Entre Dos Mundos

Estuve reflexionando intensamente sobre la propuesta que me hizo Paola. No había otra alternativa. No podía permitir que mamá se muriera, ni tampoco podía arriesgar a que mi familia se quedara sin un hogar por no pagar la hipoteca de la casa.

Con esos pensamientos agolpándose en mi mente, decidí mandarle un mensaje a Paola mientras dejaba escapar un suspiro largo y profundo. Sabía que debía tomar una decisión y actuar.

Escribí en el mensaje:

Lo haré. Por favor, ayúdame a hacerlo lo más rápido posible.

Tranquila ahora mismo subiré tus datos pronto tendrás una oferta.!_ respondió Paola

gracias.!_ escribí con las manos sudando.

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A la mañana siguiente, me encontraba en la universidad, sentada frente a la computadora. Mi mente estaba completamente ocupada con todas las promesas que había hecho, cuando de repente, Paola se acercó a mí.

—¡Por Dios, tienes una cita para hoy por la tarde! —exclamó, sacándome de mis pensamientos y acompañando sus palabras con una amplia sonrisa.

—¿Una cita? ¿Dónde y cuándo? —pregunté, sintiéndome un poco nerviosa.

—Al parecer, es con una corporación y es a las cuatro de la tarde, así que asegúrate de no llegar tarde. ¡Es tu primer cliente! además no está pidiendo nada indebido solo verte—me explicó Paola, fijando su mirada en mí con interés.

En ese instante, una gran oleada de ansiedad me invadió.

Cuando salimos de la escuela, Paola se volteó hacia mí y dijo: Iremos a mi casa. Allí tengo algunas prendas de ropa que podrás usar. Sus ojos me miraban con una mezcla de sinceridad y preocupación.

Sí, claro... respondí de manera titubeante, sin estar completamente segura de lo que estaba sintiendo.

Paola, notando mi indecisión, insistió: ¿Estás segura de esto, Jessica? No es necesario que te sientas así, déjame ayudarte. Mientras hablaba, tomó suavemente mi mano, transmitiéndome su apoyo incondicional.

Traté de calmarme y, con voz firme, le respondí: No te preocupes, estaré bien, siempre y cuando no tenga que hacer nada inapropiado. La determinación en mis palabras buscaba transmitirle que, a pesar de mi ansiedad, sabía que podía manejar la situación.

Estábamos a punto de subir al auto cuando escuché los gritos de Matilde.

Hey tu, no quiero que te acerques a mi franco.!_ dijo Matilde con gritos.

Tu novio, jajaja franco era mi novio, Pero no te preocupes quedátelo te lo mereces es igual que tú !_ dije enojada.

Matilde será mejor que eso se lo digas a Franco por qué el le sigue mandando mensajes a Jessica.!_ dijo Paola molesta

Subí al auto igual que Paola y me aguante las lágrimas estaba realmente molesta.

llame a mis abuelos, les tuve que mentir, decirles que ya había encontrado trabajo y que me quedaría a prueba mi abuelita con entusiasmo me deseo suerte.

Paola tenía demasiados vestidos y yo no me sentía cómoda con ninguno así que decidí ponerme algo sencillo nada revelador para no provocar ninguna situación.

Paola me llamo al lugar y me esperaría afuera asta que yo saliera y me mantendría comunicada con ella por cualquier cosa.

Respiré profundamente antes de entrar al edificio, en cuanto puse un pie dentro, me puse muy nerviosa.

Hola buenas tardes en qué la puedo ayudar dijo una mujer elegante mirándome.

Si tengo una cita con el señor Max Walter.!_ dije mientras miraba al rededor que era realmente lujoso.

Si el señor Wálter la esta esperando, suba por el ascensor asta el último piso.!_ me dijo la mujer amablemente.

Si o al ascenso y en cada piso mi corazón latía aún más rápido, asta que las puertas se abrieron y sali de el.

Enfrente de mi habían dos hombres uno me estaba mirando y otro estaba solo mirando por la ventana.

Bienvenida señorita Jessica Blumer, puede sentarse, yo soy Joseph, me dijo uno de los hombres.

Buenas tardes.!_ dije nerviosa sentandome.

cómo usted sabe, la hemos contratado como novia del señor Max Walter, y necesito que firme este papel de confidencialidad, dónde usted se compromete a no hablar con nadie sobre de el y que jamás hablará de sus servicios. Me dijo el hombre dándome unos papeles.

Yo los tomé y los leí enseguida, y lo firme.

Bueno señorita Blumer, una de las asistentes le dará unos papeles donde viene específicamente lo que hará y lo que dirá está noche, también le dará ropa para la fiesta y la ayudara para su peinado.

Espero y sea una mujer seria, por qué si no me gusta sus servicios no le daré ni un centavo.!_ dijo el hombre que estaba parado enfrente de la ventana sin mirarme, con voz fuerte haciéndome brincar del susto.

Si, intentaré hacerlo lo mejor que pueda.!_ dije nerviosa.

No lo intente, hágalo Blumer.!_ dijo el hombre con voz molesta.

Señorita vamos la llevaré con la asistente.!_ dijo Joseph mientras yo me levantaba rápidamente y salía detrás de él.

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En palabras de Max Walter ........

Estaba sentado mirando la ciudad cuando entro Joseph.

Bueno ya la dejé con la mujer que la ayudara con su atuendo.!_ dijo Joseph sentándose enfrente de el.

Joseph, no estoy seguro de que esto sea una buena idea. Mi padre se dará cuenta de que todo esto es un engaño, dijo Max, visiblemente inquieto.

Tranquilo, respondió Joseph, el primo de Max. Tu padre solo estará en la ciudad una semana; no podrá descubrir nada. Además, cuando él se vaya, todo volverá a la normalidad y podrás retomar la vida alocada que llevabas antes, además no te costará fingir esa chica es hermosa y de buen cuerpo te divertirás.

Esto solo lo hago por la empresa.!_ dijo max suspirando, pues su padre le había exigido formar una familia para seguir al frente de la empresa y darle su herencia multimillonaria.