Nuestro planeta, este hermoso nido donde vivimos parece no querernos aquí. es un planeta feroz, estamos a diario expuestos a todas sus infamias desde lluvia hasta volcanes, el mar que nos refresca nos da oxígeno y alimento y también se eleva, inmisericorde borra ciudades enteras de sus costas, tifones, terremotos. La tierra cuando así le provoca se hunde, se desliza sin importar cuantos de sus hijos queden tapiados Los seres humanos nos hemos abocado a socorrernos los unos a los otros, siempre nos sentimos inclinados a proteger al más débil. Desde tiempos inmemoriales nos hemos organizados para paliar embates de la madre gea. allí donde un accidente natural nos lesione estaremos prestos a ayudarle. en esto basamos nuestra existencia. Ustedes no están solos cuentan con nosotros. Estamos en el mismo barco tratando de mantener el rumbo. Aqui nacimos y moriremos. pero mientras tanto con ilusión y con esperanza parimos hijos, sembramos árboles y forjamos futuro para las nuevas generaciones.
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CAPITULO VI
En los momentos de crisis nos conocemos un poco más, vemos realmente quiénes somos – Razona
Maggie luchando consigo misma – sujeta sus pensamientos y aquieta su mente. El
pequeño apartamento está en silencio; la señora Evelyn respeta su recogimiento,
malicia la buena dama, preocupada por eso le dejó la puerta del cuarto abierta
para que se tranquilice y se acostumbre a su silencio. la ve sentada ante la
computadora leyendo y escribiendo; se tranquilizó la buena mujer cuando la vio
inmóvil acostada en la cama mientras meditaba, pensando que estaba durmiendo,
cerro con cuidado la puerta en su afán de ahogar el ruido del mundo. Asi
dormitó hasta la hora de almuerzo, así más relajada llamo al abuelo, en
Alemania es tarde y al segundo repique se oye la voz amada de mi anciano
maestro:
-Mi Bella Maggie, me alegro tanto que te acuerdes de llamarme, me dijo Mariam que
sigues trabajando en el hotel, es bueno para que practiques tus idiomas. No
dejes de trabajar para las conferencias, pretendo que al menos en una seas mi exponente,
en la de México o Managua. Y no acepto excusas estas más que preparada ya que
hemos trabajado en ellas tanto tiempo. Cuéntame ¿por qué no fuiste a los actos
de grado? Firme muchos papeles por tu culpa. Me prometiste que te involucraría
y disfrutarías de los eventos, pero decidiste mandar todo al carajo y te
encerraste el día de tu graduación que también era tu cumpleaños, te
aprovechaste y te fuiste lejos donde ni siquiera hay señal. Estuve preocupado,
luego los huracanes en el Caribe nos aislaron. Los muchachos rompieron todas
las reglas buscándote. Algo malicia Mauro. Mi niña, tienes que vivir tu
adolescencia. Mucho te han quitado. Que te costaba recibir tu título en ese
evento y cantar cumpleaños por última vez diciéndole adiós a tu infancia. ¿Dime
te pasa algo? tengo que preocuparme más por ti.
-Mi abuelo bello, que te pasa, te me estas poniendo viejo. Que me puede pasar, lo
de siempre. Perdóname, pero no lo pude soportar, me ahogaba en los ensayos.
Imagínate yo bailando samba, perdón mi viejo, pero no pude. Acepto tu castigo,
te falle. Pero nadie te quiere tanto como yo. Eres mi universo.
-Yo también te amo mi muñequita zalamera, me tienes molesto, pensaba regalarte unas
vacaciones por el Caribe en crucero, para que disfrutáramos vacacionar la
familia entera, andan muy incómodos Mauro e Isnaldo que perdieron su tiempo
diseñando para ti, Marian y Adela ese paseo, al menos ellos lo van a disfrutar
aprovechando lo que tú no te mereces. Y ni creas que te voy a dejar realenga,
mientras entra a la universidad vas a trabajar duro. Termina ese trabajo
rápido. Mañana lunes te necesito libre. Desde el
martes, el Museo de Occidente necesita traductor, le llegó un material antiguo
y tú vas a ser una de sus miembros. Te contactan para enviarte el material por
tu correo electrónico y te dictaran las pautas para interactuar en su equipo, demás esta decirte que lo que te parezca difícil me llames. Es una gran
oportunidad Maggie, lo que siempre has querido. Se que disfrutaras más este
regalo que ningún otro, feliz cumpleaños.-
¡abuelo! ¡abuelo! ¡Te amo, eres mi sol! Que más le puedo pedir al cielo.
Y siguió su perorata, imaginando su figura cansada pensó: es un gran hombre mi
viejo abuelo, se lo está llevando el siglo. Lo alcanzó viejo, si ya lo era
cuando de su mano recorrimos los pasillos de los museos, de los conventos, de
los seminarios y especialmente de las bibliotecas y de los salones de estudios
de la Academia de Lenguas donde, junto a su yerno - mi padre - me deleitaban con aquellos cuentos viejos que
escritos en diferentes idiomas hablaban, por quienes los escribieron, de sus
mundos, sus costumbres, su forma de ver las cosas, como herencia histórica forjando
musas y así los vemos por medio de los escritos que traspasan eras, milenios y
siglos.
Esta viejo mi maestro y cuando murieron mis padres se tambaleo y me miro con
esperanza, rogándole al creador por lo menos tres años más de vida hasta que
alcance la mayoría de edad, tiene fe plena en mí. Soy su sucesora, para eso me
están preparando, pero también es abuelo y desde los cinco años que recuerda le
hizo énfasis a su hija, que la obligara a jugar con Mariam cuando me veía pasar
el tiempo escribiendo, leyendo y mis juguetes preferidos además de los escritos
y lecturas eran un computador y un celular. Es difícil mantenerse alejado, el
me entiende, es como un vicio, una necesidad de saber, el también buscó tiempo
para estar con su mujer y su única hija. Ambos catedráticos con la hija nada
interesada en la lectura, pero se casó con el morenito latino, su pupilo y nace
la esperanza cuando vio su segunda nieta, que a los tres años reclamaba su
cuento para dormir, le fascinaba copiar letras y exigía que la enseñaran a
descifrar lo escrito. Mi padre era su sucesor, cuando murió me relegó tan gran
honor, soy consciente de mi realidad, es mi mundo, es lo que le gusta además no
estoy sola están los discípulos del abuelo y con ellos su futuro y el de la
Academia. Por eso que el abuelo siempre hizo la vista gorda de mi inclinación
hacia su discípulo amado. Situación que ocasiona problema desde el comienzo por
la proximidad y la diferencia de edad. Nada que temer. Mauro es un digno
caballero. crecí adherida a su cuello como amigo, confidente y mentor, bajo la
mirada maliciosa de mi madre que no escatimo esfuerzo hasta que a los diez años
que nos puso distancia
Hoy estamos distanciados, Es propio de las niñas enamorarse solas, como duele, hoy más
fuerte. ya madurare, talvez me tarde, pero pasará, no me puede doler su
ausencia toda la vida. De repente me ubique, que más voy a perder, nada es tan
grave, que esta situación es solo una vivencia más, algo que tenía también que aprender,
la asumiré como experiencia para que al final de cuenta tampoco sea una
perdida, se tranquilizó mi mente.
Amada noche – se postraba pensativa la niña - gracias hermosa dama por donarme un
poco de tu sabiduría para minimizar este dolor y purgar mi pena. Ya no me llama,
Isnaldo le llevó el mensaje. Ya no me interesa. Estoy muy ocupada. Al final fue
el quien decidió y ahora me lo tomo en serio, la necesidad me obliga. Es mi
cuota de sacrificio. Desde que cumplí doce años, se mantuvo lejano. Note
extraña su mirada, cuando buscaba refugio en su afecto me evadía. Poco a poco
fue apartándose. Vi que se retiraba. Pudo sacar su magistratura en Managua,
pero escogió Europa y me puso un océano por medio. Solo venia en diciembre, Semana
Santa y vacaciones. Yo entendí que ya no soy una niña y él es un catedrático,
pero también es hombre y entiendo sus necesidades desde siempre han estado
presente. Se que ama y respeta cada cambio en mi joven cuerpo y venera y lo cuida
como algo muy sagrado. Desde que recuerdo nos amamos y nos respetamos.
-Todo
se agravó a mis catorce años en semana santa, que pasamos juntos en Managua. La
servidumbre dormía y me escape hacia los estanques. Todos habían salido era
sábado, hasta el abuelo se fue de tertulia con sus amigos, menos yo porque soy
menor de edad y tampoco me gustan los lugares hacinados y ruidosos por eso no
me importaba, estoy acostumbrada amo mi soledad. Mi cuerpo lo cubría apenas un
salto de cama, para este lado no hay vigilancia y se cuida mucho la privacidad;
cuidando mi cabello que no se me mojara refresque mi cuerpo en aquellas aguas.
Ya mañana muy temprano viajaba, se acabó la semana de asueto. Feliz disfrute mi
familia en la villa de mi abuelo.