Renasci

El acuerdo de matrimonio entre Kaiden y Veridia se había roto. La noticia se extendió rápidamente por todo el reino, causando una gran conmoción entre los nobles y ciudadanos. El emperador, después de enterarse de lo que la princesa había intentado hacer, envió un mensaje al reino de Eldoria, rechazando cualquier acuerdo de paz.

Me encontraba en la sala del trono junto a Kaiden y el emperador, observando cómo el mensajero entregaba la carta a un emisario de Eldoria. La tensión en el aire era palpable.

—Esto es inaceptable —declaró el emisario, su rostro enrojecido de ira—. El reino de Eldoria no tolerará tal afrenta. Exigimos una explicación.

El emperador se levantó de su trono, su expresión firme e implacable.

—La princesa Veridia intentó usar magia oscura contra mi hijo, el príncipe Kaiden. Tal acto es un crimen grave que no puede ser ignorado ni perdonado. Por eso, hemos decidido romper todos los acuerdos con Eldoria —respondió con autoridad.

El emisario frunció el ceño, pero no pudo refutar las palabras del emperador. Sabía que el uso de magia oscura era un delito imperdonable en ambos reinos.

—Transmitiré el mensaje a mi rey. Pero sepan que esta decisión no quedará sin consecuencias —dijo el emisario antes de marcharse.

Vi cómo Kaiden suspiraba, sintiendo el peso de la situación. Sabía que la ruptura del acuerdo de matrimonio y la declaración del emperador podían llevar a una guerra inevitable.

—Padre, debemos estar preparados. Eldoria no aceptará esta decisión sin luchar —dijo Kaiden, mirando al emperador.

El emperador asintió, su rostro reflejando la preocupación que todos sentíamos.

—Lo sé, hijo. Debemos reunir a nuestros aliados y fortalecer nuestras defensas. No podemos permitir que Eldoria nos tome por sorpresa —respondió con firmeza.

Me acerqué a Kaiden y tomé su mano, sintiendo la misma preocupación y tensión, pero también una profunda resolución de enfrentar cualquier adversidad juntos.

—Estamos juntos en esto, Kaiden. No importa lo que venga, lucharemos unidos —dije con firmeza.

Kaiden me devolvió la mirada, y pude ver una nueva oleada de fuerza y confianza en sus ojos. Sabía que, con él a mi lado, podríamos superar cualquier obstáculo.

El emperador se volvió hacia nosotros, su expresión suavizándose ligeramente.

—Ustedes siguen esforzándose por estar juntos, supongo que no puedo oponerme —dijo.

Kaiden y yo nos miramos sorprendidos y aliviados de que nuestro compromiso nuevamente estuviera permitido. Sentí una oleada de esperanza al saber que el emperador aceptaba nuestra relación.

En ese momento, la puerta del salón del trono se abrió de golpe y Evander entró a toda prisa.

—Padre —dijo, mientras recuperaba el aliento—, la princesa Veridia ha sido encontrada muerta a las afueras de la ciudad.

El silencio cayó sobre la sala del trono como una pesada manta. Las palabras de Evander resonaron en mi mente, dejando un vacío inquietante en el aire. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda mientras procesaba la noticia.

El emperador se levantó lentamente, su rostro reflejando una mezcla de shock y dolor.

—¿Cómo ha ocurrido esto? —preguntó con voz apagada, mirando a Evander.

—No lo sabemos con certeza, padre. Sus guardias la encontraron esta mañana. No había signos evidentes de lucha, pero sospechamos que pudo haber sido magia oscura —respondió Evander, su voz temblando ligeramente.

Kaiden y yo nos miramos, conscientes de lo que esto podría significar. Tal vez todo estaba relacionado: el demonio y Veridia usando magia negra.

No podíamos seguir ocultando la situación con el demonio. No podía revelar que esta era mi tercera vida, pero por lo menos debía hablar sobre nuestro encuentro con el demonio y la sospecha de que todo estaba relacionado.

—Hay algo más que debemos compartir —dije, tomando la mano de Kaiden con fuerza. Sentía su apoyo y fortaleza en ese gesto, y eso me daba el valor necesario para continuar—. Creo que todo esto está relacionado con el demonio que se encontraba en el bosque de la mansión Valois —dije, comenzando a explicarme—. Ese día descubrimos que tengo poder sagrado —continué—, y el día que me desmayé pude verlo de nuevo. Me advirtió que no había muerto y que volvería por mí. Quiere el poder sagrado que poseo y corromperlo para así hacerse más fuerte.

El silencio en la sala del trono se hizo más profundo mientras mis palabras eran asimiladas. El emperador, Kaiden y Evander me miraban con una mezcla de asombro y preocupación.

—¿Un demonio en el bosque de la mansión Valois? —repitió el emperador, su voz apenas un susurro. Sus ojos se endurecieron al comprender la gravedad de la situación.

Kaiden apretó mi mano con más fuerza, brindándome su apoyo.

—Lo enfrentamos juntos, pero el demonio logró escapar. Desde entonces, hemos estado en alerta, sabiendo que intentaría corromper el poder de Andaira. Ahora creemos que pudo haber influido en Veridia para que utilizara magia negra —añadió Kaiden, su voz firme y decidida.

El emperador asintió lentamente, procesando la información.

—Esto es más serio de lo que imaginábamos. Si el demonio está detrás de todo esto, debemos actuar con rapidez y determinación —dijo, su voz volviendo a su tono autoritario—. Evander, organiza una investigación exhaustiva. Quiero saber todo lo que podamos sobre este demonio y sus posibles alianzas.

Evander asintió, su rostro mostrando la misma preocupación y resolución que el resto de nosotros.

—Empezaremos de inmediato, padre. No descansaremos hasta descubrir la verdad y detener esta amenaza —respondió con determinación.

Mientras Evander se retiraba para comenzar la investigación, el emperador se volvió hacia Kaiden y hacia mí.

—Kaiden, Andaira, su valentía y honestidad son admirables. Sabemos que la situación es peligrosa, pero confío en que juntos podrán superar este desafío. Tienen todo nuestro apoyo —dijo, su voz suave pero firme.

Sentí una oleada de alivio y fuerza al saber que no estábamos solos en esta lucha. Kaiden y yo nos miramos, conscientes del desafío que teníamos por delante.

—Gracias, padre. No permitiremos que el demonio corrompa el poder sagrado de Andaira y destruya nuestro reino —dijo Kaiden con resolución.

Asentí, sintiendo una nueva ola de coraje.

—Juntos enfrentaremos cualquier adversidad. No dejaremos que el mal triunfe —respondí con convicción.

Sabía que el camino por delante sería difícil y lleno de peligros, pero también sabía que, con Kaiden y el apoyo de nuestros aliados, podríamos superar cualquier obstáculo. Juntos, lucharíamos por proteger nuestro reino y a quienes amábamos.