Melanie huyó de su país, con un embarazo en secreto y sin un centavo en los bolsillos, Alejandro la corrió sin consideración de su casa y de su vida, sin saber que Melanie se llevó con ella la única oportunidad que tenía de llegar al trono de Tulip Kingdom. Cecilia creyó que con la desaparición de Melanie, ella sería la única mujer en la vida del heredero, pero no consideró que la abuela Mary haría todo por encontrar a la verdadera esposa de Alejandro.
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Deberes de esposa.
Al día siguiente la princesa viuda llegó al palacio de Greendellville. Con una acompañante no grata para los monarcas.
__¿Que diablos hacen esas mujeres aquí, que parte de "es un viaje familiar no entendió Hilda?.
La reina era conocida por su carácter de fuego, muy apegada a sus reglas y a sus códigos.
__Alejandro cree que puede mentirnos a la cara, pobre muchacho idiota, no sabe lo que esa mujer le va a causar.
Los diques de Villagrán llegaron también, en compañía de sus hijos. También la familia de Lord Frederick Lindt, la familia real había escogido ese palacio para pasar las celebraciones navideñas.
__Su alteza , que hermoso palacio tiene, en verdad que está divino y muy lujoso.__Le hizo saber Dora al príncipe Alejandro, que por decir poco estaba a reventar de rabia.
__¿Que hacen aquí?, esta casa es de mi esposa, podrías al menos respetar eso.__Le reclamó a Cecilia.
__Fue tu madre quién nos invitó, ¿por qué te molestas tanto, no se supone que ya estabas a punto de pedirle el divorcio?, dijiste que solo era cuestión de semanas.
__Aquí no se te ocurra dirigirme la palabra.
Alejandro se mantuvo lo más lejos posible de Cecilia, la veía de vez en cuando solo los primeros meses , después de la boda, después de ver a Melanie desnuda, no se podía concentrar en otro cuerpo desnudo, siempre tenía en su memoria las imágenes de su adorable esposa.
Estaba viajando por todo el reino, en las comunidades más alejadas de Tulip Kingdom, buscando las necesidades de sus súbditos.
__No te eh visto en dos meses alteza, te echo de menos...
__Dije que aquí no.
Se dió vuelta y vió a Melanie parada con su majestad, viendo fijamente a las dos arpías con las que el estaba.
__Su majestad, que placer verle.__Saludó Dora.
__No es correspondida, Hilda debió avisarme de su visita, no es correcto que estén aquí, es una reunión privada y familiar.__Dijo la reina sin tapujos.
__La princesa nos invitó majestad, me apena mucho causarle tal molestia.__Se excusó Cecilia.
Muy a su pesar, la reina aceptó que las dos mujeres se quedaran, solo con la condición de que tuvieran una habitación en la casa de huéspedes.
Ni de broma las quería dentro de su palacio.
La noche buena fue todo un suceso, la cena en particular estaba exquisita, el árbol enorme que adornaba el salón no era como los demás, estaba adornado con pequeñas artesanías que los pobladores le obsequiaron a la princesa Melanie.
Y ella estaba mejor que nunca, se valió de elogios por parte de toda su familia, Lord Frederick no le quitó ni un solo momento en toda la noche esa mirada animal que le lanzaba aún en las narices de Alejandro.
Su vestido color azul, lleno de brillo y un escote en v por la espalda le daban el toque perfecto para sentirse una verdadera princesa, su melena rizada adornada con una guirnalda de oro con incrustaciones de zafiros, complementaba a la perfección el look que traía esa noche.
Alejandro seguía con la mirada cada paso que Melanie daba.
__Es hermosa, tengo entendido que te vas a divorciar, pobre chica va a ser la burla de todas las mujeres y dios sabe lo crueles que pueden ser.
__No te metas Frederick, deja de mirar a Melanie, ella es mi esposa y tú le debes respetar.
__Yo la respeto, pero no soy ciego primo, esa mujer es verdaderamente atractiva, si decides que la vas a dejar espero y sepas que seré yo quien la corteje.
Alejandro sintió que sus puños cobraban vida, Frederick Lindt se marchó dejándolo con una maraña de pensamientos nada agradables.
Para rematar, Emanuel el hijo de la señora Sniff y ayudante del palacio se encontró con la princesa, le había llevado un regalo especial.
__Yo sabía que te iba a gustar, en cuanto lo ví quise traerlo para ti.__Le dio un conejo bebé.
__¡¡Wow, es precioso Emanuel, que cosa más hermosa!!, muchas gracias, de verdad que yo no sé que haría sin ti.
__Gloria a dios por mí entonces, me voy Melanie, espero que pases lindas fiestas .
__Ni lo digas , me había acostumbrado a estar sola , a salir a dónde yo quiero sin pedir permiso a nadie y lo más importante, pasar tiempo contigo.
Se dieron un abrazo. Eso encendió el fuego en Alejandro. Pero antes de poder hacer algo, Cecilia se adelantó y como también vió todo , aprovechó para envenenar al príncipe.
__¿Lo ves?, mientras tú la dejas a solas , ella no tardó en buscar un amante, no es una santa amorcito, así que no sientas mayor remordimiento por dejarla.
Alejandro no le puso atención y corrió hasta la habitación.
Melanie había tomado algunas copas de vino, probablemente para los nervios. Estaba con dos de sus ayudantes, luchando por quitar el vestido.
__¡Salgan!.__Ordenó Alejandro a las chicas, Melanie se sobresaltó con su voz.
__No, usted es quien se va , ellas están aquí para ayudarme y usted debe ir a la casa de huéspedes, ahí está su chica.__Melanie arrastraba las palabras, eso se escuchó muy adorable.
__Salgan, ya.__Las chicas no tenían opción, dejaron a Melanie con el vestido a la mitad, de sus pechos.
Alejandro se acercó, tan despacio y con una mirada maliciosa.
Melanie sabía que debía correr, pero todo le daba vueltas y temía caer.
__¿Tienes miedo princesa?.__Le dijo con voz profunda y ronca.__Hoy deseo que cumplas con tus deberes de esposa.
Melanie se puso detrás de su mesa de noche , poniendo una barrera entre ella y Alejandro.
__No tengo que cumplir con eso, usted perdió esos derechos cuando me dejó aquí sola y abandonada, pensando que a lo mejor moría de tristeza y aburrimiento.__Alejandro la estaba asechando y Melanie se estampó con el sofá, cayendo de espaldas sobre él.
__Tengo una vista privilegiada desde acá y me encanta lo que veo...__Alejandro no resistió más, se puso sobre Melanie, tan cerca que se podían oler sus alientos.
__¡¡Basta, no se que más quieres de mí?.
Le habló de tu, por primera vez le habló informal.
__Te quiero a ti.__Y sin más la besó. El veinticinco de diciembre, a las tres de la madrugada, Melanie Humpring conoció la otra cara de su marido.
No debía ceder , pero estaba tomada, deseaba el calor humano, tenía casi veinticuatro años y era virgen, las chicas de su edad ya hablaban de las relaciones que tenían y de lo maravilloso que era el amor, pero ella no tenía nada de eso. Y eso que era una mujer casada. Muy a su pesar era casada.
Alejandro se perdió en su cuerpo, nunca antes había sentido la necesidad de tener a una mujer, así tan fuerte como la que tenía con ella, con esa chica de labios carnosos, pechos abundantes y ojos del color del ámbar. Melanie se dejó llevar, cedió a la urgencia de su cuerpo por probar eso de lo que sus amigas hablaban.
No era como si cumpliera al pie de la letra su deber de esposa, más bien se estaba llevando por una fuerza invisible que la empujaba a los brazos de Alejandro.