Segunda historia de la novela "Desde esa noche que te vi" ...
Emma y Leonel nunca imaginaron que su relación fraternal se convertiría en algo más. Aunque no comparten sangre, han crecido juntos como hermanos, pero un día, sus sentimientos evolucionan hacia una pasión profunda y prohibida.
Atrapados en un torbellino de emociones, ambos deben enfrentar el miedo a la reacción de su familia y amigos. ¿Qué pasaría si descubren su secreto? ¿Podrán superar las barreras sociales y familiares para estar juntos?
En este relato apasionado y emocional, Emma y Leonel deben decidir si su amor es lo suficientemente fuerte como para vencer los obstáculos y seguir su corazón, o si la presión del entorno los obligará a renunciar a su felicidad."
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Capitulo 9 - Una mañana lujuriosa
Al día siguiente Emma se despierta contenta por estar en su casa, se viste y baja a desayunar con su familia
Carol y los demás ya estaban sentados en la mesa desayunando
— Buenos días cariño, cómo dormiste?
— Bien mamá, re bien ahora que estoy con mí familia — le responde Emma con una gran sonrisa
— Que bueno cariño, siéntate que ya te sirvo el desayuno — le dice su madre levantándose para servirle el desayuno
Emma se sentó feliz y se puso a conversar con sus hermanos. Estar de vuelta en casa la hacía sentir feliz y tranquila, se lamentaba el día que le dio una oportunidad a Tobías, pero es que él la compró fingiendo ser dulce y cariñoso, le mostró un lado de él que no existía y terminó mostrando su verdadero rostro, uno que jamás quiere volver a ver, nunca más en su vida.
Después del desayuno su madre y Emiliano se fueron a sus trabajos y sus hermanos ahora que Emma había regresado y que estaba bien, se irían a un campamento todo el verano hasta que comenzarán las clases nuevamente, como hacían todos los años
Se puso a juntar todas las cosas del desayuno y comenzó a lavarlas. Una vez que dejó la cocina limpia subió a su habitación a ordenar las pocas cosas que le habían quedado del día anterior, se colocó los auriculares y comenzó a escuchar música mientras ordenaba
De repente casi finalizando de guardar todo, siente que la abrazan por detrás y los recuerdos de cuando Tobías la agarraba por la espalda cada vez que ella intentaba escapar de sus golpes se hicieron presente y comenzó a gritar y a patalear por el miedo mientras comenzaba a llorar
Leonel quien era el que la estaba abrazando, se dio cuenta que le había dado un ataque de pánico y la soltó para girarla de frente y tratar de tranquilizarla
— Mi amor, mi amor, mírame, soy yo preciosa, mírame, Emma mírame — le dice tomándola del rostro para que ella abra los ojos y lo mire
Emma al oír su voz comenzó a abrir los ojos lentamente y al verlo a Leonel se lanzó a sus brazos para abrazarlo y continuar llorando desconsoladamente por el miedo que sentía
— Lo siento mi amor, perdoname por favor, no creí que te asustarias, toque timbre cuando llegué, pero como no abriste entre y subí hasta tu habitación porque sabía que estarías aquí, golpee pero como te oía cantar me di cuenta que estabas con los auriculares y por eso no me escuchabas, quise darte una sorpresa abrazándote de repente, pero jamás imaginé que te asustarias, lo siento bebé perdóname — le dice Leonel sin dejar de abrazarla
Emma no respondió nada, ella aún seguía aferrada a su pecho como niña asustada, y es que recordar esos días en los que Tobías la golpeaba, la estaban atormentando
Después de un rato abrazada a Leonel, al fin pudo tranquilizarse y se separó de él
— Yo … lo siento — dijo avergonzada, con la mirada al piso
— No te disculpes bebé, yo soy el que debe disculparse, perdóname, no imaginé que te asustarias, lo siento — le dijo Leonel levantándole la cara para que ella lo mire
— Fue una sensación muy fea, creo que nunca podré olvidarlo — dijo ella con tristeza
— Claro que lo olvidarás, solo debes ir a un psicólogo que te ayude, y yo te acompañaré, siempre estaré a tu lado — le dijo Leonel acercándose para luego besarla suavemente
Emma lo abrazó por el cuello y profundizó el beso, tanto que comenzó a subir de tono excitando a Emma que deseaba estar con Leonel
Ella comenzó a levantarle la playera de a poco con la intención de quitársela, pero Leonel la detuvo
— Espera mi amor, detente, estás segura de lo que quieres hacer? — le pregunta Leonel
— Si, estoy segura, Leo te deseo desde hace mucho tiempo, quiero hacerlo — le dice ella en un tono de súplica
Leonel no dijo más nada, simplemente la volvió a besar con más pasión, poco a poco ambos fueron despojandose de sus ropas hasta terminar sobre la cama completamente desnudos
Leonel comenzó a besarla por todo el cuerpo, con suavidad y amor, era tan tierno que Emma estaba enloquecida
Las caricias eran suaves por todo el cuerpo, no dejaba ni una sola parte sin recorrer ni admirar, los besos en el cuello cerca del lóbulo eran las más excitantes para Emma que ya estaba completamente perdida en el placer
Leonel se posicionó entre sus piernas, en la entrada de su intimidad, se colocó un condón y muy lentamente comenzó a introducirse hasta quedar completamente dentro de ella
Emma se aferró a su espalda, mientras cerraba los ojos disfrutando del placer que eso le estaba generando
Poco a poco Leonel comenzó a aumentar las embestidas cada vez más, mientras continuaba besándola, Emma gemía tanto mientras disfrutaba de ese placentero sexo que Leonel le estaba dando, que no pudo contenerce por mucho tiempo y terminó llegando al clímax total
Leonel al ver las facciones en su rostro al acabar, eso lo excitó aún más, tanto que en un par de movimientos más también acabó
La miró a los ojos con una sonrisa de felicidad al verla con sus mejillas coloradas y la besó tiernamente
— Te amo Emma, siempre fuiste el amor de mí vida y siempre lo serás — le dijo él acariciando sus mejillas
— Yo te amo a ti mi amor, te amo como jamás amaré a nadie en mí vida — dijo abrazándolo y es que ahora se sentía completa, tenerlo a Leonel a su lado como siempre había soñado la hacía tan feliz como si estuviera en un sueño tan bonito del que no quería despertar jamás
Ambos permanecieron acostados por un rato abrazados, hasta que Emma se quedó dormida nuevamente
Leonel se levantó con cuidado de no despertarla, admiraba lo hermosa que era y ese cuerpo perfecto que siempre había deseado, sonrió con amor y se acercó a cubrirla con las sábanas, luego fue a darse un baño
Al salir del baño se vuelve a vestir y se sienta a su lado y la observa dormir, así estuvo por un rato hasta que Emma despertó y lo vio sentado junto a ella observándola
— Que sucede? Ya te vas? — le pregunta sentándose en la cama de golpe al verlo con la ropa ya puesta
Leonel al verla nuevamente desnuda con sus pechos al descubierto, sintió como su amiguito de abajo se levantaba lentamente, que se acercó a Emma y la volvió a cubrir con la sábana
— Tapate bebé o te puedes enfermar — le dijo sonriendo
Emma que se dio cuenta de lo que estaba pasando por qué lo vio mirar su entrepierna, sonrió con malicia y se volvió a quitar las sábanas quedando completamente a la vista de él
Luego se subió a horcajadas sobre él y comenzó a besarlo, mientras se frotaba lentamente sobre su erección que ya se estaba haciendo incontrolable para él
Ella le desprendió el pantalón y sacó su miembro ya duro y estaba a punto de introducirselo en si misma cuando Leonel la detuvo nuevamente
— Espera mi amor, primero hay que colocar esto — dijo sacando un condón del bolsillo del pantalón
— Es verdad, lo siento cariño — dijo ella avergonzada por no pensar en las cosas más importantes solo por dejarse llevar por la calentura del momento
Leonel le dio un suave beso mientras abría el condón, luego se lo colocó y Emma se volvió a posicionar sobre su miembro y de un solo movimiento se lo introdujo de nuevo
Ella comenzó a moverse con la ayuda de él, los movimientos eran cada vez más rápidos y más profundos que ella no podía evitar gemir por la excitación que eso le estaba provocando
Él se levantó de la cama, aún con ella encima y la pegó contra la pared y comenzó a embestirla con más fuerza haciéndola gritar de más placer
Así continuaron por varios minutos más hasta que ambos llegaron al orgasmo deseado, liberandose por completo una vez más, quedando completamente exhaustos y felices por haber estado juntos al fin después de tanto tiempo deseandose mutuamente.
y a sea zorra destrozala