VIRGEN A LOS 23

▪︎Jimena: me conoces tan bien, querido, pero hay algo de lo que dijiste que es cierto: a esa perra también le llegará su turno. Pero como te decía, ahora ella me ayudará con lo anviciosa que es, no creo que pueda rechazar mi oferta. Además, a ella le gustaba tener de amiga a esa estúpida solo para restregarle en la cara que ella tenía todo. Así que, ¿qué esperas para darme lo que te pedí?

▪︎Pablo: ya decía yo que tenías planeado acabar con Dana. Ya no me presiones, sabes que trabajo mejor cuando estoy tranquilo. Así que espérame y no me atormentes, está bien. Salgo de ese lugar. Jimena puede ser mi amiga, pero eso no quita que, cuando toma esa actitud de loca desquiciada, me da algo de miedo. Y con todo lo que he visto Líalla, no es para tanto.

▪︎Lía: Entro a la habitación, voy directamente al baño, me siento algo cansada y sé que entrar a la tina me hará muy bien. Entro y, en poco tiempo, me da algo de sueño. Me quedo dormida, no sé por cuánto tiempo, hasta que siento que alguien me da un beso en la frente. Me despierto y allí está Matteo. Le doy una sonrisa y le digo: '¿Qué haces ahí? Ven y toma un baño conmigo para que te relajes. Si te portas bien, puedo darte un masaje. ¿Qué te parece mi oferta?'

▪︎Matteo: Me parece que es una muy buena oferta. Si sigues así, podría darte trabajo en la empresa; eres muy buena negociando. (Suelto unas carcajadas). Ella me mira y hace unos pucheros; se ve tan linda que empiezo a quitarme la ropa y entro a la tina con ella. Le doy un beso apasionado para que no esté enojada. Ella me toma de la cara y me dice..

▪︎ Lía: Sabes, mi cielo, nunca llegué a pensar que estaríamos en esta situación. Si miro hacia hace unos meses, esto sería algo imposible de creer, ¿no lo crees? Pero estoy agradecida con la vida, que por fin me mandó a alguien para que me cuidara y me ayudara. Sabes, me gustas mucho y no quiero que nadie se meta entre nosotros. No lo sé, pero siento que no merezco tanta felicidad y me da miedo que esto pueda terminar en cualquier momento. Me estoy enamorando de ti, y eso me asusta porque somos de clases sociales muy diferentes. ¿Entiendes a lo que me refiero, verdad?

▪︎Matteo: sé lo que me quieres decir, muñeca, pero te prometo que siempre haré lo posible para estar juntos. Creo que se nota lo mucho que me vuelves un tonto, ¿o me equivoco? A mí me encantas y me alegra saber que me ves como un apoyo para ti. Te confieso algo: nunca una mujer me había gustado como lo haces tú, por eso estoy seguro de que estamos destinados a estar juntos pase lo que pase. La tomo de la mano y le doy un beso.

▪︎Lía: Matteo me da un beso tan cariñoso que lo sigo. Luego empezamos con las caricias; con cada una de ellas siento cómo mi cuerpo y mi entrepierna hormiguean. No sé desde qué momento mi cuerpo reacciona así solo con sus toques. Sin darme cuenta, empiezo a mover mis caderas, como pidiéndole más. Matteo me mira y me dice..

▪︎Matteo: estamos en un momento tan apasionado, que no me doy cuenta de en qué momento estoy tan duro. Continúo besándola y acariciándola. Cuando siento que empieza a mover sus caderas, le digo: 'No conocía esta parte tan pervertida de ti, mi cielo'. Veo cómo se sonroja, pero no para de moverlas. Así que, ¿quieres sentirme dentro de ti, eh? Bueno, entonces dímelo, quiero escucharte.

▪︎Lía: Me da tanta vergüenza, pero tengo muchas ganas de hacerlo con él, así que tomo valor y le digo con voz entrecortada: 'Por favor, mi cielo, métela, quiero sentirla toda dentro de mí'. Él me mira impresionado, me alza y comienza a embestirme. En serio, este hombre me va a volver loca. Me toca los pezones mientras me embiste. Umm, sí, así, cariño, ahh. Siento tanta estimulación y emoción que me dan ganas de orinar, así que le digo: Matteo, por favor, tengo que ir al baño. No sigas, por favor. Pero él no me escucha y me dice.

▪︎Matteo: No pararé en este momento. Si tienes muchas ganas de orinar, hazlo aquí mismo; a mí no me importa. Estoy tan caliente que pierdo la compostura y la embisto con tanta pasión que siento que no puedo aguantar más. Le doy con fuerza y ella me pide que pare. Estoy tan concentrado en lo mío que solo presto atención cuando veo salir de ella un chorro de agua. La miro y está toda avergonzada, esquivando la mirada, así que le digo: 'Mi amor, eso es normal, no tienes por qué ponerte así. Ven, continuemos No sabes las ganas que te tengo.

▪︎ Lía: No es para sentir vergüenza. Te pedí que te detuvieras porque quería ir al baño y no me hiciste caso. Te odio. Ya bájame, quiero lavarme; todo quedó empapado con mi orín. Lo empujé con las pocas fuerzas que me quedan, pero es imposible; este hombre es de piedra.

▪︎ Matteo: No me digas que piensas que esto es orina. Estás equivocada, esto es un squirt. Muy pocas mujeres logran tenerlo, y eso ocurre cuando sienten tanto placer. Así que ni creas que ya te vas, ven y sigue disfrutando de esto como yo. Te amo tanto, ven, dame un beso.

▪︎Lía: no puedo creer lo que me está diciendo Matteo. Ahora tengo mucha más vergüenza por no saber acerca de eso. Él me da un beso y me dice que me ama; es la primera vez que lo escucho de sus labios y me emociono. Le sigo el beso, y cuando ya estoy en sus garras otra vez, sé que nunca podré escapar de esta persona, pero tampoco quiero hacerlo. Allí continuamos hasta muy tarde.

▪︎Jimena: ni sabes lo que te espera, querida Lía. Esto saldrá mejor de lo que pensaba. Solo tengo que decirle a la estúpida de Dana sobre la relación que tienen Matteo y su supuesta mejor amiga, para que regrese y haga de las suyas. ¡Qué buenas ideas se me ocurren! Estoy tan orgullosa de mí. ¡Espera, pronto estarás conmigo, mi querido Matteo!