Cuando las sombras de un pasado oscuro y doloroso llegan nuevamente a la vida de Damián obligándolo a confrontar todo lo que quería olvidar.
Olivia regresa haciéndole reabrir cicatrices que lucho por sanar. ¿Que sucederá cuando ese pasado le reclamé venganza? ¡Descúbrelo! (+21)
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Cap 5. No Más Vicio
El fuerte rodillazo impacto en el abdomen de Damián que escupió la sangre cayendo en el suelo en posición fetal privado por el dolor y la falta de aire.
Dos hombress de Oliver agarraron a Samuel, mientras Dylan, camino a su dirección y golpeó su cara seguido de su barriga.
-Lo matarás.
Gritó Damián, captando su atención con un puñado de tierra es su mano hablo desafiante apretando sus dientes.
-¡Quisiera saber si eres tan malote sin tus perro!
Dylan, camino a paso rápido acercándose.
Damián, le lanzo la tierra en los ojos con una agilidad saco de su zapatos su bisturí agarró a Dylan, de sus hombros y lo golpeó con su rodilla en su abdomen lo tomo del cabello sin dejarlo recuperar el aire colocando el bisturí en su yugular.
-Dile a tus perros que suelte a mis amigos.
-No.
Respondió fuerte y firme Dylan con un pequeño hilo de voz por la falta de aire.
Damián, corto superficial en el cuello de Dylan.
-Entonces morirás con nosotros.
Dylan se sacudió con fiereza. Ese maldito mocoso lo estaba haciendo quedar en ridículo frente a su jefe y a sus hombres.
De una de las camioneta estacionada en ese campo de entrenamiento totalmente desolado con la única edificación cerca un edificio que estaría a un kilómetro o talvez más, se alcanzaba a ver por su altura, pero en esa zona militar estaban solo.
Observó salir a Oliver, con su traje negro echo a la medida su cabello peinado para atrás su barba bien cuidada su zapatos, lustrosos.
Con una tranquilidad que gritaba peligro a su pasó.
-Ya fue suficiente, suelta a mi hombre.
Damian desafiante apretó más fuerte a Dylan.
-Muchachos te creo más inteligente que estoy, sabes que no tendrían escapatoria de salir con vida de aquí si doy la orden de matarlos.
Ondulo su mano hacia el edificio y le mostró.
-Miras aquel edificio allá está uno de mis mejores hombres que te volaría la cabeza y tú no sabrías que pasó... Así que se inteligente y suelta a mi hombre.
Los ojos rojos chiquitos de Damián y su rostro como piedra, desafío sin inmutarse ni un poquito.
-Sabe que yo ya no tengo nada más que perder.
Hablo Damián, tajante.
-Tu no muchacho ya está solo en este mundo pero y tus amigos.
Damián lliberóa Dylan, pero antes de que pudiera avanzar golpe su espalda con su rodilla.
Retrocedió con rapidez subiendo sus manos inclinándose en señal de rendición.
Mantuvo sus ojos abiertos como un águila al acecho mirando a todas parte con sus sentidos alerta.
Sus fosas nasales dilatadas por la adrenalina del momento.
Dylan, camino a su dirección como un toro enfurecido lanzándole una patada a Damián, que la bloqueo rápido agarrando su pie haciéndolo caer al piso.
Agarró una piedra y se fue encima de Dylan, dispuesto a estallar su cabeza. El disparo seco impacto en la piedra que Damián tenía dentro de sus manos.
Oliver disparo su arma.
-Fue suficiente.
Hablo fuerte sin paciencia.
-¿Sabes muchacho mi hombre hizo un buen trabajo eligiendo te a tí?. Estás rabioso con la vida y eso es bueno para tu trabajo.
-¿Por qué Nos golpea?. ¡Nos matarán!
Indagó Damián.
-Muchacho mis reglas se obedecen y la más importante es cero vicios y ustedes estuvieron de acuerdo cuando aceptaron el trabajo. Le advertir que si los descubría en sus vicios mientras estén trabajando para mi les daría una paliza que no olvidarían.
Dylan, intentó arremete contra Damián, pero Oliver, volvió a disparar está vez al aire.
-El próximo que vuelva a moverse sin mi autorización es hombre muerto. Y tú muchacho y tus amiguitos.
Giro en dirección de Samuel, Jonathan, y Camilo.
-Si vuelvo a saber que están consumiendo esa basura mientras trabajan para mí considérense muertos. No más vicio, esa porquería acabará con ustedes los quiero en su sentido. Y ahora continúen con su entrenamiento...
Damián, le lanzo una última mirada a Dylan, mostrándole sus dientes en una sonrisa burlona y desafiante paso su lengua sintiendo el sabor metálico de su sangre por su labio partido al igual que su pómulo con un leve hematoma...
-Ustedes tres siéntense mientras sea su turno, tú fierecita ven agarra el arma fuerte firme tú objetivo.
Mostró donde debería disparar.
-Siempre cabeza, corazón y cuello.
Damián, disparo con una puntería no perfecta, pero bastante decente. Fue el turno de Jhonatan, y era perfecto él sería el indicado para el trabajo si no fuera tan cobarde por su parte Damián, aún le faltaba algo de entrenamiento, pero le sobraba rabia sin nada de objetivos, no tenía miedo a morir al contrario parecía que deseaba eso.
La puntería de Samuel, fue mala al igual que la de Camilo, la tarde llegó en el campo de tiros y ya Damián, lo hacía excelente.
-Muchacho deben tener hambre, pero por último estás belleza, giro su vista hacia las motos que traían, haremos este entrenamiento más divertido.
Traían a un hombre con capucha que forcejeaba por liberarse.
Le dieron a todos armas pequeñas, fácil de camuflajear.
-Samuel tú serás el conductor de Damián.
Le entregaron la moto.
-Camilo serás el conductor Jhonatan, y el tú parrillero. Deben matar a ese desgraciado que le robó al jefe, pero no será tan sencillo ellos son sus hombres que lo protegerán con su vida ya no es un juego.
Los que queden vivo serán los del trabajo.
Dos hombre avanzado en su moto con el rehén en medio de ellos y otra moto detras de ellos con parrillero cubriendo su espalda.
-Su escenario será allá en ese edificio viejo.
-No, es una maldita casería.
Gritó Jhonatan, asustado.
-¡Nos matarán!
Dylan, lanzo una sonrisa sádica al grupo de amigos.
-Que empiece el juego y no desperdicien muchas balas, son las única que tienen.
Samuel resonó el motor Damián subió con su arma lista.
Dylan, le hizo señal con su mano de avanzar.
El área era un campo al parecer de entrenamiento militar con una vegetación incipiente ya la noche comenzaba a caer y debían llegar hasta los hombres que le llevaban ventaja en sus motos con su objetivo.