Victoria se acerca a su ex cuñado, ella solo pide un favor con la esperanza de no ser destruida, pero, parece que el hombre tiene otros planes.
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Cap. 6 ¿Te agredió?
Victoria salió del baño furiosa, está cansada de escuchar que la tratan de zorra y ella ni siquiera había tenido novio, ¿cómo podían decir eso si ella no tenía tiempo ni para enamorarse?
Mientras caminaba, Emily la alcanzó al verla tan molesta, estaba asustada de que la hayan quitado la beca, eso sería muy injusto.
—Vicky, ¿Cómo salió todo, estás bien? — dijo ella mientras la miraba ansiosa.
—Emi, sí, salió todo bien, pero esa Milenka ya no la soporto, ya no soporto esta situación, tuve que pedirle al ex prometido de mi hermana que me ayude, el nos odia, sin embargo, me ha ayudado, estoy segura de que me va a cobrar con altos intereses, solo por la envidia de esa loca, ahora espero que se calme o de verdad me van a expulsar por intento de asesinato — dijo furiosa.
Emily se sobresaltó, nunca la había visto tan molesta, sin embargo, la comprende, así que decidió llevarla a comer algo, esa testaruda se pone necia cuando está molesta.
Mientras ellas caminaban hacia el comedor, alguien que Victoria no quería ver se acercó y lo peor fue la estupidez que dijo.
—Vicky, hablé con los directivos y me dijeron que no te quitarán la beca, me alegra, aunque tuve que hablar con algunos familiares para convencerlos antes, era una sorpresa — Luis no perdía la oportunidad para verse como un héroe frente a ella, lo que no sabía era que Victoria era su propia heroína, fue ella quien buscó a alguien para que la apoye y fue ella quien ahora tiene una deuda con el mismísimo demonio.
—Luis, cállate, no te quiero escuchar, no hiciste nada, no mientas, y te lo advierto, deja de molestarme, tu sola presencia es solo problemas para mí, no quiero que te me acerques, no quiero ser tu amiga, ve con Milenka y dile que no quiero nada contigo y me deje en paz, si no fuera por ustedes dos yo no tendría tantos problemas, basta de esto — dijo molesta mientras sigue su camino enojadísima.
Emily la sigue emocionada, está tan feliz de que su amiga deje las cosas claras, a veces ser muy cordial, no funciona.
Esa tarde Victoria llegaba a la empresa Lennox, ella había prometido ir, aunque sabe que deberá pagar favores, tal vez un contrato laboral de por vida como una sentencia de esclavitud.
Victoria llegó a la recepción e inmediatamente se presentó con la recepcionista, era la segunda vez que la veía, aunque la primera vez la dejó pasar porque pensó que era una practicante que estaba ahí para entrar a su práctica, se dio cuenta de que había cometido un error.
—Oh, eres tú, la vez anterior me causaste problemas, más vale que te retires o llamaré a seguridad para que te saquen — dijo molesta mientras que Victoria tragó en seco, sabía que ella se había aprovechado de la situación, pero ahora sí tiene cita.
—Sí, lo lamento, pero ahora si tengo cita, de verdad, puede preguntarle al asistente Milán — dijo ella un poco ansiosa.
—Nada de eso, sal de aquí, no te aparezcas con aquí, estoy cansada de niñas, busca fortuna como tú que vienen solo para ver si un adinerado ejecutivo las mira, pero solo llegan a ser unas amantes insignificantes — la mujer le gritó mientras Victoria retrocedido unos cuantos pasos, ella no sabe que hacer, aunque le molesta lo que dijo, ella sabe que no es de confianza para esa mujer.
—Yo…, si tengo cita — susurro un poco avergonzada, la gente la empezó a mirar y los curiosos se estaban acercando.
La mujer estaba furiosa y llamaba a seguridad para que la saque, Victoria estaba tan perdida que solo veía a esos hombres grandes acercarse, uno de ellos la tomó con brusquedad del brazo haciéndola dar un grito de dolor, su agarre era fuerte y sin compasión, pero cuando la estaba arrastrando a la salida, una voz autoritaria y profunda lo detuvo en seco.
—¿Qué carajos crees que haces? — dijo Draco molesto como un demonio.
El guardia se dio la vuelta y aflojó su agarre, Victoria se soltó de inmediato, le dolía mucho el brazo, unas lágrimas traicioneras se asomaron y escaparon ante la situación.
Draco, quien la vio con esa mueca de dolor y derramando lágrimas, se enfureció aún más.
—¿Quién te dio permiso de tratarla así?, ¿deberías ejercer tanto dolor en una niña tan pequeña y débil?, ¿acaso es una amenaza? — dijo furioso mientras mira al guardia de seguridad que está petrificado y pálido.
Draco se acercó a la joven mientras la miraba detenidamente.
—Vicky, ¿estás bien? — dijo tomando su barbilla para que lo mire, cuando ella levantó la mirada se veía ofendida y apenada con la situación.
—Sí, gracias, solo fue una confusión — dijo con la voz entrecortada, ella no quería llorar, pero se sentía muy apenada, ella estaba siendo sacada de ahí como un pedazo de basura.
Draco apretó los dientes y se volteó al guardia, este reaccionó, se dio cuenta de que sería despedido si no decía lo que pasaba.
—Presidente Lennox, la recepcionista, dijo que había una persona agresiva que la estaba ofendiendo y debíamos sacarla, es por eso que ejercí fuerza de más — dijo nervioso mientras Draco se volteó para mirar a la mujer que estaba ahí tratando de comprender la situación.
—¿Te agredió? — dijo apuntando a Victoria, él se había dado cuenta de que la niña es muy educada y hasta ingenua, bastante ingenua.
La mujer tragó en seco mientras mira a Victoria, en ese momento se dio cuenta de que la joven no había mentido, que si tenía una cita con el gran jefe y estaba en serios problemas.
—Pre…, presidente Lennox, ayer ella, ella me mintió para entrar, recibí una amonestación por su culpa, ahora vino a decir que tenía cita, yo no le creí y por eso llamé a seguridad — dijo la mujer de forma sumisa, no había nada de la arrogante mujer de hace rato.
—Le vuelvo a preguntar ¿te agredió? — dijo con una mirada asesina.
Mientras esto pasaba, Milán, quien estaba detrás de su jefe cerró los ojos, correría sangre definitivamente, no le había bastado con el gordo desagradable, ahora quería una estúpida recepcionista en el menú.
—Em…, no, ella no me agredió — dijo la mujer bajando la cabeza, era mejor decirlo, ya que hay cámaras por todas partes, se vería claramente que Victoria fue educada en todo momento.
—Estás despedida, y tú — dijo refiriéndose al guardia.
—Tú estarás en el turno de la noche por seis meses, no te quiero ver durante ese tiempo, ahora discúlpate con la señorita — dijo molesto mirando al guardia quien asintió dando un respiro, no había perdido su trabajo por lo menos.
El guardia se acercó educado a Vicky y se inclinó para disculparse.
—Señorita, lo siento mucho, lamento haberla lastimado de esa forma, por favor perdóneme — dijo mientras esperaba las palabras de Victoria.
—Está bien — dijo ella un poco incómoda, pero aun así sintió que el hombre de verdad lo hacía con el corazón.
—Muchas gracias, señorita, y mil disculpas nuevamente — dijo para retirarse, no quiere que su jefe cambie de opinión.
La recepcionista estaba muda, no podía procesar lo que había pasado, hasta que se despabiló por fin.
—Presidente, lo siento, reconsidérelo por favor, solo me confundí por los antecedentes, yo… — pero fue interrumpida por Draco.
—No es así, no es por eso, es por mentir, por ser maliciosa y anunciar a los guardias que la señorita era violenta, eso fue adrede y con malicia, eso no lo permito, eso es lo que hace que la despida — dijo para tomar a Victoria por los hombros y guiarla hasta el ascensor privado, quería ver cómo estaba su brazo, ya que ella no ha dejado de frotarse la zona del agarre.