisco: Jaja esta empezó a alucinar por el hambre. Enciérrenla en la azotea y no la dejen salir hasta que el conde venga por ella — Los hombres no esperaron más y me llevaron a dónde les indicaron arrojándome dentro de esa habitación como un saco de papas

Lis: Vaya hola otra vez — Digo a esa habitación donde pase un mes entero encerrada. Está vez será solo tres días así que estoy algo agradecida