Lorena siempre ha amado a su esposo, ha sido su único amor desde la época de la escuela; sin embargo, ha descubierto algo terrible.
¿Podrá Lorena soportar todo y volver a empezar?
Gabriel lleva cargando por años una culpa que no logra superar; se muestra frío y distante para que no descubran su debilidad; mientras está inmerso en una carrera política que lo podría llevar a la presidencia.
¿Podrá algún día volver a amar?
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16. No quiero volver a sufrir una decepción
Lorena y Gabriel ingresaron a la sala principal de la residencia Larrea. Como siempre que escuchan el automóvil de su papá, Samantha y Alexandra bajaron las escaleras velozmente y se colgaron de los brazos de su padre, quien las abrazó y les dio un beso en la frente a cada una; a Lorena la escena le pareció muy tierna, pudo sentir el amor del padre a sus hijas y viceversa.
Cuando las niñas soltaron a su papá se dieron cuenta de la presencia de Lorena, y sonrieron emocionadas, le pidieron que se acercara y cada una de ellas le dio un beso en la mejilla.
- "Niñas, por favor vayan con la señora Margarita y le dicen que tendremos una invitada para la cena", expresó Gabriel.
- "¡Si!", exclamaron emocionadas las pequeñas y fueron veloces a la cocina.
Cuando se quedaron solos, Gabriel invitó a sentarse a Lorena.
- "Lamento lo que presenció", dijo Lorena.
- "Lo que ocurrió esta noche, ¿fue lo que la llevó a aceptar?", preguntó Gabriel, quien buscaba la verdad, y de la respuesta de Lorena dependía que él también siguiera con aquello.
- "(Con expresión serena) En parte sí, dijo una cierta cantidad de cosas que lastimaron mi orgullo, jamás creí que volvería a buscarme, no lo quiero en mi vida nunca más y creo que esta relación aunque ficticia hará que se quiten esas ideas tontas de su cabeza. Pero también acepté porque cuando noté que la prensa se acercaba me dio mucho miedo que usted pueda perder la elección por mi culpa; es de lejos el mejor candidato para ser presidente de nuestro país, lamento que en la política haya mucho de estrategia, y que los buenos terminen perdiendo por las maniobras de aquellos que siempre quieren su propio beneficio, no les importa el pueblo, se disfrazan de decencia, pero viven de la corrupción", manifestó Lorena.
Gabriel notó lo transparente que era ella, se había sentido mal de pedirle fingir una relación para proteger una elección; se sintió menos culpable cuando vio a su exesposo asediarla; por alguna razón detestaba que se le acercara, Lorena se merecía todo lo mejor y no aquel horrible trato que ofrecía aquel hombre.
Por otro lado, Augusto Cabrejos estaba verificando las redes sociales y los efectos de los rumores mal intencionados que el mismo había lanzado desde la clandestinidad, pues sus socios le cuestionaban qué haría para remediar el hecho de ser echado del equipo del candidato Larrea.
Por eso se ha reunido, con el principal contrincante de Gabriel, y se ha puesto a su disposición para socavar la integridad de quien hace poco trabajaba con él, y de paso vengarse por preferir a esa mujer antes que a él.
- "Interesante el efecto que puede provocar una mujer en la imagen de un político, pero aún no puedo asegurar que eso pueda resultar beneficioso, veremos a largo plazo el resultado, y de eso dependerá que pueda confiar en ti", dijo Lorenzo Salazar, candidato presidencial; solo para seguir asegurando el apoyo del hombre que tiene en frente, no tiene intención de tenerlo en su equipo, no puede confiar en un traidor, aunque antes le sacará todo el beneficio posible.
- "Cualquiera sea la reacción que tomen tendré el arma perfecta a cada paso, esa mujer será la ruina de Gabriel Larrea", expresó Augusto Cabrejos, en el fondo siempre ha menospreciado a las mujeres.
- "Eso espero, Augusto", manifestó Lorenzo.
Augusto recibió un vídeo del golpe que le dio Gabriel a Alberto, hizo una mueca extraña, pero no mencionó nada, debía guardar sus cartas hasta el momento exacto en que las necesitara. Así que solo mandó un mensaje "averigua quién es el hombre".
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Aunque costó trabajo por lo emocionada que estaban, lograron hacer dormir a Samantha y Alexandra; Lorena estaba tomando un té, hasta que las luces de dos vehículos se reflejaron en la ventana de la sala.
- "Deben ser Tomás, Patricia y Magaly; cualquier duda que tengas preguntas, así sean pequeños detalles, debes estar segura de querer hacer esto", dijo Gabriel.
- "¿Está realmente de acuerdo?, me ha dicho que soy una mujer maravillosa, pero de repente hay una persona que le interese, y esta relación falsa podría perjudicar lo que quiera intentar con ella", manifestó Lorena.
- "Si hubiese una mujer que me interesara, ni siquiera hubiese pensado en esta posibilidad. La que me preocupa es usted, tal vez pueda perder la posibilidad de conocer a alguien", expresó Gabriel.
- "No quiero volver a sufrir una decepción, yo solo quiero tener paz y ayudar a las personas que pueda. Por alguna razón el sueño que tenía para el futuro no se dio, tuve que replantearme otras opciones; así que no se preocupe esto no va a afectar alguna posibilidad romántica, eso ya lo dejé atrás", dijo Lorena con mirada serena.
Gabriel la quedó mirando, como alguien tan joven y tan hermosa como la mujer que tenía enfrente hablaba de esa manera, fácilmente podría tener una serie de pretendientes queriendo su amor; iba a decir algo cuando los visitantes llegaron.
Después de los saludos, Tomás sacó el contrato que había redactado, en dos juegos, para que los involucrados puedan leerlo.
Lorena estaba leyendo cada una de las cláusulas, jamás volvería a firmar algo sin tener absoluto cuidado de lo que decía.
- "Entiendo lo de acompañar en algunos mítines, lo de estar tomados de las manos, lo de tener algunas citas para el público de vez en cuando, y hasta los besos de roces de labios en contadas ocasiones (Gabriel tuvo que aclarar la garganta cuando lo escuchó en voz alta). Pero cómo es esto de que debemos compartir la habitación en los viajes que hagamos juntos a ciertos lugares. Esta relación falsa tiene límites y no voy a dormir con el señor Larrea", dijo Lorena, con una expresión extraña.
Gabriel no pudo evitar toser y luego fruncir el ceño, los demás estaban tratando de no reírse de la expresión de Lorena y Gabriel, había varias mujeres que con gusto compartirían la cama con uno de los hombres más cotizados del país; pero la mujer que iba hacer el papel de su novia, parecía que la estuvieran amenazando a hacer algo muy grave.