La vida de Kitten siempre estuvo llena de dolor y humillaciones, condenada a vivir como una esclava en la casa del alfa. Ella era presa de las burlas de los cuatrillizos, hijos del alfa. Su único consuelo era que pronto tendría a su loba y con ello quizás encontraría a su mate.
Pero el destino se ensaña con ella cuando descubre que no solo tiene un mate, tiene cuatro y son aquellos que han hecho de su vida un infierno. Ante esto, Kitten teme aceptarlos por todo el dolor que le han hecho pasar, mientras que ellos buscan redimirse y ganarse su afecto, aunque sus personalidades arrogantes hacen difícil esta tarea.
¿Podrán los cuatro conseguir el perdón de Kitten y borrar todo el sufrimiento por el que la hicieron pasar?
NovelToon tiene autorización de Kathy Tallarico para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
14. La Promesa De Un Futuro Mejor
...POV Omnisciente...
El sol ya estaba alto en el cielo cuando Kattie abrió los ojos. Su cuerpo todavía dolía por la transformación de la noche anterior, pero había algo más que la inquietaba: el peso de las decisiones que tendría que tomar.
El cielo, despejado y brillante, anunciaba un nuevo día, uno lleno de expectativas y celebraciones para los cuatrillizos, pero también uno que traía consigo la sombra de los recuerdos dolorosos que cargaba.
La habitación era acogedora, con paredes de madera cálida y una gran ventana que dejaba entrar la luz natural. Podía ver el bosque afuera, con los árboles altos y el suelo cubierto de hojas.
— ¿Dónde estoy? — logró preguntar con voz débil.
— En una cabaña en el bosque, no muy lejos de la casa principal — explicó Ian — Después de que te desmayaste, Alex y Sam querían llevarte directamente a la casa, pero Axel y yo pensamos que sería mejor un lugar más tranquilo para que pudieras recuperarte sin tanto alboroto.
Kattie notó entonces que, aunque la habitación estaba en silencio, no estaban solos. Axel estaba sentado en una silla junto a la ventana, con la mirada fija en la nada. Al ver que Kattie se despertaba, se levantó rápidamente y se acercó a la cama.
— ¿Cómo te sientes? — preguntó, su voz era suave pero con un tono de preocupación genuina.
Kattie miró a Axel, luego a Ian, quien mostraba una expresión que mezclaba preocupación y esperanza. Sam y Alex estaban más atrás, observándola con cautela. Podía sentir la tensión en la habitación, una mezcla de remordimiento y esperanza.
— Mejor — respondió con la voz aún débil, pero su tono dejaba claro que aún se sentía renuente hacia ellos.
— ¿Tienes hambre? — preguntó Alex.
Lleno de precaución y sin saber cómo actuar le entregó a Kattie una bandeja con comida, que ella aceptó con cautela y un ligero asentimiento de cabeza.
Mientras tomaba un sorbo de sopa caliente, sus ojos se encontraron con los de Ian, que se acercó y tomó su mano con suavidad.
— Kattie, entiendo que no sea fácil. Lo que pasó... no podemos cambiarlo. Pero queremos que sepas que estamos aquí para ti, dispuestos a enmendar nuestros errores — dijo Ian, con una voz llena de sinceridad.
Kattie apartó la mirada, luchando contra las lágrimas que amenazaban con salir. La conexión con ellos era abrumadora, pero también le recordaba todas las heridas que aún no había podido sanar. No quería rendirse, no quería dejar que el vínculo dictará sus decisiones.
— No sé si puedo hacerlo — murmuró, su voz era apenas audible. — No sé si puedo perdonar y olvidar todo lo que pasó.
El silencio que siguió fue pesado.
Alex se adelantó, con una expresión de culpa y determinación.
— No estamos pidiendo que lo olvides. Solo queremos que nos des la oportunidad de demostrarte que podemos cambiar, que podemos ser diferentes. No queremos que te quedes sola en esto.
Sam, que había permanecido en segundo plano, se acercó con paso firme y se arrodilló al lado de la cama. Su voz, usualmente arrogante, ahora sonaba quebrantada.
— Kattie, lo que hicimos fue inaceptable. No tengo excusas, solo quiero que sepas que me arrepiento de cada segundo de dolor que te causamos. Si hay alguna posibilidad de que puedas perdonarnos, quiero estar aquí para ganarlo, paso a paso.
Kattie respiró hondo, tratando de calmar su mente. La sensación de decepción aún pesaba en su corazón, pero también sentía una chispa de esperanza, un deseo de creer que las cosas podían cambiar. Pero no estaba lista para rendirse tan fácilmente, no después de todo lo que había pasado.
— Esto no será fácil — dijo finalmente, con voz firme — Y no estoy segura de cuánto tiempo tomará. Pero si realmente quieren ganarse mi confianza, tendrán que demostrarlo con acciones, no solo con palabras.
Los cuatrillizos asintieron, comprendiendo la magnitud de su desafío. Había una resolución en sus ojos, una determinación de luchar por lo que habían perdido.
— Lo haremos, Kattie — dijo Ian, apretando su mano con suavidad — No importa cuánto tiempo tome, estamos dispuestos a hacer lo necesario para recuperar tu confianza.
Kattie asintió, aceptando sus palabras, sabiendo que el camino adelante sería largo y difícil. Aunque el vínculo entre ellos era fuerte, las heridas del pasado no sanarían fácilmente. Pero en ese momento, con la promesa de un esfuerzo genuino por parte de los cuatrillizos y su propio deseo de encontrar paz, Kattie sintió que tal vez, solo tal vez, había una oportunidad para la redención y el perdón.
La habitación quedó en silencio nuevamente, cada uno de ellos se encontraba perdido en sus propios pensamientos. Ian se levantó y comenzó a preparar una taza de té para Kattie, mientras Alex y Sam discutían en voz baja sobre los próximos pasos para garantizar su bienestar. Axel, por su parte, se quedó al lado de la cama, observando a Kattie con una mirada que combinaba arrepentimiento y esperanza.
— Kattie — dijo suavemente — sé que las palabras no son suficientes, pero quiero que sepas que estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para que puedas confiar en nosotros, confiar en mí. No importa cuánto tiempo tome, no me rendiré.
Kattie lo miró a los ojos, viendo la determinación en su rostro. Había una sinceridad en sus palabras que tocó algo dentro de ella, pero no estaba lista para ceder.
— Lo veremos, Axel. Lo veremos —respondió finalmente.
**Retrospectiva**
Kattie se encontraba dormida en la habitación de la cabaña, los Alfas no habían podido dormir más de un par de horas. Había asuntos que debían resolver prontamente y no los dejaban dormir.
A las siete después de desayunar rápidamente empezaron a analizar la forma de hacer las cosas de la mejor manera posible.
Axel y Sam se apartaron un poco de la cabaña para hablar en privado. Aunque el día apenas comenzaba para ellos, ya sentían el peso de las decisiones que tenían que tomar. Axel, siempre el más directo, fue el primero en hablar.
— Sabes que esto no va a ser fácil, ¿verdad? — dijo Axel, mirando a su hermano con una mezcla de determinación y preocupación.
— Lo sé, pero no podemos seguir así. Si realmente queremos que ella nos perdone y confíe en nosotros, tenemos que empezar por cortar todos los lazos que nos atan al pasado — respondió Sam, con una voz más seria de lo habitual.
— Entonces, ¿qué planeas hacer con Sara? — preguntó Axel, cruzándose de brazos.
— Hablaré con ella. No va a ser fácil, pero lo haré. Necesitamos ser honestos y claros, sin rodeos. — Sam hizo una pausa y luego agregó — ¿Y tú? ¿Cómo planeas terminar con Sander?.
— De la misma forma. Hablaré con ella hoy mismo. Tenemos que cerrar ese capítulo, para poder empezar uno nuevo con nuestra Luna. No quiero que se sienta incómoda en la fiesta. — Axel suspiró — Ojalá lo entiendan.
Mientras tanto, en otra parte de la cabaña, Alex también tenía sus propios dilemas. Aunque no tenía una novia formal, había estado viendo a una chica llamada Lisa, con la que había compartido momentos casuales. Sabía que debía poner fin a eso para evitar futuros problemas y demostrarle a su Luna su compromiso.
Ian, que había estado en silencio, se acercó a Alex.
— ¿Estás bien, hermano? — preguntó Ian, con una mirada de apoyo.
— Sí, solo estaba pensando en cómo hablar con Lisa. No quiero ser cruel, pero tampoco puedo seguir con esto. Kattie es lo más importante ahora —respondió Alex, con firmeza.
— Hazlo con tacto y honestidad. Ella merece saber la verdad, pero también merece respeto — aconsejó Ian.
Así los tres hermanos se encaminaron, decididos a cumplir con sus tareas.
aquí una fiel lectora. y esperando con ansias tus próximos libros