Única Oportunidad

Salvador Toledo

Para sacarme de mis pensamientos, mi asistente entra a la oficina, sonriendo como si hubiese ganado un acuerdo millonario él mismo.

—Jefe, la secretaria me ha sacado de su escritorio. Es... feroz.

—¿De qué hablas?

Entiendo sus primeras palabras porque le he dicho a Isamar que hiciese lo que quisiera con respecto a su puesto, pero, ¿Qué carajos es eso de "feroz"?

—Me amenazó con castrarme si volvía a tocar alguna de sus pertenencias.

Una sonrisa surca mis labios sin pedir permiso y ni siquiera intento disimularla. Juan es mi asistente, pero también mi mejor amigo y el más chismoso, porque se hubiese podido quedar en Canadá para dirigir mi empresa y estar cerca de su amorcito "imposible", Violet. Pero la curiosidad de conocer a la heredera desconocida fue más fuerte que los latidos desenfrenados por la rubia.

— Supongo que deberás hacerle caso a tu superior.

—Creo que si esa mujer llega a saber que es una de las jefas, me despide.

—Evita una pelea innecesaria.

—Tranquilo, Dor. No sería capaz de hacer eso.— dice porque quiere tranquilizarme, pero lo conozco demasiado bien.

— ¿No quieres ir con Violet?

—No, gracias. Ella está bien acompañada.— responde sentándose en la silla que tengo frente a mi nuevo escritorio.

—Debes hablar con ella. Se conocen hace varios años y ya es tiempo de que dejes de ser un cobarde.— aviso.

—Vé y dile tú a la señorita Macip que es dueña de un 25% de esta empresa.— menciona con un deje de reto, ya que sabe que no puedo hacerlo.

— Mi madre es la encargada.

—¿También le dirá que le encantaría verte casado con ella?— alza una de sus cejas y se cruza de brazos.

—Sabes que mi madre es capaz de eso y más. No tiene problemas— asiento tranquilamente—¿Quieres que sea tu vocera y confiese tus sentimientos por mi falsa novia? — le sonrío con suficiencia, sabiendo que he ganado esta tonta tonalidad de reclamos a ver quién es más idiota.

Sí, digamos que él es más estúpido. Digo, lo quiero sinceramente. Como ya he dicho es mi mejor amigo, pero eso no le quita que hace años conoce a Violet Sanders y jamás le ha mostrado ni una pizca de interés.

La puerta es golpeada suavemente y observo hacia ella, le permito la entrada a Isamar y ella entra, claramente.

Y sí, solo la señorita Macip sería capaz de golpear porque jamás se me ha anunciado en alguna llamada que pueda recibir visita.

—Señores, ¿qué desean almorzar? —pregunta.

Miro el reloj en mi muñeca y noto la hora adecuada para que los empleados se tomen su tiempo libre.

— Sorpréndenos— respondo por ambos. Ella asiente y sale cerrando nuevamente la puerta.

—¿Ahora eres tú mi vocero?— bromea mi amigo.

—Puedo serlo, en una simple llamada le cuento a mi amiga que estás perdidamente enamorado de ella– río viendo su expresión de derrota y angustia.

—Le daría depresión.

Siempre se ha denigrado personalmente, aún cuando gana cinco veces más que cualquier asistente y no trabaja como uno normalmente lo haría. Sumado a las buenas vacaciones y el vehículo que tiene.

¿Conocen a algún asistente que sea dueño de un Rolls-Royce Phantom año 2025? ¡Cuestan más de medio millón de dólares! ¿Y de verdad puede preocuparse de ser inferior a Sanders? Santo Dios, he tratado de que no piense así, pero nada lo hace cambiar de opinión.

Además, mencionaré esto y no es porque ella sea mi mejor amiga, pero a Violet no le interesan los lujos, sino el verdadero cariño que le puedan brindar.

Sí, la han relacionado con diferentes hombres y soy testigo presencial de que esos mismos famosos quieren tener algo con ella, más que nada una relación pasajera; sin embargo, ella no acepta, ni siquiera por "renombre" ni falso amor, ya que quiere algo que no cree poder tener. Una verdadera familia.

Hemos pensado seriamente en realizar una inseminación para tener hijos, pero cada uno por separado. Ella buscaría, en la misma clínica de inseminación; algún prospecto que pueda darle buenos genes a su futuro bebé, y yo debería buscar una mujer que acepte intentar un procedimiento así de invasivo, sabiendo desde el primer día que puede pasar por el proceso varías veces, hasta lograr la efectividad, puesto que mis espermatozoides y esperanzas son bajas.

Las mujeres que participan de alguna especie de negocio para eso mismo, llamadas vientres de alquiler; no me convencen por sí solas. Porque, solamente, sé que desaparecerán de la vida del pequeño, y una parte de mí, tiene la ilusión de encontrar una compañera en esta travesía, con quien compartir la paternidad así sea separados, pero responsables y presentes para ese pequeño fruto.

Tal vez piensen que sería una buena idea hacerlo con Violet, pero la realidad es que no... Ella es mi mejor amiga y no pasaría esa línea. Además, ¿qué sería de Juan si hago eso? Literalmente, aunque no la toque sexualmente, estaría traicionándolo. Estaría uniéndome familiarmente a ella y perdería la amistad que tengo con mi asistente, desde que somos pequeños.

Juan es hijo de mi niñera, quién me cuidaba incluso más que mis propios padres. Crecimos juntos, nos amaron por igual, los Toledo se hicieron cargo de su educación y logró muchísimo, aunque quiso pedirme trabajo como asistente. Por eso es que tiene tantos beneficios. Es como un hermano menor, ya que lo supero por tres años.

—¿Por qué no te ofreces a ser el padre de su hijo? Busca a un hombre con tus ojos, con el mismo color de cabello y buena salud.

—¡¿ESTÁS LOCO?!—grita sorprendido, levantándose de su lugar.

—No es necesario que chilles. Solo menciono que quiere a alguien como ella: rubio y de ojos celestes.

—Sí confesar mis sentimientos la dejaría en depresión, te aseguro que ser el padre de su hijo la hace suicidarse. — menciona antes de salir de la oficina.

—¡Dramático!— digo en voz alta, aunque dudo que haya escuchado.

Al estar solo sonrío y agarro el celular para llamar a Violet. Al contestarme, nos saludamos y me comenta de su día, además de lo que ha pasado en mi ausencia, pero me conoce perfectamente y sabe que no le hablaría solo para meter chisme.

— Ahora dime de qué deseas hablar.— pide.

—Sé quién puede donar su esperma para que seas madre.

El silencio que sigue después de mis palabras es casi sepulcral, pero el celular vibra en mi mano, por lo que observo la pantalla y descubro que mi mejor amiga quiere cambiar la comunicación a una videollamada. Al aceptar lo primero que veo es su sonrisa y sus ojitos brillantes.

—¿Quién es?— dice notablemente entusiasmada.

—Juan, mi mejor amigo.— respondo tranquilamente.

Ella lo conoce, sabe cómo es físicamente y personalmente.

—Él nunca aceptará, Salvador.— notifica mirando hacia otro lado.

—¿Pasó algo y nunca me enteré?— alzo una ceja esperando la respuesta.

Como he repetido mil veces, son mis mejores amigos y por ende, los conozco. Sé que él se niega a confesarse por ser insignificante y ella parece casi decepcionada de saber que Juan no la ayudaría a cumplir su sueño de ser madre. Pero presiento que hay algo más... algo que me ocultaron.

Violet se muerde el labio y suspira, supongo que pensando seriamente si decirme esa información que no conozco.

—Fue... una vez. Una noche...— cierra los ojos y sonríe inevitablemente. —¿Recuerdas el evento en el que coincidimos hace cinco meses?— cuestiona y asiento porque parece que me contará la historia desde el inicio—. Le pediste a tu asistente que me llevara a mi departamento porque ya era tarde y yo había ido con una compañera, la cual ya se había ido, sin avisarme.

—Sí... ¿y?— la incito a que continúe.

— Él... fue tan caballeroso y lindo que... —hace una pausa— Estaba un poco tomada— se excusa, pero sé que no toma alcohol porque cuida extremadamente su figura —, y lo besé. Me movió el alma, Dor. Jamás me había sentido así y... lo invité a subir. — confiesa con las mejillas rosadas.

—Violetita, somos demasiado grandes para perder el tiempo. Comprendo que hayas ido por lo que te interesó. — asiente y sonríe otra vez.

—No te daré detalles, pero me hizo sentir amada...

Me encantaría decirle que él realmente lo hizo porque tiene sentimientos románticos, pero decido no meterme. El cuento no termina y en algún punto, algo se quebró.

— Y eso me asustó, Dor— continúa al verme en silencio, pero sus ojitos ya no brillan, puedo notarlo— Le dije que nadie podía enterarse, que él era tu asistente y yo tu falsa novia, modelo.

—¿Yo qué tengo que ver en ese cuento? — indago confundido —Pueden estar juntos, Violet. Jamás se los impediría. Ustedes son mis mejores amigos y me encantaría verlos felices. Sé que él puede amarte, hacerte feliz y formar una familia contigo.

—Lo sé, pero tenía tanto miedo de que él me dijera que fue una buena noche y después se olvidara de mí...

La comprendo, de verdad. Esa es la única inseguridad que ha tenido desde que inició en las pasarelas. Siempre temió que un hombre volviese a acercarse a ella para aprovechar su nombre, su fama y su dinero.

Cuando era una joven de veinte años le pasó... Un hombre la ilusionó, le quitó su virtud, manchó su nombre y la dejó. Ese mismo tipo era casado y difundió fotos íntimas de Violet, asegurando de que ella trataba de seducirlo, aún sabiendo su situación sentimental y "aprovechando" sus problemas matrimoniales para confundirlo.

Las fotos eran reales y ella misma se las había pasado por mensaje porque era ingenua. Creía que él realmente la quería y estaban jugando sexualmente por chat, pero eso fue su condena después de que él obtuvo lo que quería: su cuerpo.

—Te equivocaste, amiga.— aviso muy seguro.

Los ojos de Violet se llenan de lágrimas y no trata de retenerlas.

— Me enamoré de Juan. Con una sola noche, con verlo a tu lado... En tu empresa, siendo mi chófer cuando tú se lo pides... Cuando reviso sus redes y descubro que babeo con sus fotos... ¡Dios, Dor, estoy perdida y me odia!— anuncia arrancándome una sonrisa.

—Si eso es cierto, deja todo y ven a México. Yo te ayudaré a conquistarlo.

—Ya mismo voy a comprar un boleto de avión. — asiente.

— Te mando el Jet, no te preocupes. Ponte linda.— le pido— Haré que él te recoja en la pista y sea tu chófer en toda tu estadía.

—¡Te amo!— chilla feliz y corta la videollamada.

Lo siguiente que hago, después de reír, es llamar a Juan y pedirle que mande el Jet a la pista privada de Canadá. Con la excusa de que mi falsa novia calmará a mi madre y sus ganas de emparejarme con Isamar. Algo que él también sabe.

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COMO QUE SE TOCÓ EL TEMA YA, ¿NO? BUENO, YA VERÁN... PRIMERO NOS OCUPAREMOS DE LOS PROBLEMITAS Y DESPUÉS DE ESA ÚNICA OPORTUNIDAD QUE TIENE EL SEÑOR CEO, SALVADOR TOLEDO 🖤

¡Las amo, gracias por esperar!