El Destino De Aria

A varios kilómetros del territorio vampiro, en el centro del continente, se encuentra la manada Moonlight que es la principal y sede de La Confederación.

La confederación fue instituida hace 2000 años, pero fue reestructurada 3 siglos después con la llegada los 4 hermanos a los diferentes territorios, tal como se lo había indicado la Diosa Luna.

100 años después dio inicio la gran guerra por la supervivencia de las razas, al finalizar y después de muchas perdidas invaluables, se estableció dos órdenes:

La primera orden está conformada por las cuatro de las razas predominantes: lobos, vampiros, magos – brujas y humanos, a los que llamaban hijos de la Luna.

La segunda orden es conformada por las razas que anteriormente no eran muy conocidas hasta el inicio de la gran guerra y se unieron a los hijos de la Luna para combatir al enemigo que amenazaba con extinguirlas, eran Ninfas, Hadas y Elfos o como los conocían hijos del bosque.

El soberano de la gran confederación era el Rey Alfa, el cual asumió este Lugar después de la gran guerra, por designio de la Gran Diosa Luna y con la aprobación de las razas.

Alexander Kane, actual Rey Alfa, a sus cortos 25 años, había logrado ser una gran líder, con su guía La Confederación y Moonlight se encontraba en su mejor época.

La presencia de Alexander intimida a quien se encuentra en su camino y no es por ser un hombre feo, sino todo lo contrario su tez clara, cabellos rubios, ojos azules como el mar caribe, cuerpo bien tonificado, hacían que cualquier mujer caiga rendida a sus pies, pero su mirada era fría, distante, su rostro siempre se mostraba inexpresivo, su porte imponente y el aura que siempre emitía lo hacían un hombre temido.

Alexander a pesar de ser Rey Alfa, lleva consigo un asunto pendiente que no lo ha dejado vivir por 15 años, el cual lo atormenta día y noche, encontrar al culpable de la muerte de su Padre el anterior Rey Alfa Amadeus y su madre, ha buscado por todos lados, pero no ha podido dar con el responsable.

ALEXANDER

(Pensando) No sé porque desde hace dos días me siento tan inquieto, tengo una angustia y opresión en el pecho, pero decido no darle importancia, seguramente se debe al aniversario luctuoso de mis padres que está próximo, hace 15 años les tendieron una trampa la cual no solo acabo con su vida y también con la de la madre y hermana de mi mejor amigo y Beta Aron.

KHAN (Lobo de Alexander)

No estoy seguro Alexander, esta sensación es diferente, se siente como el sufrimiento de alguien importante.

Alexander – No lo creo Khan, todas las personas valiosas están bajo resguardo, además esta sensación llego hace dos días, creo que se debe a qué pronto entraremos nuestra época de celo y vamos a tener que buscar a alguna mujer que nos ayude a sobrellevarlo (se me viene a la mente una pelirroja que conocí en un evento hace algunas semanas).

Khan – Eres un imbécil, si llegamos a encontrar a nuestra Luna y por tus calenturas nos rechaza te juro que no volverás a saber de mí nunca más.

Alexander - Hay Khan!! De verdad que a veces te pones insufrible. Cierro la conexión antes que ese lobo sé la dé por hacerla de mi conciencia y comience con algún sermón.

Me sirvo un vaso de whisky y me dirijo a la gran ventana de mi oficina, la cual está ubicada en el último piso desde ahí se puede observar todo Moonlight, cuando escucho la puerta de mi oficina abrirse no tengo que voltear para saber que es Aron quien acaba de entrar, es el único que se atrevería a ingresar sin llamar a la puerta.

Aron - Alfa Alexander, acaba de llamar su hermana y me pidió que le recordara enviar las invitaciones a los líderes de las manadas y demás razas de la confederación para la ceremonia luctuosa de sus padres que se realizará en tres meses, los cuales ya envíe si me permite agregar.

Alexander - Aron, cuántas veces te he dicho que cuando estemos solos debes llamarme Alexander, somos amigos y hemos crecido como hermanos, tu padre me crío y trato un hijo, además de ser mi mentor, todo lo que soy se lo debo a él.

Aron - Alexander, es justamente por mi padre que se me olvida llamarte por tu nombre, si él llegará a escuchar que no te guardo el debido respeto me podría cortar la cabeza, ya sabes el carácter que tiene.

Alexander- olvidaba lo temible que puede llegar a ser Albert, casi nunca sonríe, con la única persona que la he visto ser gentil es con Clarisa.

Aron - (con tono de ironía) Bueno en eso se parecen ambos, hasta pienso que tú pareces más su hijo de sangre que yo, tienen muchas cosas en común, sobre todo ese genio y el arte de asustar con la mirada. (Curva los labios con una pequeña sonrisa).

Alexander - Sabes que los sucesos de hacé 15 años aún no lo he podido superar. (mirada al vacío y nostalgia).

Aron - Hasta en eso se parecen, desde la muerte de mi madre y hermana, él jamás volvió a ser el mismo siempre se ha culpado por no haberlas protegido, en alguna ocasión le escuché decir que no merece ser el protector y guardián del linaje Real y ha fallado al juramento que hizo mi bisabuelo William a la Diosa Luna al igual que a ti. El único atisbo de gentileza que visto en él es cuando está con Clarisa, en ella ve el recuerdo de mi hermana y sabes (tono de nostalgia) en estos días está peor, hace dos días ella debió cumplir 18 años, debía ser una fecha feliz, conoceríamos a su loba y se habría convertido en la nueva protectora y guardiana del linaje Real y las manadas, pero nada de eso fue posible.

Alexander - Si hay alguien que no es digno de estar en el lugar que está, ese soy yo; el causante de que Albert no haya podido cumplir con su deber ese he sido yo, fui yo quien no quiso ir a esa asamblea y Albert no tuvo más remedio que quedarse a cuidar de mí.(volteo y camino hacia el ventanal, mirando a Moonlight con la mirada sombría) Eso es algo que nunca podre perdonarme, por mi inmadurez no quise ir a la asamblea en el territorio vampiro, todo por asistir a ese estúpido evento en la académica, quizá si no me hubiera encaprichado, Albert hubiera estado con mi padre y juntos habrían acabado con los Rogue que los atacaron, no había mejores guerreros que el Gran Alfa Amadeus y el guardián Albert, su conexión en batalla era sin igual.

Siento la mano de Aron sobre mi hombro, aunque sé que él no me culpa por eso, pero eso no quita de mi mente y corazón ese sentimiento.

Este es uno de los motivos (mirada fría e intimidante) por lo que no puedo abandonar el objetivo de encontrar a los asesinos y los haré pagar muy caro.