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Maite Duarte.
Soy una niña, no puedo hacer ésto. Ahora estoy parada en la puerta de lo que alguna vez fue mi hogar, un orfanato. Un lugar dónde los niños sin padres somos abandonados. Hoy traje a mi sobrino. Un bebé de solo unos días de nacido, no sé que hacer con él. Llora toda la noche, no me deja dormir, no tengo dinero para comprarle leche. Y me van a correr del lugar donde vivo. No puedo quedarme con éste bebé. Lo condenaría a una vida miserable.
— Lo siento pequeño. Aquí estarás mejor. — Entré al orfanato, y después de eso mi vida cambio.
...Cuatro años después....
Hoy me despierto en una cama no muy cómoda. Veo un pequeño a mi lado. Mi sobrino, del que no me pude separar cuándo entré a ese lugar. Las mujeres ahí pensaron que era mi hijo, y me ofrecieron un apoyo que da el gobierno para madres solteras, no pude sacarlas de su error cuando escuché sobre el apoyo. Registre al bebé y, me quedé a vivir y a trabajar en ese lugar, así podría cuidar de el. Y de otros niños sin padres.
— Mami. Buenos días. — Me saluda el pequeño, y yo le doy un beso en su cachetito.
— Buenos días mi príncipe. ¿Dormiste bien?
— Si mami. Dormí muy bien.
— Qué bueno. Tenemos que ir a la escuela.
— Mami, no me gusta ir a ese lugar.
— Dani ya hablamos de eso. Tienes que ir a la escuela. Mami tiene que trabajar.
— Odió que mami esté separada de mi. — El me abraza fuerte, algo que en verdad disfruto mucho.
— Si por mi fuera estaría todo el día contigo. Pero debo trabajar. Las cuentas no se pagan solas.
— Cuando sea grande voy a trabajar y te ayudaré a pagarlas.
— Gracias precioso. Me ayudarías mucho si ahora te vas a bañar.
— Ya voy.
No me arrepiento de haberme quedado con el. Mis días son cansados pero felices. En el día trabajo en una cafetería, y en las tardes aquí, en el orfanato.
No diré que estudió por qué hace mucho que deje la escuela, pero gracias a Dios tengo buena salud, y mi Dani también. Ahora tengo que levantarme, por qué un nuevo día a empezado, y debo trabajar.
....
Maite llega a su trabajo como cualquier día, saluda a sus compañeras y empieza a limpiar. Abren la cafetería y pronto se empieza a llenar de gente. Hombre con trajes elegantes y mujeres con ropa bien planchada, parecen salidos de las revistas de sociales. A medio día llegan las parejas que están en citas, mujeres con vestidos de marcas famosas, zapatos caros, maquillaje muy bien cuidado y una silueta impresionante. Para Maite ver eso día a día es algo muy normal. En su primer día se deslumbró al ver esos trajes caros, esos vestidos ajustados, y lo generosos que eran los clientes, pero ahora eso es parte de su rutina. Ya no se impresiona fácilmente.
— Buenos días Maite. — Hasta ese buenos días es rutina en su vida, el gerente de una empresa siempre la saluda así.
— Buenos días Mario. ¿El café de siempre?
— Si por favor. — Ella lo tiene listo en cuestión de segundos y se lo entrega.
— El día está muy bonito. ¿No crees?
— Está lloviendo muy fuerte. — Dice ella sorprendida de que a él le parezca un bonito día.
— Te ví y eso hace que sea un día maravilloso. — Maite se ríe. — ¿Cuándo me aceptarás la invitación a salir?
— Tengo un hijo.
— Eso dices. Pero nunca lo he conocido.
— Tal vez un día te lo presente.
— Qué sea pronto. — Dice el mientras se despide de ella.
— Ten un buen día. — Le responde ella mientras le da su café.
...
Días después, Maite tiene su día de descanso en la cafetería, aprovecha para ayudar a las otras mujeres con el desayuno de los niños. Después de que ellos desayunan, Maite ayuda a lavar los trastes y por último se va al patio para jugar con su hijo. Daniel está jugando con sus amigos, y una pareja aparece.
— Hola pequeño. ¿Cómo te llamas? — Le pregunta la mujer a el.
— Daniel señora.
— Eres muy lindo.
— Usted es muy bonita.
— Es adorable. — Le dice ella a su esposo. El sonríe, luego recibe una llamada.
— Amor tengo que contestar.
— Está bien. — El se va a un lugar apartado. La mujer continúa hablando con el niño. Maite los ve y se acerca a saludar.
— Buenos días.
— Buenos días. ¿Usted es quién se encarga de los niños?
— Si. Soy yo.
— Qué bueno verla. ¿Podemos hablar sobre Daniel?
— ¿Por qué quiere hablar sobre el?
— Me gustaría adoptarlo.
— Lo siento eso no es posible.
— ¿Por qué no?
— Daniel es mi hijo, el no es huérfano.
— Eso no es posible. ¿Por qué está aquí si no...?
— Vivimos aquí. Pero el no necesita una familia.Ya la tiene conmigo.
— ¿Eso es verdad? ¿Ella es tu mamá? — La mujer desconfía un poco.
— Si. Ella es mi mami. — Responde Daniel.
— Perdón. Creó que fue mi error.
— No se preocupe. Hay muchos niños aquí. Puede elegir a cualquier otro.
— Si claro.
....
Días después, Maite se encuentra en su trabajo, todo va normal, hasta que aparece un hombre alto, ojos cafés, cabello castaño, con un rostro guapo y cuerpo musculoso.
(David Herrera 26 años)
Maite nunca lo había visto, y ninguna de las empleadas tampoco.
— Buenos días señor. — Saluda Maite.
— Un café con leche, y un té helado. Qué sea rápido. — Maite está acostumbrada a tratar con tipos groseros, así que no le da importancia. Prepara el café, el té y se los da. — Toma. — El le pasa su tarjeta. Maite se cobra, y le dice que tenga un buen día, el hace un gesto de desagradó y se va.
Llega a su auto y le da el te helado a su hermana.
— ¿Contenta?
— No mucho. — Responde Patricia.
— ¿Por qué me pediste que te comprará té? ¿Y en esta cafetería?
— El té es muy bueno aquí. ¿No lo habías probado?
— Mm. — David duda un poco. — Ya te puedes bajar de mi auto.
— Llévame a la empresa.
— No te pases de lista. Bájate ya.
— Eres un grosero.
— Tú te lo ganaste. — Dice el sin verla. Patricia mueve la cabeza y se baja.
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Updated 88 Episodes
Comments
Vickyy González
que bueno que s quedó con su sobrinito
2024-09-09
0
INNA BAEVA
El no es David jaja el es "EL CORONEL CHRISTOPHER MORGAN" el amor de mi vida
2024-07-27
4
Nelly Seila Gonzalez
me encanta como empeso esta historia
2024-07-24
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