El silencio puede ser ensordecedor, como dijo algún poeta cuyo nombre ya olvidé. La oscuridad puede ser más cruel que la luz. Y algunas prisiones no necesitan barrotes para ser imposibles de escapar.
Si decidiste abrir este libro, debes saber que estás a punto de cruzar una frontera peligrosa. Aquí, no hay garantía de finales felices, ni promesas de redención. Esta no es una historia de amor común. Es una historia de posesión, dolor y supervivencia.
Las páginas que siguen contienen temas intensos y perturbadores. Aquí nada está suavizado. Aquí nada es fácil de digerir…
Aquí, las cadenas no siempre son visibles…
Aquí, el deseo y el miedo caminan de la mano…
Aquí, nadie sale ileso.
Este libro no trata de cuentos de hadas. No hay héroes ni villanos evidentes. Solo hay supervivencia. Y la línea entre víctima y prisionero, entre pasión y miedo, entre amor y obsesión… es más delgada de lo que parece.
NovelToon tiene autorización de Syl Gonsalves para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 10
Todo lo que Stefan quería era irse a dormir, pero decidió pasar por la habitación para ver a Vini. Apenas abrió la puerta y entró en la habitación, sintió una leve inquietud al percibir que Vini no estaba allí, rápidamente se dirigió al baño. La puerta estaba entreabierta, y el suave sonido del agua llamó su atención. Al entrar, vio a Vini sumergido en el agua de la bañera, el cuerpo inmóvil, el cabello flotando suavemente sobre la superficie.
El corazón de Stefan se disparó al darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Sin pensarlo dos veces, se acercó y, con fuerza, rodeó a Vini por la mitad del cuerpo, los brazos firmemente pasando por su cintura, y lo sacó de la bañera. El agua fue lanzada en todas las direcciones, mojando el suelo y las paredes alrededor. El sonido del impacto del agua esparciéndose por el ambiente fue sofocado por el suspiro de alivio de Stefan, que sostuvo a Vini, ahora fuera del agua, contra su pecho.
Vini estaba mareado, la respiración irregular, pero poco a poco fue recomponiéndose. La tensión en el cuerpo de Stefan no cedía, pero él aún lo mantenía firme, como si estuviera intentando anclarlo a la vida. El abrazo era fuerte, urgente, una mezcla de susto y alivio.
Las gotas de agua escurrían por el cuerpo de ambos, pero para Stefan, nada más importaba además de garantizar que Vini estuviera bien.
—¡No! — gimió Vini — ¡Déjame morir en paz!
Stefan, tomado por una mezcla de emociones intensas, quedó en silencio por un momento, aún sosteniendo a Vini contra su cuerpo. Sin embargo, una rabia irracional comenzó a apoderarse de él, una explosión de sentimientos que no sabía cómo controlar. Empujó a Vini lejos con fuerza, los ojos brillando con frustración y desesperación.
Sin pensar en las consecuencias, Stefan comenzó a golpear a Vini. Los golpes alcanzaban la región de la cabeza con violencia, el sonido del impacto resonando por la habitación, pero la rabia de Stefan no parecía tener fin. Cada golpe parecía ser un intento de desquitar el dolor, el miedo y la confusión que él estaba sintiendo. Vini, aturdido y sin reacción, solo intentaba protegerse, pero no tenía fuerzas para resistir la furia de Stefan.
Tras un momento de pura irracionalidad, Stefan paró abruptamente. La habitación quedó en un silencio pesado, quebrado solo por la respiración jadeante de ambos. Sin decir una palabra, se giró y salió de la habitación, dejando a Vini caído con la cabeza en un charco de sangre.
Algún tiempo después, Marise entró en la habitación, sus pasos rápidos y apresurados. Al ver a Vini aún consciente, pero con dificultades para respirar. El chico estaba pálido, con los ojos semicerrados, y una cantidad alarmante de sangre escurría de su boca. En la frente, un gran corte manchaba su piel. El sonido de la respiración jadeante de Vini era sofocado por el dolor evidente en su rostro.
Sin dudar, Marise corrió hasta él, tomándolo con cuidado en los brazos, intentando ser suave, pero sintiendo el peso de la gravedad de la situación.
—Vini, necesitas levantarte — dijo con urgencia, mientras lo guiaba hasta el lavabo del baño. Sus manos temblaban, y él apenas conseguía mantenerse de pie. Cuando ella lo apoyó sobre el lavabo, comenzó a lavar su rostro con prisa, intentando limpiar la sangre que escurría, pero el sangrado no paraba.
Los ojos de Marise se entrecerraron. Ella sabía que aquello era serio.
—No va a parar... — murmuró para sí misma al ver que la sangre no cesaba y Vini comenzaba a debilitarse, sus fuerzas disminuyendo a cada segundo. Él estaba a punto de desmayarse, ella podía sentirlo.
Con una voz firme, ella gritó:
—Hans! Ich brauche Hilfe! (¡Hans! ¡Necesito ayuda!) — El guardaespaldas entró corriendo, asustado, y Marise indicó rápidamente: — Hilf mir, ihn schnell ins Bett zu bringen! (¡Ayúdame a ponerlo en la cama, rápido!)
Con la ayuda de Hans, Marise cuidadosamente colocó a Vini en la cama. A medida que él se acostaba, ella vio la extensión completa de los daños. Sus labios estaban cortados de forma profunda, y el interior de la boca estaba lacerado. La visión de los dientes fracturados hizo que su estómago se revolviera. Ella también percibió una posible fractura en el hueso de la cara.
No es que a ella de hecho le importara Vini, a ella le importaba Stefan y sabía que Stefan iba a enloquecer más si el chico moría.
...****************...
¡No dejes de disfrutar el capítulo! ¡Comentarios, votos y regalos también son importantes! Buena lectura!
