Dos hermanas salieron de su ciudad para la capital, iban con una mentalidad positiva y estaban dispuestas a enfrentar nuevos desafíos y oportunidades con confianza y determinación, ellas iban sin miedo al éxito, estaban abiertas a aprender, a crecer y a superar obstáculos, con esa actitud que tenían podían llegar muy lejos y conseguir sus metas y objetivos. La madre también estaba feliz por sus hijas, el apoyo y la motivación de su madre era fundamental para ayudar a sus hijas a alcanzar sus metas y objetivos, las hermanas se sentían seguras y motivadas sabiendo que tenían el apoyo de su madre.
Una de ellas se iba a encontrar con un gran desafío, su nuevo jefe.
¿ Logrará superarlo?
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RENUNCIO
Pasaron dos meses y la familia de Naudi vivía en otro apartamento, en la misma vecindad del chavo como dijo Sofia, la madre de Naudi y Shirly le guardaba la comida a la amiga de su hija, para que cenara y llevara de almuerzo, la mujer estaba muy agradecida, porque hasta el desayuno le llevaba, le lavaba la ropa y le organizaba el apartamento porque tenía una llave, la señora quería a la amiga de su hija como una hija más, por lo incondicional que había sido con ellas, y era con su hija Shirly.
Naudi en la empresa tenía sus días buenos y malos con su jefe, habían días que el no la contradecía en dana ni ella a el, pero otros, el la hacia enojar y formaban sus peleas; el hombre que trabajaba con Rodin le decía a Naudi que no aflojara su temperamento con el jefe, que siguiera así.
Rodin habían veces que le daban ganas de despedirla, pero no lo hacía porque era la mejor secretaria que había tenido, la única que no se dejó amedrentar por el, la que entiende como se trabaja a su lado, la única que lo ha soportado y el ha soportado, la que le tiene todo bien organizado y lo ayuda a adelantar trabajo.
Una mañana Rodin estaba de mal genio, se dio cuenta que unos empresarios querían engañarlo, eso le molesto mucho y estaba que no se soportaba ni el mismo; la que pagó por todo fue Naudi que ingreso sin tocar porque iba pensando en las hojas que tenia que firmar su jefe y las que firmaría el jefe del otro departamento, ella ingresó y dijo.
NAUDI: Jefe, ¿podría firmar estos documentos?
El la miró con ganas de asesinarla, su mal genio había llegado a lo más alto, gritando fuerte dijo
RODIN: ¡¡¡No puedo firmar nada!!! me tienes harto, ¿Tu no te crees la dueña de la empresa? pues firmalos tu.
Fuera todos los empleados estaban a la expectativa, incluso, avisaron por el grupo lo que estaba sucediendo en ese piso con su jefe y la secretaria, Naudi nunca quiso ingresar al grupo porque no le gustaba escuchar chismes y menos si eran de ella y su jefe. Ella lo miró también con mucha rabia, ya no estaba dispuesta a aguantar un insulto más de él, en ese momento tomó una decisión y dijo con voz suave y con ganas de llorar por la impotencia que tenia, porque quería darle una fuerte bofetada.
NAUDI: No me creo ni soy dueña de empresa, soy una simple empleada que desde el primer día que llegue aquí... viene con la mejor disposición, pero ya no aguanto más, busque otra secretaria, porque renuncio.
Rodin se dio cuenta que hablaba enserió, sabía que no encontraría otra como ella, una que le sacara una sonrisa por un berrinche, una en la que el depositará un poco de confianza como le tenía a ella; Naudi puso los documentos en el escritorio y se dirigió a la salida, en ese momento a el se le pasó su enojo, corrió y la rodeo por la cintura con sus brazos, la tenía abrazada y no la dejó abrir la puerta, le puso seguro y le dijo.
RODIN: No te vayas, perdóname.
NAUDI: No, ya no lo aguanto más.
Naudi por dentro estaba feliz, el ogro gruñón le estaba pidiendo perdón por primera vez, parecia que habia logrado romper la barrera que su jefe había construido alrededor de sí mismo, ella sentía como si hubiera encontrado la llave para acceder al corazón de su jefe, y estaba descubriendo una parte de él que nadie más había visto antes, ella se había ganado su confianza y estaba accediendo a su mundo emocional.
Ella se se giró sorprendida por la petición del jefe, se apartó de él y dio dos pasos más lejos de él y dijo.
NAUDI: ¿Por qué quiere que me quede?
El la miró y se acercó a ella con cuidado, Naudi también lo miraba atenta a su respuesta, levantó una ceja y el le dijo.
RODIN: Me di cuenta de que te trate mal, eres la mejor secretaria que he tenido, y no quiero perderte, puedo empezar de nuevo y demostrarte que valoro tu trabajo y a ti como persona.
Ella lo miraba fijamente evaluando sus palabras, fuera los empleados estaban esperando que saliera Naudi, de otros pisos subieron a escuchar, pero llegaron tarde porque el jefe y su secretaria estaban hablando civilizadamente y ellos no podia escuchar ni si quiera el murmullo en esa oficina. Después de un momento Naudi asintió con la cabeza y dijo.
NAUDI: Está bien, me quedo, pero espero que cumplas tu palabra.
RODIN: Lo haré, no te preocupes.
El sabia que no podía dejarla ir, ella era inteligente, creativa y tenía una gran capacidad para resolver problemas, lo ayudaba en todo lo que podía; el para hacerla reír le dijo.
RODIN: Ven sienta en mi puesto, eres la jefa y apartir de hoy puedes hacer lo que quieras, hasta despedirme
Naudi se rió a carcajadas al escuchar la oferta del jefe, afuera lo demás escucharon y muchos se miraron extrañados, hasta que uno de ellos dijo.
■ Tenemos que acostumbrarnos a escuchar esas peleas y después reconciliación, ellos si no tienen algo se gustan, o de no, ¿porque se dejaria de ella? todos quedaron con la duda, en la oficina Naudi le contestó.
NAUDI: ¿Estás loco?
RODIN: No, si te sedo el puesto se que eres capaz, no tienes experiencia, pero tienes una visión fresca y una capacidad para aprender que es impresionante. Además, creo que serías una excelente líder.
Ella se sintió halagada por las palabras de su jefe, también valorada y respetada por primera vez desde que llegó a trabajar, ella le dijo que firmara los documentos para continuar con su trabajo, el lo hizo y no le quito la mirada hasta que ella cerró la puerta y quedó solo en su oficina, el respiró profundo sintiéndose aliviado.