Maite es una chica de quince años que se enfrenta a una dura decisión, dejar a su sobrino en un orfanato, o cuidarlo como si fuera su hijo.
Un incidente con una cartera haría que su vida cambie de un día para otro, provocando no solo una nueva oportunidad de trabajo para que mejorar su condición de vida, al igual que el niño que la llama mamá, sino que también hará que cruce caminos con un hombre que tiene mucho que ver con él.
No obstante, sus personalidades y formas de ser son tan opuestas que el llevarse bien será algo difícil.
¿Podrá surgir al más allá que solo la conexión que los une con respecto a su hijo?
NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 5
Al día siguiente Maite inicia su trabajo, se viste con la ropa que Patricia le compro y se va con ella en el auto. Su primer día no le va muy bien, los nervios se apoderan de ella, y casi derrama café sobre uno de los ejecutivos, Patricia no la regaña, al contrario, la anima. Días después Maite empieza a mejorar, Patricia está satisfecha con el trabajo, su asistente aprende rápido, y es muy eficiente, ella incluso la felicita.
Los días pasan y mientras Maite está preparando un café, se tropieza con el gerente que siempre la invitaba a salir. El finge sorpresa al verla ahí.
— Hace días que no te veía en la cafetería. ¿Así que aquí trabajas?
— Si. Qué sorpresa verlo.
— Una sorpresa muy agradable. ¿Quieres ir a comer conmigo?
— No puedo.
— En el comedor de aquí. ¿O es que comes en otro lugar?
— No. Está bien. Iré contigo.
— Perfecto. Vendré por ti.
— Claro. — Maite le lleva el café a Patricia.
— Maite hoy tengo una cena con mi hermano. Quiero que vengas conmigo.
— ¿Yo?
— Si. Tu.
— ¿No es algo familiar?
— Las cosas se ponen tensas si estamos solos. Por eso te necesito ahí.
— Está bien. — Maite sale y le pregunta a la secretaria con que la debe ayudar, Norma le da unos documentos y le pide que los llevé a la oficina del señor David.
— Es la aprobación para iniciar una construcción. Entregarlos personalmente.
— Está bien. — Ella se va a la oficina de David, está queda del otro lado. Le dice a la secretaria de el lo que lleva y está le dice que dejé los papeles sobre el escritorio. — Lo siento. Me pidieron que los entregará personalmente.
— Trae un genio horrible hoy, no creó que quieras entrar.
— Debo cumplir las órdenes.
— Si tú quieres. — Ella le avisa a su jefe sobre los documentos. Unos segundos después le dice a Maite que puede entrar. — Si yo fuera tu diría unas oraciones primero. — Le advierte.
— Te agradecería que las dijeras por mi.
— No puedo, tengo que ahorrar mis oraciones para mí misma. — Contesta la secretaria, Maite se ríe y entra a la oficina, un olor a perfume entra en su nariz, a ella no le gusta ese olor, se quiere cubrir la nariz pero sabe que sería grosero. El está en su silla sin quitarle los ojos a sus papeles. Aún así ella no se atreve a cubrirse.
— Señor, le traje los documentos para la aprobación de...
— Déjalos sobre el escritorio y vete.
— Pero...
— ¿No me escuchaste? Vete ya. — La voz del hombre es imponente, Maite no se atreve a seguir un segundo más ahí. Regresa a su lugar y más tarde sale a comer con el gerente, el le confiesa que ya la había visto en el comedor, y que la había estado buscando desde hace días en la cafetería. Maite le aclara que no está buscando una relación, pero pueden ser amigos, de esos que no se besan la boca.
El sonríe y acepta ser esa clase de amigo con ella.
...
Por la noche, Maite le dice a Daniel que irá a cenar con Patricia.
— Mami, no me quiero quedar solo.
— Tampoco quiero dejarte solo. Pero es necesario. — Leandro que va pasando por ahí, escucha cómo Daniel no se quiere despegar de su madre. El toca la puerta y Maite le dice que pase.
— Hola. Dani, ¿te gustaría jugar unos videojuegos conmigo? — Daniel no está muy seguro, nunca ha jugado esas cosas y tiene miedo de romper algo, Leandro se ríe al escuchar su explicación, le dice que no va romper nada y que el lo enseñarás, incluso le dice que llevará los juegos a la habitación de su madre y podrán jugar ahí.
Al saber eso Daniel acepta quedarse. Maite le agradece a Leandro.
— Yo lo cuidaré bien. Vete tranquila.
— Está bien. Gracias.
Maite busca a Patricia, está al ver cómo va vestida le dice que no puede usar eso, irán a cenar en un lugar muy caro, y toda la gente va muy bien arreglada. Patricia se ofrece a ayudar.
— Señora. ¿No le parece que llevó mucho maquillaje? — Pregunta Maite mientras su jefa la maquilla.
— Te ves perfecta.
— Si usted lo dice.
— El espejo también lo dice.
....
En el restaurant más caro de la ciudad se encuentra David con su mejor amigo Hugo, esté es un gran bromista, y David lo mantiene a su lado para aliviar la tensión. Pues las cenas con su hermana le desagradan demasiado.
— No entiendo por qué las mujeres se tardan tanto, la cité a las 8 y ya son las 8:30.
— David, Pati es tu hermana, ten paciencia.
— Odió que le digas Pati.
— Antes le decías así también.
— No me lo recuerdes.
— Está bien. Yo no dije nada.
— Si no llega en diez minutos me largo.
— No habrá necesidad. Ella está aquí, por cierto,¿quién es la belleza que viene con ella?
— Supongo que su secretaria.
— Yo conozco a su secretaria, y no es tan hermosa. — Ante la curiosidad David voltea. Ve a una hermosa mujer de cabello castaño, ojos azules, con una estatua de 1.67 aproximadamente, y un rostro hermoso. Aunque también se le nota la juventud.
— ¿La conoces?
— No. — Responde David y deja de verla por qué no quiere evidenciarse. Patricia llega y los saluda.
— Buenas noches hermanito, hola Hugo.
— Patricia, tan bella cómo siempre. — Hugo se levanta y le besa la mano.
— Y tú tan galante. — Ella le sonríe.
— ¿No me vas a presentar con la belleza?
— Ella es Maite, mi asistente.
— Hola Maite. Soy Hugo, tu futuro novio. — Dice el mientras le da la mano. Maite se siente incómoda con la broma.
— Tengo un hijo. — Responde y Hugo baja la mano.
— ¿Qué? — El pone una cara de impresión. Patricia se ríe y Hugo piensa que es una broma. — Me mintió ¿verdad?
— De hecho no. Ella si tiene un hijo. Es precioso. Y adorable. Me recuerda a mi hermano de niño.
— Tal vez sea su hijo. — Bromea Hugo.
— Con mi hermano no se sabe.
— Dejen de hablar cosas sin sentido. — Interrumpe un enojado David. Patricia se sienta a su lado y Maite al lado de ella, quedando enfrente de David. Esté la mira de reojo.
— Hablemos de cosas con sentido. Pero primero ordenemos algo. Quiero cenar. — Patricia sonríe.
siempre dije q Patricia se traía algo.
creo mentiras para q su hermano dejara a Carolina no le importaron los sentimientos de el. Ella es una manipuladora y todo lo hace a su conveniencia. tal como sus padres