Lucía, luego de morir despierta en la última novela que leyó, pero lo más extraño de todo eso fue que despertó en el personaje que más odiaba...
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capítulo 19
En los calabozos de la base, Dayana llegaba a hurtadillas sin que nadie notará su presencia. Pronto llegó a las celdas donde los soldados de Arista se encontraban y con altivez se paró frente a estas y hablo.
— Buenos días, caballeros... veo que mis nuevos amigos se estuvieron divirtiendo un poco sin mí...
Los soldados se veían algo maltratados, puesto que tanto el conde como el ministro, para sacarle la información sobre el antídoto del veneno que le habían administrado a Dayana, los habían torturado por horas. Uno de los "Bandidos" al ver a la joven completamente recuperada dijo.
— Debería darnos las gracias, por lo visto sobrevivió gracias a nuestra ayuda...
— Por favor caballeros, no finjamos que su ayuda fue desinteresada, por lo que veo no fue fácil obtener el antídoto y tampoco crean que están hablando con una novata. Ahora hablemos de algo mas interesante ¿cuáles son sus planes? ¿Qué es lo qué sigue?
Los bandidos miraron a Dayana sin comprender bien las palabras de la señorita y está agregó.
— Vamos chicos, podemos hacer esto por las buenas, o por las malas, pero les confieso que cuando me pongo ruda suelo no saberme controlar.
— No sabemos de qué está hablando, nos tienen aquí contra nuestra voluntad...
— ¿Enserió? Que crueles somos ¿verdad? — Dayana se acercó más a la reja y agregó — Por qué no me cuentan por qué un grupo de soldados de Arista se dejó encarcelar sin oponer resistencia...– El hombre a cargo, miró a la mujer y está con una sonrisa agregó — a diferencia de mis nuevos amigos, yo lo sé todo. La pregunta aquí es ¿cómo quieren hacer esto caballeros, por las buenas o por las malas? En verdad hace mucho que no hago esto y ya me encuentro algo emocionada.
Los demás soldados se levantaron del piso y Dayana sonrió para luego tomar un clip de su cabello y decir.
— Por las malas será...–Sin más se acercó a la reja y tomando el candado lo abrió. Pronto los soldados que se encontraban en esa celda salieron y al ser rodeada por cinco hombres, la chica sonrió.— Muy bien... El interrogatorio comenzó.
***
En la oficina del ministro un soldado le daba el reporte de lo que había conseguido investiga al ministro. Al ver que la información que el soldado le daba era poco y nada, el ministro frustrado envió al soldado nuevamente en busca de respuestas.
Cristian al igual que Víctor, al ver lo ansioso que se encontraba Stefan intentaron calmarlo, pero pronto un soldado tocó las puertas de su oficina, e ingresando algo agitado habló.
– Señor debe ir a los calabozos ahora mismo... la señorita que ustedes trajeron se encerró con los prisioneros y los gritos que salen de allí son... aterradores.
Tanto Víctor como los hermanos Ferreira miraron sorprendidos al soldado y al ver que lo que decía era verdad, Stefan se levantó de su asiento y dijo.
— Creo que es momento de enviar de regreso a la señorita Lauren.
Sin más se dirigieron hacia los calabozos y mientras estaban llegando los gritos desesperados de auxilio se empezaron a escuchar. Los hermanos y el joven duque al oír esto empezaron a correr en dirección a las celdas, pero al llegar se encontraron con la puerta que conectaba al pasillo de las celdas bloqueada.
Los tres empezaron a ver la manera de poder abrir las puertas hasta que de pronto esta se abrió, para posteriormente dejar ver a una Dayana completamente sonriente.
— Hola caballero, veo que los muchachos llamaron su atención con tantos gritos...
Víctor — ¿Señorita Lauren que es lo que estaba haciendo allí?
— Buscando respuestas... ¿Qué? ¿No me digan que ustedes aún no lo hacen?
Stefan — Es suficiente, no sé con que intención ha venido aquí, pero le voy a tener que pedir que se prepare para su viaje, mañana en la mañana la enviaré de regreso.
Dayana frunció su rostro y cruzándose de brazos dijo.
— Muy bien, si eso es lo que quiere me iré, solo debo decirle que los soldados de Arista están en camino, creo que necesita a todos sus hombres aquí, pero como quiera...
Cristian — Espere ¿Qué intenta decirnos?
— Lo que escuchó pronto atacarán este lugar, los hombres de allí– dijo Dayana señalando sus espaldas – son soldados de Arista quienes se hicieron pasar por bandidos para atacar a los soldados de la guardia imperial. Tenían como objetivo matar al ministro de guerra, pero al ver que sus panes fracasaron tuvieron que idear otro sobre la marcha. No muy lejos de aquí hay un ejército esperando a que caiga la noche para atacar la base...
Víctor — Espere ¿como es que sabe todo esto...?
— ¿Por que cree que grutaban tanto? les pregunté amablemente y me lo acaban de confesar ellos mismos, si no podían matarlos, su idea era envenenar a la gran mayoría para poder acabar con todos ustedes en un solo golpe.
La verdad es que me gusta como piensan, su plan no es tan malo, solo le falta una buena ejecución...
Stefan, Cristian y Víctor al oír las palabras de la chica, la miraron con su rostro fruncido y el primero en caminar hacia los calabozos para corroborar todo lo que la señorita Lauren decía fue el ministro. Dayana al ver la desconfianza que este le tenía suspiró y empezó a caminar hacia la habitación, pero de pronto una mano grande tomó su ante brazo y hablo.
Cristian — Estoy seguro de que hay algo que no nos está diciendo. Tengo la sensación de que supo del ataque antes de venir aquí...
Dayana quién no esperaba esas palabras del conde, se soltó suavemente de su agarré y algo nerviosa dijo
— Imposible, ¿cómo sabría algo así?– Víctor también noto su nerviosismo y Dayana agregó —Cómo les acabó de contar, esos hombres me acaban de confesar todo...
Víctor – Yo tampoco le creo señorita Lauren. Lo que dice es muy sospechoso. ¿Qué nos está ocultando?
Dayana miró a ambos sorprendida por su deducción y sin saber como defenderse contestó.
— No me creerían si se los digiera.
Cristian— Pruébeme, a diferencia de mi hermano yo si estoy dispuesto a escucharla.
Dayana miró al conde y con algo de dudas dijo.
– Muy bien, les contaré todo, pero una vez terminé no me miren como si estuvieran loca porque créanme, no lo estoy. –Tanto el conde como el Joven duque, asintieron levemente y Dayana agregó.— puedo ver el futuro... tengo visiones donde me muestra fragmentos de sucesos que si no cambian su curso cosas muy malas van a pasar...
Cristian miró a Víctor y este de regreso, no entendían por qué la señorita Dayana les estaba intentando mentir, pero pronto la voz de Stefan se escuchó detrás de ella y preguntó.
— ¿Qué acaba de decir?...