Mila es secuestrada, tiene solo 18 años y su hermana hará hasta lo imposible por salvarla
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Temblar de miedo
...Narra Mila...
Mi nombre es Milán Pérez. Tengo 18 años. Soy de piel trigueña, cabello largo de color café claro, el color de mis ojos es muy similar al color de mi cabello, cafés claros.
Mis labios gruesos rosados y los rasgos de mi rostro son muy finos. Físicamente, soy una chica hermosa.
Como toda adolescente, me quería comer el mundo a mordidas. Mis padres murieron cuando yo era solo una niña, mi abuela materna nos terminó de criar, y nos ayudó a crecer con valores.
Algo que al ser tan pequeña cuando ella murió no supe entender. Mi hermana mayor y yo nos mudamos a la ciudad.
Para mí, fue un cambio de vida muy drástico. De vivir en el campo y llegar a la ciudad rodeada de personas que no conocía fue un golpe emocional muy fuerte.
A los pocos días de haber llegado, mi hermana buscó un empleo. Me metió a una escuela de gobierno, donde me enfoque en estudiar.
Gane varias becas y con eso le ayudaba a mi hermana con los gastos de la casa.
Todo parecía ir bien, sin embargo, tantos cambios en mi vida comenzaron afectar emocionalmente.
En la escuela nadie me hablaba, me llamaban "el ratón de las bibliotecas"
Decían que solo me la pasaba estudiando y que no salía de fiestas, por eso nadie me soportaba.
Me hice de los oídos sordos hasta que conocí a dos chicas mayores que yo. Su nombre era Fernanda.
Fernanda era realmente hermosa.
Alta, 1.70, de piel clara, cabello rojo, cintura pequeña, ojos grandes de color verde y siempre usaba un maquillaje que la hacía ver como una modelo profesional.
La otra chica se llamaba María, era un poco más baja, 1.60, delgada, cabello chino, piel canela, ojos cafés oscuros, labios delgados y finos.
Ambas las conocí fuera de la escuela repartiendo folletos. Fernanda fue la primera en acercarse a mí.
______ Que niña tan bella, perfecta para ser una gran modelo. ___ Esas fueron sus primeras palabras.
______ ¿Modelo yo? ___ Contesté emocionada.
______ Sí; hermosa. Vete, eres toda una belleza. ____ Comentó sonriente.
Era la primera vez que me halagan por mi belleza. Baje la mirada y seguí avanzando hasta subir al transporte público.
Los siguientes días, Fernanda y María se acercaban más a mí, me llevaban regalos muy caros, como maquillajes y ropa de marca.
Todo eso me fue gustando, me invitaban a salir a lugares que no conocía, donde conocí chicos muy guapos.
Todos eran mucho mayores que yo. Las chicas de la escuela comenzaron a juntarse más conmigo. Me unieron a sus grupos más populares.
Todo eso me comenzó a gustar. Ya era una de ella. Para mi buena suerte, me aceptaron en una escuela de alto prestigio en el extranjero, mis calificaciones los dejaron impresionados.
Estaba feliz, pronto dejaría de depender de mi hermana Alondra. Desde que me comencé a juntar con ellas, dejé de ver a mi hermana como una mujer a la que admiraba.
Alondra se convirtió en una mujer fracasada, la cual se conformaba con lo poco que ganaba. La deje de ver como una mujer luchona que había dado todo por su hermaba menor.
Y la vi con otros ojos, como una tonta sacrificada. ¿De qué le servía sacrificar tanto por mí? Tarde o temprano yo me iría de su lado.
Había conocido otro lado de la moneda. Un lado que me gustaba mucho. Era libertad. Ahora le llamo infierno.
Todo comenzó cuando cumplí los 18 años. No entendía porque Fernanda y María preguntaban continuamente si era virgen.
Lo decían de broma, y yo ingenuamente siempre les contestaba que sí. Que quería llegar virgen al altar y entregarme a mi esposo.
Ellas se reían y decían que eso era para gente tonta, sin mundo. Que lo que estaba de moda ahora era tener sexo y experimentar con cuanto hombre se te pusiera por delante.
Al haber crecido con una abuela conservadora y una hermana que seguía los mismos pasos, no crea conveniente hacer algo como eso.
Esa noche me invitaron a una fiesta de esas que solíamos ir. El ambiente siempre era de lo más divertido, los hombres nos invitaban tragos y bailabamos hasta que nos cansabamos.
Era todo lo que siempre había deseado. Recuerdo haber discutido con mi hermana, pensaba irme a trabajar como modelo con María y Fernanda.
Después de todo, ellas sí me comprendían, sabían como tratarme y me enseñaban lo hermosa que era la vida.
Esa noche me escapé de la casa, Alondra llegaba muy cansada de su trabajo y se daba un baño, me iba a ver y luego se iba a costar. Sabia todo de ella, ya lo había hecho en otras ocasiones.
Era solo una vez más. Fernanda y Maria junto a otras chicas ya me esperaban afuera de la casa, a unas dos cuadras, para que mi hermana no sospechaba nada.
Subí al auto, una de las chicas que iba ahí me dio una cerveza. Era deliciosa, aunque tenía un sabor un poco más amargo.
Seguimos bebiendo hasta que llegamos a una casa. Para mi sorpresa no era el club que solíamos ir. Era un sitio totalmente diferente, y eso me comenzó a asustar.
_______ Quiero volver... ____ Dije.
María soltó una carcajada y contesto.
______ ¿Volver? La diversión a penas va a comenzar.
______ Estoy hablando en serio. No voy a entrar a esa casa. ____ Intenté abrir la puerta del coche, pero, para mi mala suerte estaba cerrada con seguro.
Eso me asusto todavía más, volteó a ver a las demás chicas y todas me veían como si estuviera loca.
_____ ¿Ya vas a empezar de mala copa? ____ Dijo la chica sentada a mi lado.
______ ¿No entiendes, verdad?
______ Vas a entrar a esta casa, te guste o no. ___ me dijo Fernanda sin ninguna emoción en su cara.
_______ Para ser una broma, esto ya no me está gustando. ¡Abre la puerta, quiero irme! ____ Dije levantando el tono de voz.
_______ ¡Cállate, estúpida mocosa! ¿Quién te crees para levantar la voz? ¡No eres más que una puta! ____ Las palabras de María me dejaron con la boca abierta.