Valkot entre el Odio Y el Amor

-Black detiene el auto en medio de la carretera. Bajamos del vehículo y comenzamos a arrastrar los cuerpos hasta el centro del bosque, donde están apilados uno encima del otro. Yo saco un frasco de mi cartera y lo echo sobre ellos.-

¿Qué es eso? —preguntas con curiosidad.-

Solo observa la magia

-Miro los cuerpos mientras comienzan a desintegrarse, y un olor desagradable empieza a invadir el aire. Minutos después, ya no queda nada, solo un rastro de sangre. ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es ella?-

¿Qué fue eso que le hechaste? ¿Quién eres, Valka?

Lo que le heche se llama XK; es más potente que el ácido. Solo con unas gotas puede hacer desaparecer cualquier cosa, como acabas de ver. Como te mencioné, soy Valka. Ahora, vamos.

-Me di la vuelta para caminar hacia el coche, pero él me tomó del brazo. Rápidamente saqué mi daga y la coloqué en su cuello.

No vuelvas a tocarme.

Sé que tu nombre es Valka, pero quiero entender quién eres realmente.

- La siento muy cerca de mí, su daga es extremadamente afilada, y puedo sentir un ardor en mi cuello. Al tenerla tan cerca, aprecio más sus rasgos; es realmente hermosa. Algunos cabellos rebeldes en su rostro la hacen aún más atractiva. Tiene unas manchas de sangre en su cara que me llevan a fantasear con ella.-

Soy una empresaria que está de vacaciones. Estudié química, y gracias a eso he creado esta maravillosa obra.

No te creo, ¿por qué mataste a tu prometido?

-Le pongo los ojos en blanco, este chico me está cansando. No sé cuánto más podré soportarlo, estoy al borde de perder la paciencia.-

¿Sabes algo? No me importa si me crees o no. Si tomé la decisión de acabar con la vida de mi prometido, fue porque realmente lo merecía. Así que, por favor, deja de hacer preguntas como si fueras un policía. Vamos, que tengo frío.

-Empiezo a caminar hacia el auto y él me sigue. Durante varios minutos, no dice nada hasta que llegamos a la ciudad.-

¿A dónde vamos?

Iremos a mi departamento para que te des un baño o quieres que te lleve a tu casa?

Dime, Black, ¿no te da miedo llevar a una desconocida a tu casa? ¿Qué tal si te asesina?

Bueno, ¿por qué no lo hiciste en el bosque? ¿Por qué lo haría ahora?

Buen punto.

- Le sonrío, nos bajamos del auto y me entrega su chaqueta para que no me vean con sangre, sus guardias. Entramos a su casa.-

¿Te gustaría tomar algo?

Sí, por favor, sírveme un vaso de vodka.

- Lo veo sacar hielo de la nevera y echarlo en un vaso. Me sirve, lo reviso y lo bebo.-

Eres muy desconfiada.

- Sonrío de lado.-

Es solo por seguridad.

Subamos a mi habitación.

- Subimos a su habitación, y me muestra dónde está el baño.-

Mientras te bañas, voy a buscar algo de ropa.

Antes de que te vayas, ¿podrías ayudarme con el vestido?

- Trago saliva, bajo la corredera, observo su espalda, me muerdo los labios y, sin querer, paso mi mano por su suave piel. Me doy cuenta de que tiene un tatuaje de un águila. Ella se quita el vestido, quedando solo en ropa interior, y se vuelve hacia mí.-

¿Acaso piensas quedarte mirándome mientras me baño?

Lo siento.

-Lo observo mientras Sales del baño y sonrío de lado. No fue tan difícil integrarme en tu vida. Muerdo mi labio; no puedo negar que eres muy atractivo. Me gustaría disfrutar de tus placeres antes de acabar contigo. Caminé hacia la ducha y, tras unos minutos, salí con una toalla hacia el cuarto donde Black me esperaba sentado en la cama.-

En la cama está esa ropa. Cuando estés lista, avísame y te llevaré a tu hogar.

Gracias, pero realmente no es necesario. Llamaré a mi chofer para que venga a recogerme.

Como prefieras.

- Estoy en camino hacia el-

Sabes que, debido a lo que pasó, tengo un hematoma en el abdomen.

- La veo acercarse a mí, reclamándome por el disparo que le hice, que causó ese hematoma. -

Lo lamento, pero solo me defendí de tu ataque.

- Ella me sonríe y se acerca más a mí, a tan solo unos centímetros de mi cara.

¿Crees que con una disculpa se resolverá?

- Me muerdo el labio y me acerco a su oído. -

Puedo encontrar otra forma de solucionarlo.

- Escucho su voz grave, siento un beso en mi cuello. La piel se me eriza, y no puedo evitar morderme el labio. -

Entonces, hazlo.

- Él me toma de la cadera y me besa los labios con desesperación. Yo le correspondo, él me quita la toalla dejándome desnuda. Solo me observa y se muerde el labio.-

Eres extraordinaria.

- Su cuerpo fue creado por los dioses. La sostengo mientras beso suavemente su cuello. La acomodo en la cama y acaricio sus senos; tomo uno de ellos entre mis labios y lo estimulo suavemente, mientras mi otra mano explora el otro. Su cuerpo se arquea mientras emite suaves gemidos de placer. Comienzo a bajar, dejando delicados besos en su abdomen, hasta llegar a su zona más íntima. Empiezo a darle suaves besos allí y, con delicadeza, abro sus piernas mientras juego con su cuerpo. Escuchar sus gemidos me llena de emoción.

Continúo explorando mientras mis dedos la acarician. La escucho pedirme que entre en ella, pero ignoro sus palabras. Sigo disfrutando de la conexión entre nosotros hasta que ella alcanza su momento de placer, y me deleito con su esencia. Me quito la camisa y ella me observa, mordiendo sus labios.-

¿Te gusta lo que ves?

Sí, pero quiero verte completamente desnudo.

-Él se quita la ropa, mostrando su cuerpo bien formado, lo que hace que no pueda evitar morderme el labio. Se posiciona sobre mí mientras me besa con pasión. Se detiene un momento para buscar un condón en uno de sus cajones, se lo coloca y continúa besándome hasta que finalmente se une conmigo. Yo me arqueo, cerrando los ojos. Poco a poco, va penetrando en mí, y él se detiene.-

Es muy apretado, ¿acaso eres...?

-Lo interrumpo.-

Eso no importa, continúa.

-Lo beso mientras muevo mi cuerpo, facilitando así su entrada.-