La Obsesión De Un Beaumont

Semanas después Asher Beaumont se puso de pie , se estiró y camino por el pasillo. La puerta de su avión se abrió al pararse en la puerta se colocó las gafas de sol, estaba fastidiado. No había nada más poco estimulante que visitar el Golfo Pérsico. Pero su hermana Olivia había abandonado la empresa familiar y su prima Helena había restringido sus funciones dado que tenía tres hijos propios y cinco de parte de su esposo.

Así que sobre él recaía el llevar los negocios de minería y petróleo.

Asher miró a su alrededor, estaba realmente fastidiado. Kardal lo esperaba al pie de la escalera a unos metros se encontraba el helicóptero perteneciente a la casa familia real.

— Bienvenido Asher dijo Kardal.

— Me sentiré bienvenido si me dices que en el desierto tendré una carpa llena de odaliscas.

Kardal sonrió.— Lamento decepcionarte no es algo que el rey apruebe.

— No parece primo mio dijo Asher. Sharif no podía ser más aburrido y predecible.

— Tengo un helicóptero aguardando para movernos al campamento.

Asher abordo el helicóptero, durante el viaje estuvo en silencio. En la distancia ya se podia ver el campamento.

El campamento se encontraba en medio del desierto, rodeado de dunas de arena que se extendían hasta el horizonte. El sol brillaba intensamente en el cielo, castigando la tierra con su calor implacable.

El campamento estaba formado por una serie de tiendas de campaña de color beige, que se mezclaban con el entorno desértico. Las tiendas estaban dispuestas en un patrón circular, con una tienda central más grande que servía como comedor y sala de reuniones.

En el centro del campamento, había un generador que proporcionaba electricidad para iluminar las tiendas y alimentar los equipos de comunicación. Un pozo cercano proporcionaba agua para beber y para uso en el campamento.

A lo largo del perímetro del campamento, había una serie de torres de vigilancia que permitían a los guardias vigilar el entorno desértico en busca de cualquier señal de peligro.

En la distancia, se podían ver las siluetas de los vehículos de transporte, que estaban estacionados en una zona designada para vehículos. Los vehículos estaban cubiertos con lonas para protegerlos del sol y la arena.

A pesar de la dureza del entorno desértico, el campamento parecía un oasis de actividad y vida en medio de la vasta extensión de arena y roca.

Asher Beaumont descendió del helicóptero, mirando a su alrededor con curiosidad. El campamento estaba lleno de tiendas y equipos, y había un grupo de personas vestidas con uniformes de médicos y enfermeros.

—¿Qué está pasando aquí?, preguntó Asher a Kardal.

—Es una campaña de vacunación contra la leishmaniasis, respondió Kardal. —Los médicos y enfermeros están aquí para vacunar a todos los trabajadores del campamento.

Vestido con una túnica blanca, Sharif apareció en ese momento, varias personas que se encontraban en su camino se hacían a un lado y hacían una reverencia.

— ¿ Debo hincarme a sus pies? Su Alteza?, pregunto Asher en tono burlón.

— Con que te comportes como un adulto me daré por satisfecho dijo Sharif saludando a su primo.

— Lo pensaré respondió Asher, volvio a mirar a su alrededor.—¿ Cuánto llevará la vacunación?

—Unos pocos días, respondió Sharif. —Los médicos y enfermeros están trabajando rápidamente para vacunar a todos los trabajadores.

Asher entorno sus ojos.—¿Quién es la cosa amorfa que conversa con mi cuñado?.

Sharif negó con la cabeza.— Es Mariana, la hermana de Malek. Compórtate.

— ¿Crees que podría fijarme en una cosa amorfa a la que solo se le ven los ojos?, Asher negó con la cabeza. —Tal vez en Rosse, la vi en ropa interior en un desfile de New York dijo Asher guiñando un ojo.

Sharif negó con la cabeza.— Te parece si comenzamos con la reunión, supongo quieres pasar la noche en la ciudad

Asher asintió con la cabeza, satisfecho con la sugerencia de su primo.—Muy bien, dijo.

Kardal se alejó para supervisar la vacunación. Sharif se quedó allí un momento, mirando a su alrededor y sintiendo una sensación de orgullo y satisfacción. La vacunación era un paso importante para proteger a sus trabajadores y asegurarse de que el proyecto avanzara sin problemas.— Sí vas a venir por aquí tendrás que vacunarte.

Asher resoplo. La primera parte del acuerdo había sido satisfactoria, solo quedaban algunos ajustes y si él debía supervisar que todo se cumpliera.

Estaban conversando sobre diferentes aspectos del negocio cuando la cortina de la tienda se abrió y alguien ingreso.

— Lamento interrumpirlos, pero necesito que se vacunen.

— No te preocupes Mariana dijo Malek poniéndose de pie.— Recuerdas al hermano de Olivia.

— Por supuesto hermano, espero haya tenido buen viaje.— Asher miró a la mujer con un vestido largo y vaporoso cubierta completamente lo único que se veían eran sus ojos.— ¿Tiene su carnet de vacunación?.

—Gracias, si aquí lo tengo dijo Asher buscándolo en su maletín. — Mariana comenzó a anotar algunas cosas en el carnet de Malek. Y se lo entregó al enfermero que le aplicó la vacuna a Malek en su brazo derecho.

— ¿ Ha consumido alcohol en las últimas doce horas?, pregunto ella.—Asher enarco una ceja y la miro.— Le aplicarán la vacuna mañana es contraproducente.

— Está bien, tomaré agua esta noche respondió Asher.—Mariana se retiró, a seguir controlando qué todo se hiciera correctamente.

En cuanto se dirigieron a la ciudad, Asher se fue directamente a un hotel donde podía encontrar algo de diversión occidental, ya que las turistas estaban siempre dispuestas.

Asher iba cruzando por el hall de entrada cuando vio una rubia, seguida de un séquito.

Después de un rato supo que era la esposa de un acaudalado hombre de negocios. Asher sonrió no había nada que le gustara más que una mujer bonita y retar a un contrincante de negocios…