La Niñera - Volumen 1

Voy a la habitación de Lavinia y termino perdiéndome, abro unas puertas y son habitaciones de huéspedes.

Yo: ¿Es este?

Abro la puerta y veo que es del señor Mancini, salgo rápidamente pero aparece sosteniendo la puerta.

Veo que solo lleva una toalla y rápidamente me doy la vuelta con los ojos cerrados.

Adams.M: ¿Qué haces aquí?

Yo: Yo... yo... Es que estoy buscando la habitación de Lavinia y terminé perdiéndome.

(Hablo muy nervioso)

Adams.M: Date la vuelta

Yo: No señor, no puedo... no está vestido.

Adams.M: ¿No me digas que nunca has visto a un hombre en toalla?

Yo: ¿Podrías decirme dónde está la habitación?

Adams.M: Estás frente a ella.

Yo: Gracias.

Salgo rápidamente de allí y siento que mi cara es un pimiento rojo. Entro en la habitación de Lavinia, cierro la puerta del dormitorio y dejo escapar el aliento que ni siquiera sabía que estaba conteniendo.

Miro la habitación y vuelvo a estar encantada, es preciosa, literalmente como una princesa. Voy a la cuna y la princesa está despierta.

Yo: Hola princesita, yo te cuidaré.

Lavinia: Pa pa pa

Yo: Eres muy hermosa sabes?

Ella me mira sonriendo como si entendiera.

Yo: ¿Nos bañamos?

La recojo y la llevo al baño, le lleno la bañera y le doy un baño.

La dejo jugar un rato y me lo quito con una toalla. Lo llevo al armario y estoy encantada.

Ella realmente es una princesa.

Le pongo ropa cómoda y nos vamos a almorzar.

Yo: Ay que princesa, eres tan hermosa

Hablo y ella sonríe. Sigo haciéndole cosquillas y ella se ríe mucho.

Adams.M: Cuantas risas deliciosas.

Miro hacia un lado y veo que el Sr. Mancini está allí.

Yo: Lavinia es tan linda.

Adams.M: Ven aquí papi

Él la levanta y juega con ella en el sofá.

Yo: ¿Te quedarás con ella mientras le preparo el almuerzo?

Adams.M: Claro, adelante.

Yo: Licencia.

Voy a la cocina y preparo el almuerzo de Lavinia y una merienda para mí.

Yo: hola, disculpe. Vine a hacer el almuerzo de Lavinia.

Carla: Ponte cómoda.

María: Esta es Carla, la cocinera, Carla, esta es la niñera de Melissa Lavinia.

yo: placer

Carla: El placer es mío.

Me quedo en la cocina hablando con María y Carla y preparándole el almuerzo a la princesa. Me enseñan dónde están las cosas y me las arreglo. María es una dama, tiene 65 años pero su apariencia y energía es surrealista, Carla es más joven, tiene 38 años.

Siento que estoy bien aquí, son muy amables y me recibieron muy bien.

Termino el almuerzo de Lavinia y hago el mío, no sé si puedo comer con el jefe, así que prefiero hacer el mío.

Aprovecho la oportunidad y preparo postre para el almuerzo.

Ayudo a Marina a poner la mesa del almuerzo y voy a buscar al jefe.

Yo: Señor, el almuerzo está servido.

Adams.M: Bien, vamos.

Yo: vamos?

Adams.M: ¿No vas a alimentar a Lavinia?

Yo: Oh si, seguro vamos.

Fuimos a la mesa y nos sentamos todos, María, como es casi una madre para el señor Mancini, se sienta a la mesa también.

Siento a Lavinia en la silla y le doy su comida.

María: ¿No vas a comer Honey?

Yo: Mi almuerzo está en la cocina, terminaré de darle la comida y luego comeré.

Adams.M: ¿A qué te refieres con tu comida en la cocina? ¿Por qué no comes en la mesa? ¿Hay algo que te esté molestando?

Yo: No señor, no sé comer estas comidas ricas y tampoco creo que sea apropiado comer en la mesa, hice mi almuerzo pero luego como.

Adams.M: Nada de eso, estás cuidando a mi hija, aquí en mi casa no existe tal cosa. Usted come en la mesa y nuestra comida. No te sientas menos aquí.

Yo: Esta bien, gracias.

Voy a la cocina y agarro mi plato y me lo como, siento que me mira y siento que me sonrojo.

Adams - pensó( Que chica tan interesante, no tengo idea de como se llama el platillo que hizo, pero se ve rico. Cuida mucho a Lavinia, nunca la había visto comer tan fácil y alegremente como ahora.)

Maria: Nunca habia visto a Lavinia comer tan bien, le gustaba su sazón Melissa kkk

¿Soy serio? que bueno, me quedo feliz.

Mañana le enseñaré a comer con sus manitas.

María: Sí, es importante que ella sienta la comida, la pruebe y tenga independencia.

Yo sí.

(Veo que el señor Mancini me mira y me quedo en silencio)

María: ¿Adams acepta el postre?

Adams.M: Sí, te ves genial.

María: Sí, Melissa lo hizo.

Adams.M: No sabía que tenías habilidades culinarias.

Yo: Es un postre sencillo, me gusta cocinar.

Él come y me da aprensión.

Parece que a un rico así le gustaría un mouse de maracuyá y limón.

Ha tenido mejores postres.

Adams.M: Vaya...

Yo: Ser malo no? Sabía que tenía que bajar el mar....

Adams.M: Ser una delicia.

Me hace bien.

(Dios mío, Dios mío, uf qué alivio. Te agradezco y sonreí tímidamente.)

Se come los dos, así que es señal de que le gustó, ¿no? A veces siento que me está mirando, pero tengo miedo de mirar.