El clan de brujas Lanira suele vivir en la clandestinidad, las reglas de su clan son claras, no busques más de lo que necesitas o puedes llamar la atención de un dragón.
Aisha miembro de este clan estaba por terminar su año en solitario y sus practicas profesionales cuando desapareció del radar, el clan ha implorado saber, pero hay un poder muy grande que la retiene y la oculta de su familia.
Dos años después ella regresa herida y sin memoria de lo que le ocurrió durante su ausencia y con la cría de un dragón creciendo dentro de ella...
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Yo Aisha Zaharia Lanira te doy la bienvenida con todo mi amor
—¿Cómo es posible que no la encuentren?— Vociferaba Ragnar —se supone que son rastreadores expertos, no se la pudo haber tragado la tierra...
—Pero lo hizo— respondió Fafner con total seriedad —De lo contrario, ¿por qué no has usado tu vínculo con ella para encontrarla?— las palabras de Fafner paralizaron a Ragnar, su hermano tenía razón, desde que había despertado estaba intentando encontrar el vínculo con Zari, pero no había podido y eso lo tenía desesperado y listo para salir a incendiar el mundo si ella no regresaba pronto —Ya deberías saber lo que eso significa, lo más seguro es que ella...
—¡No te atrevas a decirlo!, sé que ella está viva, aún puedo sentir la calidez de la existencia de nuestra cría— Ragnar apretaba y cerraba los puños, ya había destrozado la mitad de los muebles en ese lugar y no parecía poder dejar de moverse, si continuaba así, pronto lo tendrían que sedar.
—Entonces, ¿por qué no la hemos encontrado en todo este tiempo?, tú sabes que ella estaba herida...
—Ella es una bruja, una bruja muy fuerte, seguramente está asustada y quizás...
—Está bien, entiendo que no puedas aceptarlo, pero en el caso de que tengas razón y ella esté bien, y se encuentre oculta por miedo, como dices, no hay forma de encontrarla hasta que tu hijo te llame y para eso necesita lograr nacer— las palabras de Fafner desesperaron todavía más a Ragnar, faltaban seis meses para que su cría naciera, y sin él para darle de su energía a su bruja, ella podría no lograrlo. Sin la ayuda de los padres, las madres de dragones que no eran de su misma especie, la mayoría del tiempo, no sobreviven al parto, y en casos graves la cría tampoco lo logra, la presencia del padre garantiza la supervivencia del bebé, pero si la madre se debilita... Ragnar ya no quería darle vueltas al tema, él le había prometido a Zari que todo estaría bien y para eso necesitaba encontrarla.
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La casa del Clan Lanira estaba en una granja a las afueras de la pequeña ciudad, era la mejor forma de tener el espacio suficiente para los siete hermanos, además les gustaba su cercanía con el bosque y la naturaleza, ahí contaban con un hermoso invernadero; donde podían sembrar todo tipo de hierbas para usarlas como ingredientes en su Botica, un negocio familiar que habían mantenido desde hacía ya cuatro generaciones, contando al actual encargado Caerus, el mayor de los hermanos, que se encargaba de todas las fórmulas y preparaciones junto con su tío Lugus, ellos preferían vivir en un par de departamentos que se encontraban encima del establecimiento, pero debido al regreso de Aisha, todos habían decidido cerrar filas en torno a la futura madre para su protección, y por eso tenían casa llena.
—Lugus, quita esa cara, el Clan es grande y muy fuerte, si te ven así pensaran que algo terrible se acerca, y es todo lo contrario— le interrumpió Damara, pero a Lugus sus palabras no le tranquilizaban. Si bien era cierto que el clan es grande, ya que en la ciudad estaban las hermanas de su cuñada con sus hijos, todos adultos muy aguerridos. También era cierto que el rival era imponente, podía sentirlo, y sin su hermano, él no podía asegurar que tendrían la fuerza suficiente, sin mencionar que el clan quedaría expuesto...
—Tus hermanas y sobrinos son un gran refuerzo, pero no sabemos... es la cría de un dragón...
—Será una hermosa bruja o brujo, en nuestro Clan sólo pueden nacer brujas y brujos sin importar lo fuerte que sea la raza con la que nos casemos, tu hermano y yo somos un ejemplo de eso, nuestra estirpe siempre prevalecerá— declaró orgullosa Damara.
—Eso no evitará que el dragón lo reclame, es la promesa, lo sabes, por eso el Clan debe permanecer lejos de los Dragones, el destino de Aisha ahora está entrelazado y ...
—No, no tiene por qué ser una tragedia, tu hermano puede arreglarlo...
—Cuñadita, todavía faltan más de siete años para que regrese mi hermano, y además no es exacto, tú sabes que él no es el más puntual— respondió con decepción Lugus.
—Yo me encargo de ponerlo al tanto, ahora lo que necesito es que empieces la creación de un sello, debe ser tan fuerte como para evitar que ese dragón pueda sentir el llamado del bebé al nacer, ¿crees que puedes hacerlo?
—En seis meses, es poco tiempo, y no podría garantizar una duración mayor a los siete años... Además, estaríamos apostando a la puntualidad de mi hermano, hay muchos factores que tomar en cuenta... Pero si logras que llegue a término... tal vez pueda tenerlo listo a tiempo; tendrá que ser un parto en casa, y tendremos que efectuar el ritual al mismo tiempo que ocurre el nacimiento, de lo contrario el dragón tendrá tiempo de descifrar nuestra ubicación, también...
—Entiendo, no será fácil, termina de planear y alistar todo, que te ayude Caerus. Llegado el momento el don Lanira hará que todo funcione, por ahora tratemos de estar tranquilos y ayudar a Aisha...
Los seis meses pasaron muy rápido, Aisha se dedicó, junto con las gemelas Libelle y Danu, a preparar todo para recibir a su bebé, ropita, muebles, cursos de parto en casa. Danu acababa de entrar a la escuela de medicina, en la universidad local, y había estado atosigando a todos sus profesores para aprender todo lo posible, porque ella, su gemela y la pequeña Cybele serían las encargadas de atender el parto, mientras todos los iniciados se enfocaban en la ejecución del sello. El diseño del ritual avanzaba rápido y gracias a eso Damara logró coordinarse con sus hermanas y sobrinos.
El día del parto se adelantó un par de semanas, afortunadamente tenían todo listo, el trabajo de parto empezó por la noche, al igual que los cantos que conjurarían el hechizo, pero a mitad del proceso Danu sintió como su hermana se debilitaba rápidamente, si no hacían algo no lograría soportarlo. En la mente de Aisha, una voz comenzó a cantar “Mi bebé te necesita” llevándola a un estado de trance...
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Ragnar hablaba con su padre cuando Zari se presentó frente a ellos, se veía como un espejismo casi transparente al cual trató de tocar, pero entonces ella habló —Es tiempo, por favor cumple tu promesa, nuestro bebé necesita que cumplas tu promesa, por favor ayúdanos— La voz de Zari sonaba como un eco muy lejano y al escucharlo los ojos y venas de Ragnar se iluminaron de un rojo intenso, su cuerpo emanaba una gran cantidad de calor que su propio poder mantenía contenido, evitando iniciar un incendio. Su hermano sintió la gran cantidad de energía y cuando llegó al cuarto de su hermano no podía creer lo que veía...
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De un momento a otro Aisha se recuperó y el parto se aceleró. Una hora más tarde se escuchó un hermoso llanto y con él los cantos terminaron. Danu cortó el cordón, mientras Libelle limpiaba un poco al bebé para entregárselo a su madre.
—Bienvenida al mundo mi pequeña, yo Aisha Zaharia Lanira te doy la bienvenida con todo mi amor, en esta vida tu nombre será Zahorí Lanira— dicho esto la orgullosa madre besó la frente de su hija e inhaló profundo para llenarse de su aroma.