La Reencarnación de la Reina de la Mafia

El pasillo de la escuela todavía estaba lleno de susurros y miradas sorprendidas después de que Aurora, en el cuerpo de Elena Zhao, rechazara públicamente a Jiang Han.

Algo imposible para la antigua Elena.

Pero no para Aurora De Luca.

No le importaban los comentarios de la gente. Para Aurora, Jiang Han y todos los que habían traicionado a Elena eran solo una afrenta que debía ser eliminada.

Sin embargo, esto no había terminado.

Porque el hombre pronto mostraría su verdadero rostro.

Confrontación en el Jardín Trasero

Aproximadamente media hora después del incidente en el pasillo, Aurora estaba sentada tranquilamente en el jardín trasero de la escuela, un lugar que solía ser su refugio.

Antes, a Elena le gustaba estar sola aquí.

Pero ¿Aurora?

Solo estaba esperando que un ratón viniera a ella.

Y, efectivamente.

Tap. Tap. Tap.

Se escuchó el sonido de pasos acercándose.

Aurora no necesitaba voltear para saber quién era.

"Elena Zhao".

Jiang Han estaba de pie detrás de ella, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, su rostro adornado con una sonrisa burlona forzada.

"Eres bastante valiente, ¿eh? ¿Desafiándome en público?"

Aurora no respondió de inmediato.

En cambio, sonrió levemente, luego se giró lentamente para mirar a Jiang Han.

"¿Por qué?", preguntó con indiferencia. "¿No te gusta?"

Jiang Han entrecerró los ojos.

"¿Te has vuelto loca?", dijo bruscamente. "¿Quién te crees que eres para decirme cosas así?"

Aurora se rió suavemente.

Qué gracioso.

Antes, Jiang Han disfrutaba cuando Elena Zhao era humillada, pero ahora, cuando las cosas han cambiado un poco, ¿no puede aceptarlo?

Jiang Han se acercó, su expresión se oscureció aún más. "Escucha, Elena. He sido lo suficientemente paciente contigo. No pienses que solo porque actúas un poco valiente, puedes cambiar tu destino".

Aurora permaneció tranquila, pero en su corazón, ya estaba harta de las tonterías de este hombre.

¿Jiang Han pensaba que todavía podía controlarla?

Qué tonto.

"¿De verdad crees que me importas?", Jiang Han se rió con cinismo. "Eres solo una carga, Elena. Solo te tolero porque tu familia me obliga".

Aurora levantó una ceja. "¿En serio?"

Jiang Han sonrió con desprecio. "No eres más que un trampolín para mí".

Aurora fingió pensar. "Entonces... debes sentirte muy frustrado por no poder deshacerte de mí, ¿verdad?"

El rostro de Jiang Han se tensó.

Porque era verdad.

Desde el principio, este compromiso no era su voluntad. Su padre lo ató en un matrimonio arreglado con la familia Zhao por intereses comerciales.

Durante todo este tiempo, permitió que Elena fuera humillada y torturada porque esperaba que la chica se rindiera por sí misma.

Pero ahora, ¿esta chica está contraatacando?

Jiang Han apretó el puño.

"Escucha bien, Elena, nunca te he amado. Ya tengo a alguien que quiero".

Y como para asegurarse de herir el corazón de la chica, de repente la mano de Jiang Han agarró la cintura de una chica que acababa de aparecer de detrás de los árboles.

Aurora solo se quedó sentada en silencio, esperando con calma.

Y apareció Shen Yue.

Shen Yue, la Cerebro Detrás de la Humillación

Shen Yue estaba de pie junto a Jiang Han con una sonrisa victoriosa en su rostro.

"Oh, lo siento", dijo fingiendo una dulce sonrisa. "Parece que estoy interrumpiendo su conversación".

Aurora permaneció en silencio, solo los miraba con ojos llenos de aburrimiento.

Shen Yue rodeó con su brazo el de Jiang Han, luego apoyó deliberadamente su cabeza en el hombro del hombre.

"Elena, no te importa, ¿verdad?", dijo con un tono cínico. "Jiang Han y yo hemos estado juntos desde hace mucho tiempo".

Aurora casi quiso reír.

¿Pensaban que esto la lastimaría?

Shen Yue sonrió satisfecha al ver que no había reacción por parte de Aurora.

"¿No lo recuerdas?", continuó, su voz llena de falsedad. "En mi fiesta de cumpleaños el año pasado, Jiang Han prefirió acompañarme en lugar de pasar tiempo contigo".

Una de las chicas que siempre seguía a Shen Yue se rió entre dientes. "¡Y durante el festival deportivo! No sabes cuántas veces Jiang Han fue a su habitación por la noche".

Aurora todavía no mostraba ninguna emoción.

En cambio, apoyó su cuerpo en la banca del parque, mirándolos con una sonrisa fría.

Jiang Han frunció el ceño.

¿Por qué su reacción era diferente?

"Elena, no te sientes... ¿dolida?", preguntó, confundido.

Aurora se encogió de hombros. "¿Debería?"

Shen Yue se sobresaltó.

Normalmente, Elena lloraría o saldría corriendo con el rostro desesperado.

Pero esta chica...?

Se veía... despreocupada.

Jiang Han se burló, tratando de ocultar su incomodidad. "No importa. Solo quería que supieras la verdad".

Rodeó con su brazo el hombro de Shen Yue, como si mostrara a quién había elegido realmente.

"Así que, termina con todo esto. No pienses que puedes actuar como si fueras valiosa. No significas nada para mí".

Shen Yue sonrió satisfecha, pensando que finalmente habían destrozado a Elena.

Pero entonces, Aurora se echó a reír.

Reír.

No una risa triste, no una risa desesperada.

Sino una risa fría y llena de burla.

Jiang Han y Shen Yue se congelaron de inmediato.

Aurora se levantó lentamente, se acercó a ellos y dijo en voz baja: "¿Así que esto es lo que querían mostrarme?"

Miró a Jiang Han con una mirada penetrante, y por primera vez, el hombre se sintió... incómodo.

Aurora se acercó, luego susurró al oído de Jiang Han: "Si quieres destruir a alguien, asegúrate de que esté realmente destruido".

Jiang Han se tensó.

"No me importas", continuó Aurora en voz baja, su voz llena de amenaza. "Pero deberías preocuparte por mí".

Se alejó y los miró a ambos con una sonrisa fría.

"Porque algún día..."

Aurora entrecerró los ojos.

"Haré que ambos se arrodillen ante mí, pidiendo clemencia".

Y sin esperar su respuesta, Aurora se dio la vuelta y se fue, dejando a ambos todavía en silencio con el rostro pálido.

Hoy es el día en que Jiang Han y Shen Yue pensaron que habían ganado la guerra.

Pero no lo sabían.

Acababan de comenzar una guerra con el verdadero demonio.