La Elegida De La Noche

¿Lo dices en serio? – consulto Emily una vez que salió el asombro

-P0r supuesto mi niña, no olvides que tu madre era mi hermanita. Yo también he perdido mucha gente amada por culpa de la Elite – explico su tía con una sonrisa triste

-Tía… ¿Por qué no los destruiste en su momento? Eres una reina con muchos brujos – pregunto Emily

-Porque ir contra los vampiros ancianos, así como así implicaría una nueva guerra, el reino vampiro no tendría otra opción que luchar y perderíamos muchas más vidas inocentes – respondió su tía

- ¿Vampiros ancianos? – pregunto confusa Emily

- ¿Piensas ir contra ellos, pero no sabes si quiera quienes son? – pregunto seria su tía.

-Eso era parte del plan – declaro Emily sonrojada.

-Asique hay un plan – murmuro su tía – cuéntamelo

-Es sencillo de momento. Primero era investigar sobre la Elite todo lo posible, mientras entrenábamos todo lo que pudiéramos, y bueno, buscar más híbridos, después de todo esta también es su lucha – confeso Emily.

-Ahora entiendo porque les diste ese castigo a los guardias reales – recordó riéndose la bruja madre – Pero, ¿cómo estas seguras que los demás híbridos pelearan?

-Los convenceré, hablare con ellos, además si contamos con tu apoyo será mejor y habrá mayores posibilidades – declaro muy segura de su plan Emily

-De acuerdo, investigare donde se han estado escondiendo y tu iras a por ellos – accedió su tía.

-Perfecto, ahora quiero que nos cuentes todo lo que sabes sobre la Elite o como les dijiste, los vampiros ancianos – demando Emily

- ¿Nos…? – pregunto curiosa la bruja madre, ¿Por qué hablaba en plural?

-Si, a mis amigos y a mí, obvio que ellos también deben saber todo – manifestó Emily

-Se me había olvidado por un momento que hacen todo juntos – repuso su tía haciendo sonrojar a Emil

-No hacemos todo juntos – se defendió mientras caminaba hacia la puerta – ire a buscarlos, deben estar entrenando

Luego de decir eso Emily salió literalmente corriendo a velocidad vampírica provocando una carcajada de la bruja madre.

Una vez Emily llego a donde se encontraban los vampiros con los guardias, se sorprendió por lo que veían sus ojos.

Un grupo de brujos estudiantes estaban tratando de humillar a unos guardias reales mientras otro grupo se burlaban de sus amigos vampiros. ¿Por qué siempre llegaba cuando había problemas? Pensó Emily mientras se diría al lugar.

- ¿Qué está sucediendo aquí? – pregunto con voz de autoridad Emily.

Todos se voltearon a verla, muchos con asombro, otros con odio y desdén.

-Asique tu eres la princesa prodiga – dijo una bruja de un grupo junto a los guardias.

-Y… ¿tú eres? – pregunto Emily con indiferencia, sabia que a esa clase de personas les molestaba no ser reconocidos por sus apellidos o los puestos de ellos o de sus padres.

Parecía que le dio en el blanco porque la muchacha se puso roja de la ira mientras un muchacho que estaba mas cerca de los guardias se reía.

-Yo soy la hija de… - comenzó a decir con aires de superioridad, pero Emily la interrumpió.

-No me interesa un pepino de quien rayos seas hija, mientras no hayas logrado nada por ti misma no me dirijas la palabra, y es una orden, si te pasas de listita te mandare a limpiar los baños del palacio junto a las otras tres brujas que también se atrevieron a desafiarme e intentar humillar a los mío.

Pude notar como su rostro cambiaba de colores, pero no dijo ni una palabra

-Pero son guardias, no son de los tuyos, además no son de familias importantes – repuso otra bruja con mofa

-Tu eres menos importante que ellos y encima adivina que, si llega a haber una guerra adivina ¿quiénes serán los que los proteja?, ¿acaso crees que será tu papi?, ¿tu maldito dinero?, entérate, No, n-o. Haber si así comprendes, mis queridos amigos los guardias reales serán los que pongan su vida en peligro por tu cabeza vacía. Asique vuelvan a intentar decirles algo o tratarlos de mala forma y yo personalmente me encargare de que ustedes, tanto hombres como mujeres vayan a la guerra en primera fila – declaro Emily con una sonrisa maliciosa que aterro a todos los presentes, mientras sus ojos estaban uno de cada color.

- ¿También se supone que debemos besarles el trasero a los asquerosos vampiros? – pregunto uno, debía darle un punto por la valentía y una lección por idiota.

-Por si no te has dado cuenta imbécil, ella también es medio vampiro, por lo que estas insultando a la princesa real, lo que se podría llamar traición – dijo de pronto una voz, Emil se volteo a ver de quien provenía y vio que era el mismo muchacho que se estaba riendo de la bruja antes.

Era un chico de piel morena, cabello castaño claro y ojos violeta, tenia un cuerpo atlético. Creo que por un momento me perdí mirándolo pensó Emily, que mi hermano se me acerco para susurrarme

-Hermanita, se te cae la baba – susurro con mofa

-Cállate Nick – lo reprendió Emily mientras le daba un puñete en el hombro

Al verlos comportarnos como niños, comenzaron a murmurar, pero como eran vampiros podían escucharlo todo. Ya sin un ápice de paciencia Emily trono los dedos haciéndolos levitar a todos menos al de pelo castaño, y los arrojo con fuerza lo mas lejos posible de donde estaban ellos, podían escuchar sus gritos de pánico y desesperación, pero no le importaba a Emily, se lo merecían por imbéciles.

De pronto los guardias reales se le acercaron a Emily y sus amigos

-Discúlpenos princesa por las molestias que tuvo que pasar por nuestra culpa – se disculpo un guardia mientras se inclinaba.

-No es necesario… ¿Cómo te llamas? – consulto Emily

El guardia se tenso porque le preguntaba el nombre, ¿para qué quería saberlo? Se pregunto

-Tisian, princesa – respondió inseguro Tisian, el guardia real

-Ah gracias, que decía… ah si, no es tu culpa ni la de ninguno de ustedes, esos brujos se creen la gran cosa, pero solo son un montón de niños maleducas que creen que pueden llevarse el mundo puesto por haber nacido en una familia con poder y dinero. Asique no te preocupes Tisian, ni ninguno de ustedes – miro al resto de los guardias que la miraban sorprendidos – Realmente les agradezco que nos estén ayudando a entrenar, y espero que podamos hacernos amigos en el futuro y no me llamen princesa cuando estemos entre nosotros, llámenme por mi nombre, ¿está claro? – declaro Emily

Todos los guardias reales asintieron, luego le agradecieron su amabilidad. Emily no lo sabía, pero desde ese día, ella se había ganado la lealtad y respeto de sus guardias reales incluso más que su tía y más allá de eso, su amistad.

Luego les dijo a sus amigos que tenían que ir al despacho de su tía que los esperaba para hablar de algo importante. Y a velocidad vampírica corrieron al lugar, dejando a un muchacho de pelo castaño solo y asombrado en el lugar, se habían olvidado de que estaba ahí.