Perdón, Ya No Espero Amor

"¡Tiffany! ¿Qué significa esto?" Beno trató de alcanzarla. Conteniendo el dolor en su pantorrilla.

Pero Tiffany permaneció indiferente, usando auriculares y prefiriendo escuchar música antes que lidiar con el adorador de Meira.

"¡Tiffany!" Gritó Beno, mirando a Tiffany, que estaba sentada tranquilamente en la parada esperando el autobús.

"¿¡Qué!?" Tiffany le gritó de vuelta con más ferocidad, quitándose los auriculares.

"No podemos romper así como así". Declaró Beno sentándose a su lado, tratando de tomar su mano.

Pero Tiffany rápidamente la rechazó. Prefiriendo moverse, realmente ya no estaba interesada en su ex. Antes de que el tiempo se repitiera, recordaba bien que las personas que destruyeron su vida fueron Beno y Meira.

Tenían una relación ambigua a sus espaldas. Besándose e incluso teniendo escenas de cama. Recordando el hermoso rostro de Beno, a Meira le gustaba bastante.

Seguía siendo la novia de Tiffany, pero era la satisfacción de Meira. Un hombre realmente codicioso.

"¿Por qué no podemos?" Le preguntó a Beno.

"Solo estás bromeando, ¿verdad? Desde que vivíamos en el orfanato, hasta que finalmente conociste a tus padres biológicos, solo yo he estado cerca de ti. ¿Quién querría a una mujer pueblerina como tú? Tiffany, ¡escucha! Solo yo estoy aquí para ti". Dijo Beno con seriedad.

"El punto es que rompemos porque te besaste con Meira, la abrazaste". Una vez más, Tiffany trató de explicarle a esta criatura pegajosa como baba.

"Eso es porque tú la hiciste llorar. Para ti, tuve que consolarla". Se defendió Beno por sus acciones.

Mientras que Tiffany levantó una ceja. Dejando escapar un suspiro áspero. "Eso no es ser responsable. Sino por tu lujuria animal hacia Meira".

"¡Tiffany!" Beno estaba a punto de abofetearla, pero Tiffany rápidamente agarró su muñeca.

"¡Bien! La verdadera razón por la que rompemos es porque ya he engañado. ¡Ya no soy pura, me he besado, abrazado e incluso le he dado mi virginidad a un hombre más guapo y rico! ¿¡Satisfecho!?" Gritó Tiffany.

Sin darse cuenta de que un coche se detuvo justo en frente de la parada. El coche de Martin, que en realidad iba a recogerla. Pero en cambio, estaba presenciando una escena interesante en la parada cerca de la casa de Tiffany.

"¿Señor?" Preguntó el chofer, como si quisiera saber, ¿Martin quiere bajar?

Martin abrió la puerta del coche, aún sentado en el asiento trasero del pasajero. "¡Tiffany!" La llamó.

Tiffany giró hacia la fuente del sonido. Mirando a Martin que estaba dentro del coche. "¿Hasta cuándo mi prometida que ya no es virgen, va a hablar con la gente pobre?"

"¡Martin!" Gritó Tiffany, empujando a Beno que bloqueaba el camino. Lo que tenía en mente en ese momento era ser eliminada de la tarjeta familiar casándose con Martin.

"¡Tiffany!" Gritó Beno agarrando su muñeca.

"¿¡Qué!? Vete con Meira, que es más hermosa y buena como un ángel. Quiero salir con mi nuevo novio primero". Tiffany guiñó un ojo.

Entonces.

¡Brak!

La parte de la ingle de Beno fue pateada por ella, aunque no lo suficientemente fuerte. Pero lo suficiente para hacer gritar a su pajarito. "Aaagghhh..."

"Un regalo de despedida de mi parte. Meira es una buena mujer. Dile que te cure, seguro que te recuperarás". Continuó, subiendo al amado coche de Martin.

Mientras que Martin en el coche solo pudo suspirar al ver el comportamiento de su prometida.

Cuando el coche arrancó, el ambiente se sintió en silencio por un momento. La joven con el uniforme de la escuela secundaria miró un poco a Martin. "A... todavía soy virgen. ¿El hermano Martin todavía se casará conmigo, verdad?" Preguntó tragando saliva. Porque no tenía el poder ni el dinero para sobrevivir si intentaba huir.

"¡Muestra tu sinceridad!" Ordenó Martin, fingiendo estar enojado.

Un beso aterrizó en su mejilla, haciendo que el joven abriera los ojos. Lentamente, una sonrisa se dibujó en su rostro. Esta pequeña chica realmente lo dejó sin palabras.

"¡No seas derrochadora!" Martin sacó varias hojas de amuleto con la imagen del proclamador (cien mil rupias). Dinero para los gastos diarios de Tiffany.

Tiffany rápidamente tomó el dinero. Realmente necesitaba dinero, realmente necesitaba dinero. "Te lo devolveré después de trabajar".

Lentamente, la mano de Martin agarró los dedos de Tiffany. Luego dijo suavemente: "Me muestras tu sinceridad, a mí. Entonces yo también te mostraré mi sinceridad a ti. Mi prometida".

"¿Entonces?" Tiffany levantó una ceja.

"Es dinero para los gastos de mi futura esposa". Respondió Martin.

Tiffany rápidamente lo abrazó. Tener un novio que ya trabaja es lo mejor. Incluso le dio dinero para los gastos de un mes. Sin darse cuenta de que era dinero para los gastos de un día.

Mientras que Martin todavía estaba procesando todo. Sentimientos de alegría, emocionantes que eran extraños, a veces molesto cuando la veía hablar con otros hombres. Esto es divertido...

"¡Martin es el mejor!" Gritó Tiffany, soltando el abrazo nerviosamente.

"A partir de hoy, te llevaré todas las mañanas. Para la salida de la escuela---" La frase de Martin fue interrumpida.

"No es necesario recogerme después de la escuela. Porque tengo asuntos que atender". Tiffany suspiró, esto ya era lo suficientemente bueno para ella.

"Tiffany, no necesitas ser tímida conmigo. Porque somos familia". Las palabras de Martin la dejaron atónita. ¿Familia? ¿Amor? Cosas que ya había renunciado a obtener.

Volvió a pegarse coquetamente a alguien que incluso acababa de conocer. "Solo me gusta Martin. Porque Martin, es guapo, rico y generoso".

El conductor solo pudo suspirar. Observando cómo su jefe era engañado por una adolescente de secundaria. Pero la sonrisa de Martin rara vez se veía. No como ahora.

El coche se detuvo frente al área de la escuela. Martin no se bajó del coche en absoluto, recordando su estado actual.

"A...adiós... querido Martin..." Tiffany agitó su mano. Mirando la partida del coche del joven que era 5 años mayor que ella.

Caminando con entusiasmo, sin importarle nada. Aunque mucha gente susurraba sobre ella.

"La dejaron en un coche lujoso".

"¿No es ese el coche de la familia Wiratmaja?"

"¡Ah! Ya lo sospechaba, solo por su rostro. Que en realidad le gusta seducir a los hombres. La prueba es que ahora es la amante de un viejo".

"Qué niña ani-ani".

Las voces de las personas que la escuchaban se oían débilmente. Tiffany bajó la cabeza por un momento, suspirando.

Luego gritó fuerte. "¿Celosos? ¡Díselo al jefe!"

Lo que los dejó sin palabras, mirando a esta chica loca. Dejando de susurrar hablando de Tiffany. Además, que se jodan, de todos modos, cuando tenía hambre y se le daban acusaciones falsas, simplemente se quedaban callados.

Caminando hacia el aula, colocando su bolso sobre la mesa. Una mesa llena de garabatos de personas que adoraban a Meira. Esto ya es común, en este lugar ella realmente es odiada. Como la hija biológica que oprime a la hija adoptiva.

¿Qué más pasará hoy? Tal vez eso es lo que está en la mente de Tiffany.

Y efectivamente, Meira entró en el aula con la cabeza gacha y lágrimas corriendo. Siendo consolada por sus dos amigas.

"¡Tiffany! ¡Cómo te atreves a oprimir a Meira!" Gritó Ratna, la amiga de Meira.

"¡Así es! Incluso le pateaste la cara. ¿Qué error cometió Meira?" Anita se quejó defendiendo a su amiga.

"Amigos, estoy bien. Aunque no soy la hija biológica. Solo una hija adoptiva que no es amada. Pero estoy lo suficientemente satisfecha de no ser echada". Meira todavía tenía la cabeza gacha con lágrimas corriendo.

"Ser intercambiada, no es tu culpa. Además, eres más merecedora de ser la hija biológica". Ratna consoló.

"¡Sí! ¿Qué tiene de bueno ser la hija biológica pero no tener logros?" Anita también hizo insinuaciones.

"Logros, representar a la escuela en las olimpiadas de Geología ya es motivo de orgullo. Hay, basura como esa..." Ella sonrió con calma. Le daba pereza explicar que ocupó el segundo lugar en las olimpiadas de matemáticas a nivel nacional el año pasado. Más precisamente en su antigua escuela.

Solo que en esta escuela, todos ya la consideran mala. Incluidos los profesores, que también fueron influenciados por las mentiras de Meira.

"¿¡Cuáles son tus logros!?" Insinuó Anita.

"Lograr seducir a un hombre rico y guapo, usando mi cuerpo". Una respuesta llena de una sonrisa descarada de Tiffany.