General Convertido En Consorte De Tres Alfas Superiores

Después de verificar que ellos dos estuviesen muertos me marché junto con mi pelotón y me dispuse a atacar al reino enemigo, pero antes de eso necesitaba reunir a toda mi tropa, ya que los soldados que estaban junto conmigo no ascendían a más de quinientos y el atacar a un reino necesitaba de al menos dos mil o tres mil soldados, por lo tanto, nos quedamos en el bosque acampando y entrenando para que cuando llegara el momento de invadir el reino enemigo no muriéramos tan rápidamente y diéramos la suficiente pelea como para debilitarlos, así que mientras llegaban los refuerzos estuvimos en ese bosque por casi medio año, cuando finalmente atacamos al reino enemigo, lo hice solo con mil quinientos, ya que el emperador no quiso enviar a más hombres, yo sabía bien que él deseaba que sucumbiera en la guerra, pero yo no estaba dispuesto a morir aún, así que me puse la meta de matar al menos a seiscientos soldados. En cuanto llegamos nos atacaron de inmediato, mis hombres y yo acabamos con mucha facilidad con aquellos bárbaros y luego abrimos las puertas de la ciudad, entramos con mucha tranquilidad y mientras caminábamos asesinábamos a cualquiera que se interpusiera en nuestro camino exceptuando a los bebés y niños pequeños, ya que sabíamos muy bien que ellos no tenían culpa alguna de esta guerra injusta luego cuando finalmente llegamos al palacio vi aquel hombre que se burlaba de mi padre mientras él agonizaba gracias a que le habían quitado sus glándulas y la marca que mi padre Omega le había hecho, en cuanto lo vi, el enojo que sentía aumentó y luego cuando vi a su lado a cinco de los hombres que habían contribuido al asesinato de mi padre mi furia fue aún mayor, así que tomé mi espada y me abalancé sobre ellos, mis hombres combatían con los soldados del palacio mientras que yo encegecido por la ira arremetí contra esos seis hombres cortándole los brazos y las piernas con un corte limpio y rápido, mientras ellos sufrían desangrándose y gritando de dolor fui por mi última presa el hombre que había visto primero aquel que se había reído de mi padre ese que le había sentenciado muerte a mis dos padres, el hombre al ver lo que yo había hecho intentó huir, pero yo se lo impedí luego con una sonrisa fui hacia él y le corté una pierna haciéndolo caer, él intentó huir nuevamente arrastrándose con la pierna cercenada, el verlo así me lleno de alegría, ya que ahora sentía el temor que mi padre había sentido el cual no demostró en ningún momento, pero que estaba seguro de que había sentido, mientras él se arrastraba yo lo seguía lentamente esperando a ver cuando pararía luego de unos cuantos segundos él se detuvo se giró me miró directamente a los ojos y luego me dijo:

- Por qué me estás haciendo esto?

- Acaso no recuerda todo lo que usted ha hecho?

- Soy el rey de este lugar lo que he hecho solo es por el bien de todos los que viven aquí.

- hace un poco más de un año cuando lo vi, usted no era más que un simple general y ahora resulta ser el rey eso es bastante extraño creo que usted usurpó el trono luego de matar al gran general del norte.

Luego de que ese hombre me escuchara hablar sonrío, luego con un tono que me enojó mucho, dijo:

- por cómo hablas de ese hombre creo que eres su admirador o algún familiar buscando venganza, pero te digo que aunque me asesines él no regresará de la muerte.

-eso lo tengo muy presente, no soy tan estúpido, pero almenos tendré la satisfacción de verte sufrir almenos un poco y que sientas lo que él sintió él.

-ese idiota jamás se podrá comparar conmigo.

-cállate de una vez y muere.

luego de decir eso lo apuñale varias veces, lo dejé en el suelo y fui a las mazmorras que estaban bajo el palacio, en cuanto llegue alli vi a muchos niños encarcelados, también a varios omegas y alfas de eiferentes edades, en cuanto vi a todas esas personas hice lo posible para verificar que no fueran amenazas potenciales para mí o mi familia en el futuro, tomé a uno por uno y les pregunté de dónde venían y qué era lo que estaban haciendo, muchos de ellos eran sirvientes o esclavos del antiguo rey de aquel lugar, cuando vi que ellos no eran amenazas, los envié a diferentes reinos lo suficientemente lejanos como para que les costara regresar.

Pero cuando me disponía a irme vi una celda diferente a las demás, me acerque a ella y abrí la ventanilla de la puerta de acero, lo que vi me impresionó, ya que allí había 5 niños en condiciones horribles, al verlos tan pequeños, delgados y golpeados, decidí salvarlos, así que como pude rompí la pared de aquel lugar, puesto que la puerta era casi indestructible, en cuanto logre hacer un agujero a la pared, saqué a los 5 niños, los llevé al salón principal del palacio y en cuanto salimos varios sirvientes qué habían salido corrieron hacia ellos diciendo:

-sus majestades, gracias a los dioses siguen vivos

Los niños me miraron con terror y uno de ellos dijo:

-señor, usted nos matará?

Yo los miré de manera fría y luego les dije:

-soy su salvador, pero si tienen intenciones maliciosas en mi contra o en contra de mis hombres, si los asesinaré.

el chico con mucha valentía se puso frente a mí, me miró a los ojos y luego dijo:

-no se preocupe, jamás haríamos algo para lastimar a nuestro Salvador.

-confiaré en ustedes, entonces me voy.

-señor, si quiere puede contactar a su emperador para que hagamos un tratado de paz, yo como hijo mayor del rey soy el heredero, por eso quiero ayudarlos a acabar con todos los desgraciados que mataron a mi padre y se atrevieron a atacar a su imperio.

en cuanto lo escuché, sonreí y le respondi:

-bien, entonces toma posesión y ayúdame a acabar con todos esos desgraciados.

-eso haré, prometo que en diez días los atraparemos.