LA HISTORIA DETRÁS DE LA VILLANA.

Lo que esa mujer escuchó por las delgadas paredes le dejó bien en claro lo que Amadeo y yo hacíamos.

El lunes al llegar a la escuela todo era un caos total y no mucho después su esposa también se enteró de lo sucedido.

Para mí lo más difícil fue que ya no podía verlo, Pero para Amadeo fue mucho peor. El mundo se le caía pedazos y todo por mi egoísmo.

Nunca me detuve a pensar que algo así sucedería y que las consecuencias serían demasiado grandes para mi amado.

Estaba aterrada que por lo sucedido Amadeo me dejara. No podía pensar en otra cosa que no fuera estar con él, pero sabía que no podía molestarlo en este momento ya que eso solo complicaría más las cosas.

Así que me contuve lo más que pude y me mantuve alejada de él. Aunque guardaba la esperanza de que mi amado volviera a buscarme.

Por terceros me enteré que su esposa le pidió el divorcio. Pero antes de empezar el proceso ella decidio que no podía soportar la realidad y se quito la vida.

El golpe de saber que su esposo le había sido infiel con una alumna le quitó toda la cordura y la llevó a tomar la peor de las decisiones.

Tal vez por eso ahora estoy aquí pagando todos mis pecados. Porque en aquel momento estaba feliz de que esa mujer ya no interfiriera en mi felicidad.

Fui muy cruel y despiadada y es lógico que la vida me cobrara con creces toda mi ambición. Pero así son las cosas ya no puedo cambiar el pasado.

Lo hecho, hecho está y ahora solo me queda asumir las consecuencias de mi propio escogismo desmedido.

Luego de todo eso yo esperaba ansiosa día tras día a que mi Amadeo pasara por mí, pero no fue hasta después de 6 meses que lo volví a ver.

Esos seis meses fueron los más duros de mi vida. La angustia, la ansiedad me invadían a cada hora que no lo tenía junto a mí.

¿Será que ya se olvidó de mí? o es por la culpa que siente que decidió que no debemos de estar juntos.

Amadeo por favor yo no puedo vivir sin ti. Lloraba cada noche aferrada a aquel oso de peluche que me había regalado, suplicando que él regresar a mí.

Mis padres hartos de mi comportamiento no solo me regañaban diario sino que también había ocasiones en las que no me dejaban ingresar a la casa.

_ Eres una vergüenza para nuestra familia.

_ Mujer desvergonzada. Una zorra más del montón.

_ Cómo se nota la educación que te brindó esta maldita desgraciada. De tal palo tal astilla.

_ No me culpes a mí por su asqueroso comportamiento. Si tu hija es así es porque nunca le prestaste atención maldito idiota.

_ Ahora es mi culpa que tu hija sea una Sinvergüenza al igual que tú.

_ Por tu culpa mi marido ahora me odia. Ojalá y nunca te hubiera traído al mundo. Mala hija mi reputación está por los suelos y todo gracias a tu calentura.