Apolo Becker, director general viudo y padre en solitario, vive en Alemania.
Conoce a una mujer pensando que sería la tía de su hijo, pero un accidente cambió la vida de dos personas, el destino trajo un nuevo amor a su vida.
Abigail Miller tiene un accidente y es llevada a otro país por error.
Tendrá que elegir entre su pasado y su presente.
En el pasado, dejó a un prometido que cree que no sobrevivió al accidente.
En el presente, conoce a un padre con su hijo, donde vivirá una hermosa historia de amor.
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Capítulo 6
Sabrina se va y Apolo intenta calmar a su hijo que llora.
Apolo Becker
-Hijo, cálmate y no llores, tu tía está aquí con nosotros.
Abigail Miller
Abrazo a Adam que está en el regazo de Apolo y le digo que no es para escuchar lo que dijo Sabrina.
- ¿Vamos a dar un paseo?
Acuerdan ir a un parque con un lago.
Apolo Becker
-¡Estamos allí!
Los tres nos sentamos y Adam se va a jugar con unos niños que están cerca de nosotros.
- Abigail, siento lo de hoy, lo de Sabrina.
Abigail Miller
-Es tu novia, pero si se mete conmigo o con Adam, no voy a dejar de defendernos porque esté contigo.
Apolo Becker
-Eso ya no va a pasar, he roto con ella.
- Abigail, esta última semana ha sido dura para mí, estar a tu lado y no poder besarte ni siquiera tenerte en mis brazos, sé que no debería, eres la tía de mi hijo, la hermana de Áurea, pero no puedo negar lo que siento.
Abigail Miller
-Sigo oyendo que se declara y pienso que no debería relacionarme, no sería correcto.
- ¡Apolo, no puedo!
Apolo Becker
-¿Qué no puedes hacer?
Abigail Miller
-¡Te quiero!
Apolo Becker
-Yo tampoco podría, pero estoy aquí a tu lado, diciéndote lo que siento.
- Sólo pido una oportunidad para hacerte feliz.
Abigail Miller
- ¿Qué me asegura que no sólo te sientes atraído por mí? Puedes estar confundido, me parece, que saliste con Sabrina durante un año, pero ella era sólo un pasatiempo para ti.
Apolo Becker
-Entiendo tus razones, pero sólo salí con Sabrina por su insistencia, siempre fui honesto con ella, cada vez que venía a hablar de matrimonio, siempre me echaba para atrás y decía que no estaba preparado.
Abigail Miller
¿Qué te hace saber que tus sentimientos por mí no son los mismos que tenías por Sabrina?
Apolo Becker
-Que si hoy dices que me aceptas en tu vida, me casaría contigo.
No me importaría nada más, sólo hacerte feliz.
Abigail Miller
-Está bien Apolo, te daré una oportunidad, pero no pierdas la oportunidad que te estoy dando, porque no soy como Sabrina que se puede ir a su casa después de que termines, soy la tía de tu hijo y esto no terminará nunca, aunque entre los dos no funcione.
Apolo Becker
- No dejaré que eso ocurra, aprovecharé la oportunidad.
Me acerco a ella y la beso.
Nos quedamos allí en el parque mirando a Adam y mirándonos el uno al otro, parecíamos dos adultos tratando de controlar sus deseos carnales.
Abigail Miller
Era difícil mirarlo con esa mirada seductora, mirándome fijamente, parecía tener un poder sobre mí que me dejaba sin entender por qué me sentía así.
Salimos del parque y al cabo de unos minutos llegamos a casa, Adam se fue a su habitación a ducharse con la niñera y yo a la mía.
Apolo Becker
Estaba en mi habitación y mi cuerpo y mi mente sólo me pedían una cosa, ir a su habitación.
Como por impulso me dirigí a su habitación, llamé a la puerta y se abrió, donde la levanté y entré, la besé como si dependiera de su boca y lo único que necesitaba era a ella por todas partes.

Apolo y Abigail( Foto tomada de internet)
Abigail Miller
Vino a mi habitación y me levantó y me puso en una mesa junto al balcón, me puso muy cachonda, me sentí presa y a la vez cazadora.
A medida que nuestro beso se volvía más y más intenso, más tocaba su cuerpo, sentía su espalda colocando mis manos en su cuerpo.
Me besa el cuello y luego lo sujeta con sus manos tocando mi nuca, mi cuerpo ardía de deseo por él.
- ¡Apolo, te quiero!
Apolo Becker
No puedo entender lo que estaba pasando allí en su habitación, éramos como dos animales sedientos de la carne del otro, no me sentía yo mismo, parecía como si estuviera bajo el efecto de un veneno en el que ella tenía el antídoto, era como si en ese momento tuviera que tenerla para seguir respirando, La escucho decirme que me desea y ese fue el ápice que me hizo tirarla sobre la cama y aún besando cada parte de su cuerpo, nos quitamos cada pieza de ropa que aún teníamos sobre nuestra piel, dejando sólo mi piel sobre la suya, unidos y sedientos de cada centímetro del cuerpo del otro.
Abigail Miller
Hicimos el amor aquel sábado soleado, cerca del comienzo de la tarde, fue tan devastador e intenso que me desperté, miré a mi alrededor y la habitación parecía haber sufrido el impacto con nuestro deseo, tenía pinta de haber recibido una paliza bien dada y Apolo seguía durmiendo, me levanto muy despacio y salgo hacia el baño.
Abro la ducha y dejo que el agua corra por mi cuerpo que estaba todo dolorido, apenas podía ponerme de pie con mis piernas que parecían no tener fuerza para sostener mi cuerpo, siento el toque de una mano en mi cintura y veo que es Apolo que ya estaba a mi lado, desnudo mojando su cuerpo junto al mío.
