Esta Vida ¿Otra Oportunidad?

Ivy entrenaba cada vez más, mientras asistía a la academia, su padre le dijo que lo tomara con pues, se podría enfermar por todo el esfuerzo, pero ella solo quiere entender que paso en su ritual.

Así pasaban los días y su maestro le informaba que su manejo en la espada era casi perfecto, pues debía terminar de pulirse, pero eso deberá hacerlo sola, mientras que con la magia, la vera 4 veces a la semana para poder practicar un poco.

En la academia organizaron un baile por el invierno en medio ciclo escolar, aunque Ivy no se mostraba emocionada de nada, pues no tenía pareja, ya que aún no se hablaba de un comprometido para ella, como en la historia original, así que decidió no ir, pero al ser de la academia era obligatorio porque el tercer príncipe era allí y será también una bienvenida para él por solucionar los problemas en la frontera.

Al tener más tiempo libre Ivy se la pasaba buscando en las bibliotecas, tanto como la de la academia como la de su casa todo lo relacionado con la magia, y así investigar sobre paso con su ritual, a pesar de que llevaba días investigando no logro encontrar nada. Ivy frustrada decide cancelar sus clases hasta nuevo aviso, algo que sorprendió a su padre, pues estaba más que orgulloso de su hija y sus logros, en tan poco tiempo.

En sus días de descanso recibió una carta del Príncipe Chris, pidiéndole ser su acompañante en el baile de invierno, pues también será una bienvenida para este, Ivy estaba contenta pues le gustaba mucho Chris, pero no lo dejaba ver, ya que siempre lo trata con frialdad.

Ivy le responde que acepta solo porque es un baile obligatorio, y que no se haga ideas extrañas

Chris sonríe mientras lee la carta de Ivy.

Así pasan los días y el baile llega, la mayoría iban en pareja y las que no solo se iban al fondo a evitar el resto de personas, cuando Ivy y Chris llegan se vuelven el centro de atención pues todos decían lo preciosos que se ven juntos y que formarían una gran pareja.

No podían faltar las envidiosas que decían que Ivy era poca cosa para el príncipe, y que debería estar con una dama más que educada y elegante, Alisa quien mira con furia a Ivy les dice a sus amigas que el Príncipe Chris será de ella.

Alisa Thompson, hija del Conde Thompson, era una chica de cabellos corto y ojos marrones, con grandes atributos pero poco cerebro.

- Señorita Smith, ¿me permite esta pieza?

Ivy solo le sonríe y acepta, pues ya sabia que estaban hablando mal de ella así que les dará de que hablar de verdad, así comenzó el baile y bailaban de manera armoniosa y delicada.

Tan pronto como acaba la música los don van a sentarse y beber un poco de jugo mientras conversan, Alisa los miraba desde lejos con molestia, pues odiaba la cercanía del Príncipe con esa chica.

-Cómo van las cosas en su reino, príncipe?

- Todo marcha bien, mi padre se encargará de todo hasta que yo cumpla la mayoría de edad y pueda pasarme el trono, así que por el momento estoy tranquilo.

-Me alegra escuchar eso, me deja más tranquila pensé que se iría pronto

Al escuchar esto Chris se sorprendió, pero la más sorprendida era Ivy, quien no creía lo que acaba de ir.

El baile duro hasta el amanecer, puesto que al día siguiente no había clases, todos se retiraban a sus hogares mientras que Chris llevaba de regreso a Ivy en su carruaje, esta se había quedado dormida pues estaba cansada y el camino era un poco largo.

Chris al darle cuenta que esta se abrazaba a sí misma paso a darle su chaqueta y abrazarla para quitarle el frío así fue como también se quedó dormido, se despertó cuando había llegado, y ya Ivy también estaba despierta pues había sentido que se detenía el carruaje, ella al verse con la chaqueta del Príncipe puesta le dice que se la devolverá al día siguiente lavada, y este le dice que no se preocupe que si desea se la puede quedar.

Ivy se despide de Chris y entra a casa, al estar dentro sintió un calor en sus mejillas puesto que se había despertado antes que Chris y sabía que la estaba abrazando.