Anastasia Y El Gran General

Llegue al lugar y hable con ambos hermanos, me di cuenta que el valor de venta era mucho menor de lo que yo había pensado, eso era porque de que murió el padre de ambos, no habían invertido y muchos empleados se habían ido. Por lo que las ganancias fallaron y las deudas se acumularon también.

Así que lo que primero hice, fue comprar una parte del local, ahora Don Floreciendo de Castilla, era dueño de la mitad del cabaret Luna Azul.

O sea, yo.

Mi socio se llamaba Ciro y su hermano Carlo, eran jóvenes, pero muy educados, no parecían ser nobles, pero se notaba que habían tenido un buen pasar.

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Los primeros dos años no vi muchas ganancias, pero después el negocio volvió a ser próspero y a contar aun con más popularidad que antes.

En este tiempo no solo mi negocio había crecido, sino que mi presentación en sociedad, para sorpresa de toda mi familia, había sido un éxito. Me di cuenta que mis supuestos pretendientes, ni siquiera se fijan en mí, solo en mi apellido, es como si quisieran comprar una muñeca de aparador, lo importante para ellos es que se vea bonita, que sonría y que sea de buena familia, lo que yo piense, lo que yo diga, no les interesa. De hecho he visto a varios acá, en el ahora Club Luna Azul. Quise cambiar el nombre a un club para darle mayor elegancia y ha funcionado bastante bien. Aunque nadie me apoya para que haya un día solo para mujeres pero lo seguiré intentando. Descubrí también, que Ciro es gay y aunque para mí no es un tema, para esta época resulta aún impensado, además me di cuenta que él sabía que yo era mujer, quise pensar que me había descubierto porque mis curvas no se podían esconder, pero fue por mis modales, ¡ahí tienes profesora de etiqueta que siempre calificó de forma regular!

 Pronto será mi cumpleaños número 18 y todos en la casa Hamilton están preparando una gran fiesta, incluso he escuchado que ese día recibiré varias propuestas de matrimonio los muy idiotas ni siquiera hablarán conmigo primero, sino que intentarán comprarme con mi padre, lo que no saben es que lo que pedí de regalo de cumpleaños fue libertad, si bien sé que mis padres me aman, pero no podré tener mi libertad siempre, pero por lo menos podré aplazar cualquier compromiso. En el club Ciro es bastante bueno con la administración y su secretario, que yo creo que es el novio, mantiene cuentas muy ordenadas, así que me siento muy feliz con eso. Siento que soy como un superhéroe con una identidad secreta, por el día una distinguida y Noble señorita y por la noche un administrador de un club para caballeros, me ha costado arrancarme a veces de La Mansión, pero no hay nada que el dinero no pueda comprar y afortunadamente para mí cada día gano más.

Ya quedan tres días para mi cumpleaños, elegí un vestido Rosa precioso, definitivamente parezco una Barbie, así que pedí que los zapatos fueran rosas, sí iba a ser una Barbie lo iba a hacer bien, además ya sabía interpretar mi papel en las fiestas, solo debía reír con timidez, mostrarme dulce y no dar opinión, aunque por dentro me mordiera la lengua.