Darnos cuenta, lo duro que es reconocer nuestros fracasos y errores
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La gran boda
Después que mis padres hablaron, llegaron al acuerdo de casarse, mi madre le puso la condición a mi padre de otra casa donde no tuviera malos recuerdos, él solo le dijo que la buscará élla, mi madre le dijo que fuera él, que si por élla fuera se quedaba dónde estamos. Él se rio y le dijo que aquí no hay espacio para mis regalos, mi madre únicamente hizo una mueca de desaprobación, yo únicamente me reí en ver a mi padre comportarse como un adolescente, él le dijo mañana nos casamos, élla abrio sus ojos de sorpresa y me dijo está loco este hombre, él le dijo mañana vienen por ti, la boda es a las diez, se fue din dejar que mamá hablara, yo le dije señora vamos de compras, cuando íbamos entrando a la casa, nos encontramos con muchos regalos, eran todos de mamá era su nuevo vestuario. Mi padre tenía todo planeado, realmente nuestra casa era pequeña para tantas cosas, llegó la mañana y un grupo de estilistas hicieron su entrada, arreglando a mi madre, se veía hermosa, esa mujer sencilla quedó espectacular, nunca me imaginé ver a mi madre como una reina, realmente era muy hermosa, su pélo suelto con sus hondas naturales y su maquillaje que resaltaba sus facciones, y su traje marcando sus atributos, no parecía que hubiera parido nunca, realmente era hermosa, el tío José vino por nosotras para llevarnos a la mansión de los abuelos, dónde se realizaría la boda, él la entregaría, lo que no sabíamos que se casaría por todo, después dél civil fue el religioso en los bellos jardines de la mansión, mi padre no dejaba sola a mi madre, tenía miedo que se escapará, yo solo reía de sus inseguridades, el abuelo les dio de regalo una mansión al lado de la de ellos, para estar cerca de sus bisnietos, después de la boda mis padres se fueron de viaje y papa solo me dijo, nos vemos dentro de un año yo pensé que era broma, pero ya hacen seis meses y no se nada de ellos, ya estamos viviendo en la mansión y mis abuelos me ayudan con mis hijos mientras yo trabajo.
Me levanto y doy gracias a Dios, por este nuevo día, oigo voces abajo y me levanto a ver qué pasa, eran mis padres y mis abuelos que habían regresado de su viaje de bodas, corrí a sus brazos y sentí la felicidad en el rostro de ellos, mi madre era otra mujer y mi padre, el más feliz, me contaron por donde habían paseado y todas las anécdotas de las loqueras de papá. Ahí comprendí que realmente él la amaba y ella aprendio a amarlo, al menos éllos eran felices, mi mamá muy apenada me llevo al cuarto y me dijo algo que me hizo reír de alegría, ella muy apenada pensando que me molestaría, estaba embarazada a sus 50 años, la abrace la bese y le dije que tenía que cuidarse por su edad, fue que me dijo que por eso regresaron, mi padre entro al cuarto y lo abrace y le dije yo estoy feliz, pero soy la consentida él se rio y me dijo si tú eres mi niña consentida, planifique una cita con el obstetra para el control de mi madre y valla sorpresa eran Trillizos mi padre estaba como loco y mis abuelos felices de tener una gran familia, mi padre se volvió muy extremo con los cuidados de mamá, no quería que hiciera nada, ella peleaba con él por eso, lo que si le dije que después de esto no podía salir embarazada y que teníamos que esterilizar por su salud, mi padre no le gusto mucho, pero estuvo de acuerdo.
Mamá se le escapaba al jardín a la casa de los abuelos y el se enoja, no quería que le pasará nada, tuve que hablar con él para que la dejara quieta ya que la tenía nerviosa y eso era malo para mis hermanos, y podía abortar, eso fue lo que freno a papá y mi madre descansó de su sobreprotección.
