Dicen que lo prohibido es mas tentador y se desea con locura, es lo que ocurre en esta historia Zoe se encuentra en una gran contradiccion se ha enamorado u obsesionado con el unico hombre prohibido para ella, su vida cambiara drasticamente a causa de ese sentimiento.
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Cap 6: Madurar a la mala.
La ruptura afecto mucho a mamá, se deprimió muchísimo, pero se levantaba a abrir nuestra tienda.
Teníamos dinero por un par de meses, pero no seria para siempre.
Las burlas en el colegio por la boda de Pablo con una mujer rica y que le daría un hijo continuaron.
Hacía de cuenta que no me importaba, pero si me afectaba mucho.
El que se expresaran tan mal de mi madre, me enojaba.
Joaquín parecía disfrutar e incitaba a otros a que continuaran.
Agradecía que estábamos cerca de culminar el año escolar.
Un poco más decía cada día antes de que la mama de Mía pasara por mí.
La mirada triste de mamá y sus marcadas ojeras me confirmaban lo mal que la estaba pasando.
Me esforcé mucho más en el colegio y obtuve calificación perfecta en todas las evaluaciones.
Mes y medio más tarde culminamos el quinto grado, recibí un certificado por obtener el primer lugar en mi sección, Joaquín obtuvo el segundo y lo vi marcharse enojado, mientras Cristina lo reprendía.
La sonrisa de mamá no llegaba a sus ojos que demostraban la profunda tristeza.
El dinero comenzaba a disminuir, por lo que nos cambiamos al piso inferior y arrendamos el superior.
Los inquilinos era amables y respetuosos, una familia de cuatro, Manuel, Karen y sus hijos Kevin y Kendra.
Kevin de 14 años y Kendra tenia mi edad 12 años.
Kevin 14 años inquilino de Zoe.
Kendra 12 años amiga de Zoe.
No hicimos buenas amigas prontamente.
Para mi sexto grado no pude continuar en el colegio privado y la verdad no deseaba hacerlo, así que mama retiro mis documentos.
El rector no quería que me fuera y le ofreció a mi madre media beca, pero yo dije que no.
Estaba cansada del bullying que recibía constantemente.
Fui inscrita en el colegio público cerca de mi casa y por suerte quede en la misma sección que Kendra.
Para las vacaciones me fui unos días con los abuelos al campo.
Disfrute con mis primos y tíos como hacia un año atrás.
Kendra me dijo que mi mamá estaba saliendo en las noches y llegaba ebria.
Respire frustrada aquí vamos de nuevo pensé.
Las ventas en vacaciones disminuyeron drásticamente y casi ni abría el negocio.
Volvimos a solo una semana de habernos ido, por mi preocupación.
Las salidas no se detuvieron porque estuviera en casa, mamá volvió a sus andanzas.
Con Kendra nos ocupamos de la tienda, cerca del inicio de clase.
La mamá de Mia nos llevó a comprar para reabastecer las vitrinas.
Al comprar al mayor obtenía buenos precios y podía vender económico.
Pablo me decía, no vendas caro princesa, es mejor vender barato en cantidad, que vender caro, pero poco.
Kevin se unió a nosotras porque no dábamos abasto.
Todas las mamitas compraban en la tienda los útiles para el regreso a clases.
Y en tres días lo que habíamos traído se agotó por lo que volvimos por más mercancía.
Como compensación le obsequié todos los utiles a Kendra y a Kevin.
Su mamá estaba feliz y su padre aliviado no estaban en un buen momento económico.
Pronto iniciaríamos actividades escolares y le propuse a Karen trabajar en la tienda, mamá estaba más ausente que presente.
Con 12 años debía buscar como mantenernos.
Mi escape era el baile aún me quedaban varios meses pagos en la academia y los aprovechaba al máximo.
Adaptarme en el nuevo colegio fue fácil, iba más avanzada en comparación a ellos.
Era la ventaja del colegio privado, la enseñanza era superior.
Bueno si aprovechas el aprendizaje claro esta.
Siempre fui una niña centrada, pero me toco madurar antes de tiempo, mi madre era la adulta en casa y se comportaba como la adolescente problemática.
Pensé seriamente en irme con mis abuelos, pero sería darle la espalda.
Karen me brindaba cariño y apoyo emocional.
De Lucho no he sabido nada en meses, ni me felicitó en mi cumpleaños, pero agradezco que así sea.
Las cosas se ponían peor con el pasar de las semanas y la verdad tanta carga emocional comenzaba a afectarme.
Acudí al psicólogo del colegio por ayuda, fue muy bueno tener un punto de vista médico.
A causa del mal comportamiento de mi madre varios chicos hacían comentarios hirientes que me afectaban se lo hice saber, pero ella todo lo veía normal.
La situación llego a un punto insostenible, mi madre traía a sus novios a casa y tenía sexo en cualquier lugar sin importarle que los viera.
Cansada de la situación le di un ultimátum o se controlaba o debía marcharse de la casa.
Por primera vez mi madre me golpeo, pero luego se arrepintió y se desmorono llorando.
Eso fue como el stop para su locura.
Estuvo sobria un largo tiempo, comenzó a hacer el aseo, ya no salía tanto y no traía hombres a casa.
La vida tranquila que teníamos junto Pablo no regresaría eso era más que seguro, pero por lo menos veía que se preocupaba por mí.
Un día llego armo una maleta y se fue de viaje con su novio, dijo sería una semana.
Me quede en shock y cuando intente replicar salió rápido dejándome con la palabra en la boca.
Estaba cerca de cumplir 13, durante la noche me sentí mal y no tenía a quien llamar.
Llore mucho, no fui al colegio porque me quede dormida.
Karen quien vio a mi madre irse con una maleta supuso que también salí con ella.
Le extraño no dejarle las llaves del negocio y se fue a hacer sus compras.
Me desperté pasado el medio día, con un fuerte dolor de cabeza y con mucha incomodidad en mi abdomen bajo.
Cuando fui al baño estaba sangrando, no sabía que ocurría, estaba muy asustada totalmentete sola en casa.
Busque información en internet y decía que estaba viendo mi primera menstruación.
Busque toallas sanitarias en la habitación de mi madre, pero no tenía.
Me senté en el suelo a llorar.
Si llamaba a mi abuela se asustaría y lo peor era que no estaban porque mi tío enfermo u fueron al campo.
Kendra estaba en clase, Llame a Karen y su celular sonaba ocupado.
Mi última opción fue la madre de Mía.
Con voz sollozante le explique la situación, me tranquilizo diciendo que ya venía.
Minutos más tarde estaba tocando la puerta como pude me levante los cólicos eran realmente fuertes.
Marina la madre de Mía me ayudo a llegar al baño.
Me explivo como colocarme la toalla, me ayudo a vestir, cepillo mi cabello, me dio un analgesico.
Preparo una sopa para que comiera.
Lo que debía hacer mi madre, lo estaba haciendo otra persona que no tenía obligación alguna conmigo.
Ni de la menstruación me había hablado.