Luna se entera de la peor manera posible de que el hombre al que ella amaba la estaba engañando, se siente humillada y menospreciada.
¿Qué pasa cuando ese amor es unilateral? ¿Qué se hace cuando descubres que solo te han usado? ¿Se puede volver a confiar en el amor?
Ella solo quería ser amada, él solo deseaba su cuerpo.
La vida les tiene grandes sorpresas preparadas. Los caminos son inciertos, las personas cambiantes. ¿Es posible el amor para ellos? ¿Qué tendrán que hacer para conquistarlo?
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Encuentro
La hora de a poco se va acercando. Segundo a segundo Luna controla el reloj. Las muchachas van a pasar por ella al café. No quieren dejarla ni siquiera ir sola hasta la casa. Tienen la necesidad de protegerla en todo momento. Juntas, como un batallón dispuesto a ir a la guerra, se encaminan hacia la casa de Cesar. Van entre risas y comentarios graciosos. Tienen la necesidad de distender el momento complicado que debe ahora afrontar su hermana. Sienten que las dificultades no se han terminado para ella, como si fuera poco lo que ha sufrido a o largo de los años. Pero están seguras de que no la van a dejar sola, ahora son hermanas, y se dan amor y protección entre ellas.
El camino no es largo, pero lo hacen sin prisa. Decidieron ir en taxi. No quieren exponer a la futura mamá a ir en autobús en esas circunstancias. Los nervios son demasiados y el estrés le puede afectar a su sobrinita. Eso es lo último que quieren.
Luna, ya encontré otro doctor, doctora mejor dicho, para que te acompañe en tu embarazo Romina se había dado a la tarea esa mañana de encontrarle un reemplazo al maldito de Samuel. Ya no lo quiere cerca de su vida.
Perfecto, aunque quedan unas semanas para el próximo control no quiero ver más a ese sujeto. Es una porquería el apoyo entre hermanas era lo más importante y ella no iba a atenderse con un hombre tan vil y egoísta. Porque eso era un egoísta que quería tener a su hermana a sus pies. No puede creer que existan personas así.
Los primeros pedidos ya están casi listos, hemos trabajado muy duro, pero ya queda poco. En tres días creemos que van a estar el entusiasmo por los pequeños logros se dejaba ver en las palabras. Nadie les había dado una oportunidad, y era bueno que, junto a su amiga, buscaran esa oportunidad solas.
Eso está muy bien, hoy he tenido que hablar con muchas personas sobre sus diseños. Con las primeras entregas listas, vamos a poder mejorar la publicidad y eso nos traerá más clientes. Ya verán que tendremos muy buenos resultados Luna amaba la administración y este pequeño emprendimiento la llenaba de ilusión, no solo por ella, sino también por sus hermanas que también aman lo que hacen. Tiene la esperanza de lograr un día tener una boutique que venda los diseños hechos por ellas, y que también hagan otros especiales. Todo de gran calidad y estilo y glamour.
El destino estaba a la vista, Cesar las esperaba impaciente en la puerta. Todos tenían los nervios de punta. Nadie sabía de qué era capaz un hombre que humilló de esa manera a una joven inocente y hermosa, y jugó con sus sentimientos. Porque estaba claro que había usado sus carencias emocionales para manipularla y tenerla a su merced. Es muy bueno que haya podido abrir los ojos a tiempo antes de ser completamente destruida por él.
Se bajaron del taxi, luego de pagar la cuenta y contentas y juguetonas corrieron hasta quien es una especie de figura paterna que las consiente a todas.
¡Niñas! por fin llegaron, ya me estaba preocupando impaciente se acerca a ellas un sonriente Cesar
¡Uhhh! No es para tanto, es que la princesa necesitó ir al baño tres veces antes de poder salir soltó Stella y todos comenzaron a reír.
Bueno es mi muñequita que quiere entrar a cada rato, no es mi culpa se quejaba Luna, con mirada de gatito regañado, haciendo puchero y llevando sus brazos cruzados sobre su pecho. En cuanto la vieron ponerse de esa manera las risas se incrementaron. No podían creer que esa dulzura sea tan berrinchuda.
Hola Luna, tenía muchas ganas de verte se escucho a su espalda una gruesa voz, que le erizó la piel y le heló la sangre. Todos lo miraron con desprecio, pero él tenía sus ojos puesto en quien se había convertido en su pesadilla.
No podía negarlo, cada vez que la veía estaba más hermosa. Las ganas de abrazarla y estrecharla contra su pecho eran increíbles, pero tenía que contenerse. Debía negociar primero, si tan solo ella no fuera quién es él podría amarla libremente. En cambio para su desgracia debe amarla y desearla en silencio, a espaldas de todos. Entre las cuatro paredes de un departamento.
Hola, lamento no poder decir lo mismo. Pero ya estamos acá es mejor terminar con esto de una vez las duras palabras de la joven se le clavaron en el alma. Ya no parecía amarlo, su mirada no denotaba ese amor dulce que había antes. Tenía que lograr poner remedio a la situación lo antes posible.
Pasen por acá, hablen en la sala dijo Cesar a los dos, luego se giró y miró directamente a Luna Estamos en la cocina por si nos necesitas dichas estas palabras todos caminaron hacia el lugar, no sin antes dejar miradas de odio al hombre que sonríe con suficiencia.
Bueno te escucho es lo que ella se limitó a decir.
¿Por qué te fuiste? Renunciaste, dejaste el departamento y me abandonaste. Luna yo te amo y pensé que me amabas. ¿Por qué me dejaste? la cara lastimera y los ojos cristalizados eran asombrosos, ella no podía creer que tuviera ese grado de descaro. Se rio con burla, no por él sino por ella misma que en otro tiempo creía este tipo de teatros.
Buena pregunta, lástima que te hayas olvidado de tus propias palabras, o es que quizá piensas que no te escuché hizo una breve pausa para aclarar sus ideas, quería ser lo más clara posible te escuché, ese día en la oficina de tu padre, creí que había quedado claro en cuanto me viste asistir a tu hermosa boda la ironía y el tono en que hablaba hizo que él sintiera miedo, no quería perderla. Venía preparado para tirarle los papeles en la cara, obligarla a firmar y después irse pero en cuanto la vio todo pareció perder sentido.
Yo.. yo puedo explicarlo. Mi amor por favor... son solo acuerdos comerciales, es un matrimonio contractual para hacer crecer mi empresa, es solo de papel estaba desesperado necesitaba que ella le creyera.
Mmmm, claro, y del papel se quedó embarazada ¿No? Lo que le dijiste a tu papá ¿Qué fue? Te dije que te escuché, sé que solo soy un objeto, una amante más. Alguien tan insignificante que ni siquiera te atrevías a hablarme en público. Cuando pasaba por tu lado me ignorabas, hasta muecas de asco vi que hacías por mi presencia ¿De verdad piensas que voy a creer que me amas? el dolor ante los recuerdos del pasado hicieron caer las defensas de Luna, había comenzado a llorar, no de una manera escandalosa, sino un llanto silencioso. Sus lágrimas se veían caer por sus mejillas y su nariz se había enrojecido. Era una visión realmente lastimera.
Por favor amor, entiéndeme. No podía casarme con vos si lo hacía mi papá era capaz de desheredarme. No tenía alternativas, y necesito un heredero, uno de Camila, de mi esposa dijo en tono bajo y suave bajando la mirada hacia el vientre que guarda a su bebé Yo jamás te miré con asco, es solo que odiaba que trabajaras limpiando ¿No te pedí que renunciaras, que yo te mantenía? Solo quería estar con vos, hacerte feliz. Aún lo quiero por favor vuelve conmigo las palabras de Cristian hicieron que su llanto se intensificaran, lo que él interpreto como una aceptación al "amor" que le ofrecía, pero en realidad es por la rabia contenida. Él quería mantenerla para tenerla dominada económicamente, ya lo había logrado desde lo emocional, en lo único que no cedía era en dejar de trabajar. Esa era su última barrera, la que no le permitió franquear, y la que le dio la posibilidad de recuperar su dignidad y amor propio. Sí cambió de trabajo, pero si hubiera dejado de trabajar él habría logrado minimizarla al máximo haciéndola sentir que no vale nada y que sin él ella no podría salir adelante sola. Conoce ese métodos, los usaba todos los días su papá con su amada madre. Ella era pequeña, pero recuerda, lamentablemente, todo.
Las lágrimas y el silencio de Luna le dieron pie para continuar hablando. Tranquilo y sigiloso se acercó a ella mientras estaba abrazada a sí misma, mirando hacia abajo tratando de contener la bronca y de ordenar las ideas.
Amor, por ahora podes volver a vivir al departamento. Cuando nazca el bebé yo te compro una casa para que vivan los dos. Yo te prometo pasar con ustedes el mayor tiempo posible. Por supuesto que me voy a encargar de todos sus gastos. Ya no necesitas trabajar en nada. Yo te amo tanto mi hermosa, solo quiero que seamos felices los tres. Lo único que necesito es que firmes unos papeles ella recién en ese momento levantó la cabeza y lo miró fijamente. Estaba sumamente sorprendida por todo lo que este hombre le decía. No lo podía creer, era peor de lo que ella pensaba. ¿Qué clase de padre le había buscado ella a su hijo?
Mientras el silencio reinaba por unos segundos, que parecían horas, en la otra habitación cinco personas querían ir a matar a ese cretino con sus propias manos. Tenían miedo, no, mejor dicho, pavor de que Luna se dejara influenciar, de que aceptara algo tan denigrante, para cualquier mujer.
Cristian tomo los papeles sin emitir palabras, no sabía como explicarlo, prefería que ella lo leyera por si misma. Unas manos temblorosas tomaron con duda las hojas. Eran varios papeles divididos en dos carpetas distintas. Tomo la primera que decía "Acuerdo de Confidencialidad" y comenzó a leer. En este acuerdo se especificaba que ella no podía dar a conocer al mundo quién era el padre de su hijo porque si no podía ir presa, o debería pagar una multa. A cambio de su silencio se le entregaba una suma considerable de dinero. Cuando llegó a esta parte apretó fuerte los ojos, esto era realmente increíble. Tenía que pensar con cuidado, el dinero no lo iba a aceptar, era como vender a su hijo o algo así, pero la seducía el hecho de que nadie supiera de que un hombre tan despreciable la embarazó. Dejó esa carpeta de lado para leer el contenido de la otra. Tenía que ver todo antes de decidir.
"Renuncia de Paternidad" Esto se ponía más interesante. Cogió un mechón de su cabello que caía sobre su rostro y lo colocó detrás de su oreja para leer con tranquilidad. El hombre junto a ella se comía las uñas de los nervios. Ella estaba demasiado tranquila. Lo miró por un momento y su rostro era inexpresivo. No parecía molesta, pero tampoco feliz. No entendía que podía pasarle. Ella leyó lentamente todas las hojas, se detuvo en las partes que le importaban. De pronto cierra la carpeta, se acerca a su bolso y saca algo. A simple vista Cristian no distinguía que era, pero en cuanto ella apoyó las carpetas sobre la mesa lo vio. Un bolígrafo, va a firmar se dijo feliz.
Claro que iba a firmar, con estos documentos, que estaban por duplicado, ella se sacaba el problema Cristian de encima. Tachó lo que no consideró, como el recibo del dinero, hizo una aclaración al respecto para que fuera firmada por él y estampó su rúbrica. La segunda carpeta la firmo sin más, no tenía nada que corregir. Al terminar miró al curioso ser que seguía cada uno de sus pasos con detenimiento.
Ya está, te firmé todo. Aclaro en este que no acepto dinero de tu parte, pero sí me comprometo a no divulgar la verdad sobre el origen de mi hijo. Necesito que me "autografíes" la hoja, para que sea legal la mandíbula de Cristian llego al suelo. No lo podía creer, había sido muy fácil y no le costó un solo centavo. Tomó las hojas y firmo él donde correspondía guardando sus copias y entregando a ella las otras. Trató luego de acercarse a ella para abrazarla y darle un beso, pero los dos pasos hacia atrás que dio lo puso en alerta.
Cariño, solo quiero darte unos mimos. Creo que debemos ir a buscar tus cosas para que te instales de nuevo en el apartamento cuando terminó de hablar las cinco personas que escuchaban pero no veían salieron con cara de dolor y decepción ante lo que creían que había pasado, por las palabras que habían escuchado.
Ningún cariño, entre nosotros dos no hay nada. Lo que se supone que teníamos se acabó cuando logré ver tus verdaderos colores. No soy tan tonta como para aceptar ser tu amante. Amante de un hombre que rechaza a su hijo, haciéndome firmar no solo un acuerdo de confidencialidad sino también la renuncia a sus derechos. Ja ¿Qué tan estúpida te crees que soy? estaba irritada, furiosa, endemoniada. Se había mantenido tranquila por el bien de su bebé, pero que este tipo tenga el descaro de decirle Cariño, tratar de besarla y hacerla nuevamente su amante, a la par que rechaza ser el padre de su hijo la hacía perder la cordura ¿En calidad de qué te ibas a presentar a mi casa cuando mi hijo estuviera presente? la burla se notaba en cada uno de sus gestos, y los 5 pares de ojos que lo miraban lo hacían aún con más odio que antes. Las muchachas se habían quedado mudas, no lo podían creer. Cesar, en cambio, se imaginaba que algo así podía pasar.
Cristian miraba a todos enfurecido, sentía que le subía la sangre a la cabeza. No podía ser lo que estaba pasando Luna, su Luna lo estaba rechazando. Con su orgullo herido, pero satisfecho de que por lo menos logró que firmara y no le tiene que pagar nada, salió de esa mugrosa casa, llena de gente mugrosa. Todos muertos de hambre poca cosa que se atrevieron a desafiarlo.
Un señor alto, con cabello cano estaba seguro de que ya no tenía trabajo. Ni modo, era lo mejor para no tener que ver más el rostro de esas lacras. Personas que se creen lo mejor por tener unos cuantos billetes de más.
Unas risueñas jóvenes, que habían malinterpretado la situación, se abalanzaron a Luna para abrazarla. Definitivamente esa chica era su ídola, su ejemplo a seguir. Había entrado sola a la boca del lobo, pero había podido salir airosa de allí, no solo entera sino que más fuerte, más madura y, por qué no, más hermosa.
El sol se ocultó. La tarde había llegado a su fin. Unas hermosas jovencitas charlan y revolotean al rededor del hombre maduro que las trata como un padre. Cuentan risueñas la hazaña de la tarde, a una madura mujer, que es feliz de compartir su vida con ellas. Como en los cuentos tradicionales la historia de la joven doncella que no se dejó avasallar por el malvado villano será recordada y contada por generaciones. Comenzando quiza, con una pequeña bebé llamada Esmeralda.