Olivia Lancaster siempre ha sido la hija perfecta: obediente, refinada y dispuesta a sacrificar su felicidad por el bienestar de su familia. Cuando una crisis financiera amenaza con destruir el imperio empresarial que su padre ha construido, Olivia accede a un matrimonio arreglado con Ethan Montgomery, el frío y misterioso magnate que podría salvarlos de la ruina.
Ethan no está interesado en el amor. Para él, el matrimonio es solo un acuerdo de negocios, una forma de asegurarse el control absoluto sobre la empresa de los Lancaster. Sin embargo, lo que comienza como una relación puramente contractual pronto se convierte en algo mucho más intenso. Olivia despierta en él un deseo que jamás imaginó sentir, un anhelo que desafía todas las reglas que se ha impuesto a sí mismo.
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Capitulo 8
La sala estaba llena de risas, el sonido de copas brindando y murmullos suaves que se entrelazaban con la música suave de fondo. Olivia se encontraba en un evento social al que había sido invitada con Ethan, rodeada de caras conocidas y extrañas, todas elegantemente vestidas y con una sonrisa lista. Sin embargo, a pesar de la brillantez del lugar, había una sombra que la seguía.
Ethan estaba a su lado, su presencia imponente y segura, pero había algo en su postura que la inquietaba. Era como si una capa de tensión envolviera a la pareja, una corriente subterránea que Olivia no podía ignorar. Ella sonrió a sus amigos, intentando parecer relajada, pero en el fondo, sus pensamientos giraban en torno a lo que había descubierto en su oficina.
—¿Quieres bailar? —preguntó Ethan, interrumpiendo su flujo de pensamientos.
Ella asintió, dispuesta a distraerse un poco. Pero, mientras se deslizaban a la pista de baile, Olivia sintió cómo algunas miradas se centraban en ellos, especialmente en la forma en que Ethan la sujetaba. Su agarre era firme, pero su expresión era distante, como si estuviera en otro lugar, atrapado en sus propios pensamientos.
La música cambió a un ritmo más lento, y Olivia intentó concentrarse en la suavidad de los pasos de baile, pero la incomodidad en su pecho crecía. De pronto, una figura apareció en su campo de visión: una mujer con un vestido rojo brillante, su cabello oscuro caía en ondas seductoras sobre sus hombros. La mujer se acercó, sus ojos fijos en Ethan con una intensidad que hizo que el estómago de Olivia se revolviera.
—Ethan, cariño —dijo la mujer con una voz suave y tentadora—. No sabía que estarías aquí.
Olivia sintió un escalofrío recorrer su espalda. La familiaridad con la que la mujer se dirigía a él le hizo cuestionar aún más su relación. Ethan sonrió, una sonrisa que parecía estar destinada a calmar a la mujer, pero Olivia notó el destello de sorpresa en sus ojos.
—Sí, estoy aquí con Olivia. —Ethan se volvió hacia ella, su mirada buscando la aprobación que ella no podía darle.
—Olivia, esta es Clara, una amiga de la infancia —dijo Ethan, pero sus palabras sonaron vacías, como un eco distante.
—Un placer conocerte —dijo Clara, ignorando la mano extendida de Olivia y centrando toda su atención en Ethan.
El corazón de Olivia latía con fuerza mientras observaba la interacción entre ellos. Era obvio que había historia entre Ethan y Clara, una historia que Olivia no conocía, y eso la llenaba de celos. Clara se acercó un poco más a Ethan, tocándole el brazo de manera casual, y Olivia sintió que el aire se le escapaba.
—No puedo creer que no me hayas mencionado que estabas casado. Me encantaría saber más de ti —continuó Clara, su tono insinuante.
La tensión en el aire era palpable. Ethan intentó redirigir la conversación hacia Olivia, pero el modo en que Clara lo miraba hacía que Olivia sintiera que estaba en una batalla que no podía ganar.
—No soy más que un contrato —pensó, sintiendo que el término se repetía en su mente como un mantra.
Decidida a no dejar que su inseguridad la dominara, Olivia forzó una sonrisa y se dirigió a Clara. —Es un placer conocerte. Espero que Ethan haya mantenido algunas de sus travesuras bajo control —bromeó, pero su tono no alcanzó la ligereza que había intentado transmitir.
Clara soltó una risita, pero Olivia podía ver la chispa de desafío en sus ojos. —Oh, creo que todos tienen sus secretos. Especialmente en este tipo de eventos, ¿no crees?
Las palabras de Clara fueron como un golpe. Olivia sintió que su pecho se oprimía mientras intentaba mantener la compostura. La realidad de su matrimonio, una unión basada en promesas y secretos, se hizo más evidente con cada palabra que salía de la boca de Clara.
La música cambió nuevamente, marcando el final del baile. Ethan, aparentemente ajeno a la tormenta emocional que se desataba en Olivia, se inclinó hacia ella, pero antes de que pudiera pronunciar algo, Clara se despidió con un guiño provocativo y se alejó, dejándolos a solas.
—¿Todo bien? —preguntó Ethan, su tono despreocupado.
Olivia tragó con fuerza, sintiendo que la frustración y el desasosiego se acumulaban en su pecho. —No estoy segura de qué piensas que significa "todo bien".
Ethan frunció el ceño, confundido. —¿De qué hablas?
—De tu amiga. La forma en que te mira, Ethan. —Su voz salió más intensa de lo que había planeado, pero la angustia era innegable. —¿Qué clase de historia tienen?
Ethan se detuvo, como si le hubiera dado un golpe en el estómago. La mirada de sorpresa en su rostro se transformó rápidamente en una de desdén. —Olivia, no tiene nada que ver contigo.
—Eso no lo sé, ¿verdad? —interrumpió ella, su voz elevándose. —Estás tratando de esconder algo de mí, y mientras lo haces, estoy aquí sintiendo que esta relación no es lo que creía que era.
Una sombra de molestia cruzó el rostro de Ethan. —No puedo creer que estés celosa de una amiga de la infancia.
Las palabras golpearon a Olivia como un puñetazo. Su inseguridad crecía, y la idea de que su matrimonio era solo un contrato se volvió aún más palpable. ¿Qué estaba haciendo realmente allí? Las promesas de amor y unión parecían desvanecerse, y todo lo que quedaba era un vacío que ella temía explorar.
—Quizás deberías preguntarte por qué me siento así, Ethan. La relación que creí que teníamos parece construida sobre secretos y miradas furtivas. No sé si quiero seguir en esto.
Su voz tembló, y en ese momento, entendió que el baile que había comenzado entre ellos era peligroso, y que cada paso que daban estaba cargado de tensión, celos y secretos. Con un nudo en el estómago, Olivia se alejó de la pista de baile, sintiendo que la seguridad que una vez había tenido comenzaba a desvanecerse, dejando solo preguntas sin respuesta en el aire.
La gala estaba en pleno apogeo, y la elegancia del lugar, con sus candelabros brillantes y música suave, creaba una atmósfera mágica. Olivia, vestida con un deslumbrante vestido negro que acentuaba sus curvas, se sentía atrapada en un mundo que a menudo le resultaba ajeno. Aunque la música sonaba con suavidad, su corazón latía con fuerza, ansioso y repleto de emociones.
Ethan, a su lado, lucía impecable en su traje oscuro, pero había algo en su postura que la inquietaba. Su mirada se desvió hacia otros invitados, y cada vez que una mujer se acercaba a él, una punzada de celos se hacía eco en su pecho. Sabía que debía confiar en él, pero cada sonrisa que Ethan ofrecía a otras mujeres le hacía cuestionar sus propios sentimientos.
El ambiente se tornó aún más denso cuando una de las colegas de Ethan, una rubia de cabello largo y ondulado llamada Clara, se acercó con una confianza que le resultó incómoda. La manera en que se acercaba a él y el tono coqueta de su voz hicieron que un hormigueo de inseguridad recorriera el cuerpo de Olivia.
—Ethan, no sabía que vendrías. Te he estado esperando —dijo Clara, su risa ligera resonando en la sala. Olivia sintió cómo su estómago se contraía.
—Hola, Clara. Sí, decidí acompañar a Olivia esta noche —respondió Ethan, pero su tono carecía de entusiasmo. A pesar de sus palabras, Olivia podía ver la chispa en los ojos de Clara y el brillo de la admiración que parecía irradiar hacia él.
A medida que la conversación continuaba, Olivia se sintió como un espectador en una obra de teatro en la que todos estaban en su papel, menos ella. Clara se reía de las bromas de Ethan, sus ojos fijos en él, mientras Olivia luchaba por encontrar su lugar. Su mente se llenó de pensamientos oscuros, cada uno más inquietante que el anterior. ¿Eran amigos solo por el trabajo, o había algo más?
Al final de la charla, Clara se despidió con una sonrisa pícara y un guiño. Olivia sintió un ardor en sus mejillas. Cuando Clara se alejó, no pudo evitar soltar una risa nerviosa, que parecía vacía.
—¿Quién era esa? —preguntó, sin poder ocultar la tensión en su voz.
Ethan la miró, sorprendiendo su tono. —Es solo una colega, Olivia. No tienes nada de qué preocuparte.
—Solo una colega, ¿eh? —replicó ella, cruzando los brazos. —¿Qué hay de la forma en que te miraba?
Ethan se quedó en silencio un momento, su expresión se tornó seria. —Te lo prometo, no significa nada.
Olivia sintió que el aire se hacía más denso entre ellos. En ese instante, el ambiente del evento pareció desvanecerse. Las risas, las conversaciones y la música se convirtieron en un murmullo distante, mientras la tensión entre ellos aumentaba.
—Ethan, esto no es solo un matrimonio por contrato para mí. Estoy tratando de hacer que funcione, pero no puedo ignorar lo que veo. —Su voz era un susurro tembloroso, y su corazón latía con fuerza.
—¿Crees que esto es fácil para mí? —su voz se volvió un poco más alta, la frustración burbujeando. —No estoy tratando de jugar contigo.
Antes de que pudiera responder, una melodía romántica llenó el aire, y Ethan tomó su mano, guiándola hacia la pista de baile. Olivia dudó, pero lo siguió. La música envolvió sus cuerpos, y la cercanía física intensificó la tensión que había entre ellos.
Ethan la sostuvo con firmeza, y a pesar de la chispa que había entre ellos, la desconfianza seguía latente en el fondo. Mientras se movían al ritmo de la música, no pudo evitar sentirse expuesta, vulnerable en medio de un mar de miradas.
A lo lejos, Clara seguía observándolos, una sonrisa triunfante en su rostro. Olivia sintió que la presión aumentaba a su alrededor. Las miradas de la gente eran como dagas, perforando la confianza que estaba tratando de construir con Ethan.
Ethan, notando su inquietud, inclinó la cabeza hacia ella, susurrando: —Solo enfócate en nosotros.
Olivia trató de concentrarse en su voz, pero los celos la consumían. Las palabras de Ethan resonaban, pero la incertidumbre la mantenía cautiva. Era como bailar sobre un alambre, y un paso en falso podría ser fatal.
Mientras giraban, la intimidad de la danza se sentía como una trampa. Olivia buscó los ojos de Ethan, intentando encontrar la sinceridad que anhelaba. —¿Realmente quieres que esto funcione?
Él la miró intensamente, su expresión se suavizó. —Lo quiero, Olivia. Pero necesitamos ser honestos el uno con el otro.
Las palabras de Ethan flotaron en el aire, y mientras la música envolvía su entorno, Olivia comprendió que el camino por delante sería difícil. No solo por los celos y las inseguridades, sino por los secretos que ambos guardaban, secretos que podrían desmoronar lo que estaban tratando de construir.
Al final de la canción, se separaron lentamente, pero la chispa de tensión permanecía. Olivia se sintió atrapada en un juego peligroso, donde cada paso podía acercarla a la verdad, pero también podía hacerla caer en el abismo de sus dudas. Mientras miraba a Ethan, sabía que este baile apenas comenzaba, y que las revelaciones que venían podrían cambiar todo.
ADEMÁS QUIERO REITERAR, QUE ESTA MUUUUUUY BIEN ESCRITA. GRACIASSSSSSS A LA AUTORA POR ESTA HISTORIA Y FELICITACIONES