Cuando la vida te prepara para que luches desde pequeña, sientes que el miedo te persigue a cada instante y que tu felicidad está en un camino lejano y desconocido.
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Cambios.
Luis me fue a recoger, ya que no tenía amigos de seguir caminando por más tiempo, subo a mi habitación y veo que la maleta de viaje está lista, vaya que mamá tiene prisa porque me vaya de aquí, aún no logro entender el motivo de todo esto su cambio, aunque me duela reconocer ella en estos últimos días ha sido distante conmigo. Bueno debe estar igual que yo y no quiere demostrar su dolor ante mi inminente partida.
Sueno mi teléfono y es Mónica. Me dice que quiere que salgamos a una fiesta para despedirnos.
Vaya que con estos ánimos no quiero salir a ninguna parte, pero ella tan insistente logra convencerme, dejo todo listo con algunas cosas que no fueron empacados y me coloco unos jeans con un top corto. Me maquillo los ojos y uso base para eliminar estas ojeras que me salieron por llorar. Y aquí estoy rumbo a aquel lugar de música y me voy a divertir porque sé que será la última vez que este en este país y con mi amiga, no sé cuando será mi regresó. Voy a bailar y dejar al olvido todo lo que sucede y no me va a importar viajar ebria en un avión.
Ya en la entrada Mónica me está esperando, junto a ... Será él... Si es él, al final Mónica Valle pudo conquistar a Bietti. Saludo y entramos aunque veo que yo seré una tercera persona sobrante aquí. Hablo con Moni, tomamos un par de tragos y los dejo a ellos, mientras bailan embelesados. Al menos mi amiga es feliz. Voy al baño, coloco mi cartera delante de mi y aparto con cuidado a las personas que están disfrutando de la diversión.
Estoy haciendo pipí y retengo el pipí cuando escucho la voz de dos chicas, sus murmullos dicen otra cosa... Ahora no sé cómo salir de aquí.
Me limpio y me voy levantando lentamente trato de abrir la puerta en silencio, cuando la imagen me deja perpleja, ambas mujeres están inhalando algún tipo de droga que sé yo.
Una de ellas ríe y la otra se limpia la nariz limpiando el polvo expuesto que quedó.
Respiro y doy un paso hacia afuera, salgo sin ser vista eso creo yo al menos, hasta que...
La rubia se me acerca a mí y me dice en mi oído... < Por tenerte en mi cama cuanto quieres>
Mi piel se enchina con solo sentir su olor a alcohol y cigarrillos. La otra morena ríe y le dice con palabras a medio entender...
Yo no digo nada y salgo con el silencio en mi mirada, jamás me había hecho una proposición de ese tipo y menos mujeres... Necesito aire puro y no de este ambiente, estoy sudando, veo la salida de emergencia y camino con cuidado, al final de la salida veo a una moto estacionada. Bueno esperaré un momento, veo la hora y es mejor que ya me vaya a casa, dentro de algunas horas estaré viajando.
Llega un joven y toma la moto y me habla, no puedo distinguir quien sea porque trae casco, me hace recordar a aquel muchacho de la billetera.
• ¿Té vas? Si es así te digo que por aquí no encontrarás algún taxi.
• Yo... Alguien pasará por mí.
• Entonces te recomiendo que esperes dentro y no en este lugar, ya que si caminas más llegaras a un callejón y las personas que paran en ese lugar digamos que no son tan amigables como yo.
... Bueno quizá y tenga razón, mejor espero dentro, pero y si están esas chicas esperándome... Mi piel se vuelve a encinar de miedo. Y a este no lo conozco y si es un loco y...
• Que dices te llevo o te quedas aquí esperando o vuelves a donde estabas. No pienses que soy un loco o un sicópata, yo ya voy de regreso, así que dime que no tengo mucho tiempo un viaje me espera.
• No te conozco y no sé quién seas...
... Él ríe y se quita el casco, su cabello corto lo hace ver como un militar, pero la tenue luz opaca no me deja distinguir bien su rostro. Me estira la mano y aquí voy yo ciega ante un peligro, acepto subirme, enciende su moto y salimos de aquel callejón y si era cierto veo personas que me dan miedo. Él con su otra mano hace que lo tome de la cintura...
• Sí no te sientas te puedes caer...
... Bueno yo con timidez lo sujeto, jamás me subí a una motocicleta y tampoco iba con un desconocido.
Calles más adelante frena en un semáforo.
• Por cierto no me has dicho a donde te llevo.
• ... He si... Voy a la villa Neva.
• Ok...
... Su olor del perfume que lleva es tan suave que me da calma. Minutos después llegamos, pero le digo que me deje antes, si mi madre me ve llegar así, pega un grito al cielo.
• Aquí está bien muchas gracias.
• Listo, ahora estás en tu casa segura. Me voy.
• Bueno he sí... Gracias otra vez.
Él asiente y se marcha, veo que Luis sale con el auto, bueno ya es tarde para una salida, quizá mamá lo llamo.
Entro a la casa y todo está oscuro.
Subo a mi habitación y hay una nota en mi cama, al parecer mi madre tuvo una emergencia.
Quizá en el aeropuerto me alcancé, tampoco está tía Graciela.
Me llega un mensaje de que dentro de 20 minutos un taxi me esperará para llevarme al aeropuerto.
Nadie me despide, nadie me dice nada, es el peor día de mi vida, no me despedí de Mónica y tampoco me llamo, al parecer soy invisible para algunas personas.