El tema será una historia de amor y misterio ambientada en un pequeño pueblo costero
NovelToon tiene autorización de Mauricio Olivo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
La Sombra del Pasado
Los días siguientes fueron una mezcla de investigación y cautela para Clara. Sabía que debía moverse con cuidado, pero también estaba decidida a desentrañar el misterio del tesoro y el peligro que lo rodeaba. Pasó horas revisando los documentos y cartas que había encontrado, tratando de conectar los puntos y entender mejor el contexto.Una mañana, mientras caminaba por el mercado del pueblo, notó a un hombre que parecía estar observándola desde lejos. Era alto, con una barba descuidada y una mirada penetrante. Clara sintió un escalofrío al darse cuenta de que podría estar siendo vigilada. Decidió seguir con su rutina como si no hubiera notado nada, pero se mantuvo alerta.Esa tarde, regresó a casa y se aseguró de que todas las puertas y ventanas estuvieran bien cerradas. Sentía que el peligro se acercaba, pero no dejaría que eso la detuviera. Sabía que necesitaba hablar con Don Ramiro y Doña Emilia sobre sus sospechas y pedirles su consejo.Don Ramiro la recibió en su casa con su habitual hospitalidad, pero Clara notó una sombra de preocupación en sus ojos cuando le contó sobre el hombre en el mercado.—Clara, esto es serio. Si alguien te está siguiendo, podría significar que saben más de lo que pensamos. Debes tener mucho cuidado y no confiar en nadie que no conozcas bien —dijo Don Ramiro, con voz grave.Clara asintió, sintiéndose abrumada por la situación.—¿Qué puedo hacer, Don Ramiro? No quiero poner en peligro a nadie, pero tampoco puedo dejar de investigar. Necesito encontrar la verdad sobre Alejandro y proteger el legado de Teresa —
Don Ramiro pensó por un momento, luego habló con determinación.—Debes seguir adelante, pero con cautela. Mantén cerca a las personas en las que confías y evita a aquellos que puedan tener segundas intenciones. Si necesitas ayuda, siempre puedes contar conmigo y con Doña Emilia.Clara agradeció las palabras de Don Ramiro y prometió ser cuidadosa. Decidió visitar a Doña Emilia de inmediato para compartir sus preocupaciones y pedirle consejo.Al llegar a la biblioteca, encontró a Doña Emilia revisando unos archivos antiguos. La mujer la miró con una sonrisa cuando la vio, pero pronto su expresión se tornó seria al escuchar lo que Clara tenía que decir.—Doña Emilia, creo que alguien me está siguiendo. Un hombre en el mercado me observaba con insistencia. Estoy preocupada —confesó Clara.Doña Emilia frunció el ceño y asintió lentamente.—Es probable que haya personas en el pueblo que aún estén interesadas en el tesoro. Necesitamos ser discretas. Tengo una idea, pero requerirá algo de tiempo y paciencia —dijo Doña Emilia, con una chispa de determinación en sus ojos.—¿Qué sugieres? —preguntó Clara, intrigada.—Podemos usar la historia del tesoro a nuestro favor. Dejar pistas falsas y desviar la atención de aquellos que puedan estar siguiéndote. Mientras tanto, continuamos investigando en secreto —explicó Doña Emilia, con un aire de conspiración.Clara asintió, viendo la lógica en el plan. Decidieron empezar a trabajar en pistas falsas y desinformación que podrían confundir a cualquier posible perseguidor.Durante las siguientes semanas, Clara y Doña Emilia se dedicaron a su plan. Dejaron mensajes crípticos en lugares estratégicos del pueblo y comenzaron a hablar abiertamente sobre el tesoro en público, pero siempre con detalles falsos. Al mismo tiempo, Clara continuó investigando discretamente.Una tarde, mientras Clara revisaba nuevamente los documentos que había encontrado en la cueva, descubrió una carta que no había notado antes. Estaba escrita en un papel amarillo y gastado, con una caligrafía diferente a la de Teresa. Parecía ser de alguien más involucrado en la expedición de Alejandro."Querido Alejandro,Espero que este mensaje te llegue a tiempo. He descubierto que no todos en nuestra expedición son dignos de confianza. Algunos planean traicionarnos y quedarse con el tesoro. Debemos ser cuidadosos y esconderlo bien. Sé que confías en Teresa, y estoy de acuerdo en que es la mejor opción para protegerlo. Si algo me sucede, quiero que sepas que he dejado pistas adicionales en el lugar donde solíamos reunirnos. Cuida de ti mismo y de Teresa.Con aprecio, Marcos"Clara sintió un escalofrío al leer la carta. Ahora tenía una nueva pista: debía encontrar el lugar donde Alejandro y Marcos solían reunirse. Decidió que necesitaba hablar con Rodrigo nuevamente, ya que él podría saber a qué lugar se refería Marcos.Esa noche, Clara se dirigió a la casa de Rodrigo, asegurándose de no ser seguida. Al llegar, Rodrigo la recibió con una expresión preocupada.—Clara, ¿qué te trae por aquí tan tarde? —preguntó, notando la urgencia en sus ojos.—Encontré una carta de alguien llamado Marcos. Menciona un lugar donde solían reunirse. Necesito saber dónde es —dijo Clara, mostrando la carta a Rodrigo.Rodrigo tomó la carta y la leyó con atención, luego asintió.—Marcos era un buen amigo de Alejandro. Solían reunirse en una cabaña abandonada en el bosque, no muy lejos de aquí. Si hay pistas adicionales, es probable que estén allí —dijo Rodrigo, devolviendo la carta.Clara sintió una mezcla de emoción y ansiedad. Sabía que debía investigar la cabaña, pero también debía ser extremadamente cuidadosa. Agradeció a Rodrigo por la información y decidió que iría a la cabaña al día siguiente, en compañía de Don Ramiro y Doña Emilia.A la mañana siguiente, Clara se reunió con Don Ramiro y Doña Emilia para explicarles el nuevo descubrimiento. Ambos aceptaron acompañarla a la cabaña, conscientes del peligro pero también de la importancia de la misión.El camino hacia la cabaña era largo y sinuoso, atravesando un denso bosque que parecía susurrar secretos en cada rincón. Finalmente, llegaron a una pequeña construcción de madera, medio oculta por la vegetación. Clara sintió un escalofrío al acercarse a la puerta, pero la determinación la impulsó a seguir adelante.La cabaña estaba en mal estado, con las ventanas rotas y la madera carcomida por los años. Entraron con cautela, iluminando el interior con linternas. La luz reveló una habitación polvorienta, llena de objetos antiguos y papeles esparcidos.Clara comenzó a buscar entre los papeles, mientras Don Ramiro y Doña Emilia exploraban el resto de la cabaña. Después de un rato, Clara encontró un cuaderno escondido bajo una tabla suelta del suelo. Lo abrió con manos temblorosas y descubrió que estaba lleno de anotaciones y mapas.—Creo que esto es lo que estamos buscando —dijo Clara, mostrando el cuaderno a sus acompañantes.Doña Emilia lo examinó detenidamente, sus ojos brillando de emoción.—Estas son las notas de Marcos. Detallan los movimientos de la expedición y contienen pistas sobre el tesoro. Pero también mencionan a personas que podrían haber estado detrás de Alejandro —dijo Doña Emilia, señalando algunos nombres en el cuaderno.Clara sintió que estaban más cerca de la verdad, pero también sabía que el peligro era real. Debían ser cuidadosos en su próxima movida. Mientras salían de la cabaña, Clara decidió que debía confrontar a aquellos cuyos nombres aparecían en el cuaderno, pero con la mayor discreción posible.Esa noche, de regreso en casa, Clara se sentó a reflexionar sobre los eventos recientes. Sabía que estaba adentrándose en un terreno peligroso, pero también sentía que tenía el deber de proteger el legado de Teresa y Alejandro. Con la ayuda de Don Ramiro y Doña Emilia, estaba decidida a llegar al fondo de este misterio, sin importar los riesgos.