Beatriz Salinas, conocida como Bea, asume con entusiasmo la vida; sin embargo, pronto su vida cambiará de un momento a otro y una vorágine de emociones, sentimientos y acontecimientos la podrían llevar a conocer al verdadero amor.
Bea desconoce que tras ella existe una persona obsesionada con acabar con su existencia; y que la vida perfecta que creía tener se puede desmoronar en cualquier momento.
¿Podrá Bea liberarse de quien quiere lastimarla?
¿Podrá Bea reconocer el amor de su vida en medio del caos que se avecina?
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4. Mostrando su verdadero ser
Edward Safra estaba esperando que su novia Linda Fernández volviera de los servicios higiénicos, solo se iban a quedar una media hora más y luego la llevaría a su casa, aunque haya tenido libre en el hospital, mañana debía regresar al trabajo, solo había aceptado ante la insistencia de su novia que se quejaba de que quería divertirse y él siempre estaba ocupado.
Linda Fernández tiene veinticuatro años, es hija de un médico del hospital donde trabaja Edward, trabaja de recepcionista a insistencia de su padre, a ella le gusta mucho divertirse, pero necesitaba un novio adecuado para presentar a su padre y la dejara de presionar con sentar cabeza, cuando conoció a Edward pensó que él era perfecto, guapo, inteligente, responsable; sin embargo, para ella muy aburrido, pero cumplía con los estándares de su padre, así que le convenía salir con él.
...Linda Fernández...
Linda estaba saliendo de los servicios higiénicos cuando se encontró de frente con Kevin, quien quiso ignorarla, pero inmediatamente fue abordado por la joven.
- "Si tú estás en este lugar, él también lo está, ¿quién es su aventura de esta noche?, ¿con quién intenta olvidarme?", inquirió Linda posando su mano sobre el hombro de Kevin.
Kevin sacó despectivamente la mano de Linda de su hombre, la voz chillona de esa mujer lo desespera, no entiende cómo Bruno pudo haber salido con una mujer como ella por tanto tiempo, hipócrita, presumida, licenciosa, y excelente actriz; cualquiera podría creerle el papel de chica buena, menos él, no con todo los antecedentes que se carga encima.
- "Linda, deja de pensar que el mundo gira alrededor tuyo, Bruno podrá acostarse con el mundo, pero jamás volverá a hacerlo contigo, ya pasaste de moda", dijo Kevin con desdén.
- "Te equivocas, se tiene que acostar con el mundo entero, porque ninguna se lo hará como yo; si él prefirió el dinero de su abuela a seguir conmigo, tendrá que pagar el precio", expresó Linda muy segura de sí.
Kevin no pudo evitar dar carcajadas por las expresiones de Linda.
- "Cree lo que quieras, al final el resultado es el mismo, te usó, te disfrutó y luego te dejó. Deberías disfrutar al médico que vino de fuera y no sabe tus andanzas, asegúrate de que ponga un anillo en tu dedo, tal vez sea el único que te tome en serio. Como le dijiste a Bruno, figurita repetida no completa el álbum, deberías tener en cuenta tu propio consejo", dijo Kevin con desdén.
Linda quiso darle una bofetada, pero Kevin le sostuvo el brazo con fuerza.
- "No hagas un espectáculo Linda, no se vaya a enterar tu nuevo novio de la clase de mujer que eres", expresó Kevin y se marchó.
Linda refunfuñó de rabia y pateó un basurero que estaba cerca del lugar, Kevin siempre parecía ser el guardaespaldas de Bruno, a quien no había olvidado aunque ella se negara a admitirlo.
Mientras tanto, Bruno sujetaba con fuerza la mano de Bea, quien se esforzaba en soltarse.
- "Bruno me estás lastimando, suéltame", expresó Bea jalando su mano para soltarse.
- "Acaso eres una quinceañera, preparé todo para este encuentro y ahora resulta que siempre no, acaso crees que soy un juguete tuyo. (Respirando profundamente al notar la expresión molesta de su joven novia) Osita si es que tienes miedo, te aseguro que todo va a estar bien, (tomando su mentón) lo vas a disfrutar", manifestó Bruno tratando de refrenar su rabia.
- "Sé que te dije que sí, entiendo que te pueda sorprender mi cambio de parecer, pero es lo que siento ahora, no quiero todavía hacer el amor contigo, en lugar de molestarte, deberías comprenderme, yo decido que hago con mi cuerpo, y por ahora no estoy lista para intimar contigo", dijo Bea soltando la mano de Bruno, esa reacción de su novio era algo nuevo para ella, y no le estaba gustando.
- "Preparé el momento perfecto y ahora actúas como una niña que se asusta y me deja todo tirado, si no quieres no te puedo obligar, pero la verdad estoy bastante decepcionado y no tengo ánimo de llevarte a casa, ya estás bastante grande para poder ir sola", comentó Bruno apretando el puño, para no jalonearla y llevarla a la fuerza.
- "Sí tienes razón, puedo irme sola, la verdad es que necesito replantearme muchas cosas", dijo Bea molesta y se alejó para retirarse, parecía que por primera vez Bruno estaba mostrando su verdadero ser ante ella y no le estaba gustando lo que estaba viendo.
Bruno quería gritar y golpear todo, iría a lavarse la cara y luego buscar alguna chica con quien pasar la noche; no se iba a quedar con las ganas, cuando llega al pasadizo que llevaba a los baños, se topa con la escena de Linda golpeando el basurero.
- "¿Es tu nuevo hobby, golpear los basureros?, preguntó Bruno, mientras miraba las piernas de Linda, había que reconocerle que esa mujer era un deleite para el deseo.
Linda sonríe, el objeto de su deseo estaba frente a ella, con aquella mirada profunda y peligrosa, era inevitable estremecerse en su presencia, porque los recuerdos de sus encuentros íntimos que eran extremadamente pasionales se agolpan en sus memorias, que la hacen humedecer su centro con solo verlo acercarse a ella.
