Isabel 3. Contigo No.

Esa mañana cuando llame a Robert sentía que mi corazón se me iba a salir por la boca, tenía más miedo que cuando veía películas de terror, las manos me sudaban, la boca me temblaba... "Ojalá me conteste" me decía mentalmente y cruzaba los dedos.

📱¿Astrid? --fue lo primero que dijo, pues ni dejó repicar su teléfono--

📱Sí, Robert... Disculpa que te moleste, pero necesito de tu ayuda.

📱Sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

📱Gracias... ¿Estás en la ciudad?

📱No.

📱Entonces no puedo contar contigo...

📱Astrid solo dime que necesitas y ten por seguro que lo tendrás. --al escucharlo no pude evitar sentirme peor de lo que ya me sentía-- Astrid, no te quedes callada, si me llamaste es porque realmente me necesitas, así no este en la ciudad, bien sabes que te puedo ayudar.

📱Necesito que me permites quedarme unos días en el departamento.

📱Esta bien, cuando llegues a la vigilancia pides la copia de la llave.

📱Ok, tal vez en la tarde este en el Conjunto Residencial.

📱Perfecto, ya le voy a autorizar a vigilancia para que te entreguen la llave.

- ¿Señorita a que hospital vamos?

- Al más cercano señor.

📱¿Astrid, escuche bien, vas al hospital?

📱Voy camino al hospital, pero por favor no se lo digas a la familia.

📱¿Por qué? ¿Te sientes mal? --Robert con solo escucharlo me transmitía esa fuerza para seguir adelante con tranquilidad-- ¿Astrid? No te calles...

📱Por favor Robert promete que no te vas a molestar conmigo --digo con el nudo en la garganta y lágrimas corriendo sin control por mis mejillas--

📱Astrid ¿Estas llorando?

📱No, solo me duele un poco la garganta...

📱¡Ya! ¿Me dijiste que ibas al hospital?

📱Sí.

📱Ok, entonces ve al hospital Blanco Sur con la Doctora Dalian López.

📱No tengo suficiente dinero para ir a ese centro.

📱No te preocupes, la Doctora es una buena amiga y te va a estar esperando.

📱Gracias, Robert.

📱No tienes que agradecer, sabes que eres una persona muy importante para mí y te quiero mucho.

📱Gracias...

Efectivamente, cuando llegue a la recepción del Hospital la Doctora López ya me estaba esperando, lo que ella no contaba era que mi estado era de emergencia...

- ¿Señorita que le pasó? --dice al verme, pues me quite el sombrero, el turbante y los lentes que me tapaban los golpes-- Robert me dijo que venía un familiar importante, pero no me dijo que estabas así de mal... ¿Quién le hizo esto?

- Robert no sabe nada ¿Podría usted guardar el secreto?

- Solo si me dice la verdad.

- Fue mi ex --digo y se me salen las lágrimas--

- Tienes que denunciarlo, aparte de todos los golpes que evidentemente tienes, te hizo algo más... --no aguante las ganas de llorar más fuerte y ella solo me abrazó-- No estás sola, por el momento vamos a hacerte la revisión completa, unos exámenes y placas para así poder medicarte correctamente ¿Quieres que le informemos a algún familiar?

- No, Gracias... Yo les llamó...

La verdad fue que estaba haciendo tiempo mientras pienso en quien además de Robert le puedo decir, la primera persona que se me vino a la mente fue mi amiga Doris, pero ella está de viaje, empezaron a hacerme varios exámenes y a colocarme tratamiento...

- Astrid, te voy a dejar hospitalizada porque tus lesiones son bastante delicadas.

- Entiendo.

- Con este tratamiento vas a dormir, es para bajar el dolor y la inflamación. Las enfermera y yo estaremos pendiente... --ella hablaba y yo sentía mis ojos muy pesados-- No tienes de que preocuparte te cuidaremos... --y allí ya no supe nada más de mi hasta que desperté 3 días después--

- ¿Robert? --está dormido en la orilla de la cama tomando mi mano--

- Astrid ¿Como te sientes? No te muevas para que no te lastimes --que más podría lastimar mi cuerpo--

- ¿Qué haces aquí?

- Vine a hacerte compañía. ¿Astrid, por qué permitiste todo esto? --dice mientras pega su frente a la mía y una lágrima cae en mi cara--

- No quería que me vieras así.

- Debiste decirme lo grave del asunto.

- Robert, por favor dime que no le dijiste nada a mis padres... ¿Por favor?

- Aún no saben nada.

- Por favor Robert, no les digas nada. --sentí su cálido abrazo y me acurruqué en su pecho, así como cuando éramos niños--

- Tranquila... Astrid tienes que denunciar...

- No quiero, papá se va a enterar y voy a dejar en pena el apellido, mi mamá no me lo va a perdonar nunca... Robert, lo hice todo mal.

- Tranquila, tranquila...

- Robert, no quiero volverlo a ver en mi vida.

- Sabes que en estos 3 días que has estado hospitalizada, esta mañana fue que se dio cuenta de que tú no estabas...

- ¿3 días? Ese... Ni siquiera merece que lo nombre... ¿Desde cuándo estás aquí?

- Desde el día que estás hospitalizada.

- Le pedí a la Doctora que no te dijera nada.

- No fue ella, fue su esposo quien también es doctor, pero traumatólogo y te atendió...

- ¿También es tu amigo?

- Si y también conoce a nuestros padres...

- ¿Se lo dijo a mi papá? Por favor, dime que no

- Le pedí el favor que no lo hiciera solo por este momento, pero ellos se van a enterar...

- Gracias. --me abracé más fuerte a él--

- Lo siento mucho Astrid...

Mi historia con Robert no es desde esa paliza que me dio el idiota de Fabiano.

Desde antes de nacer Robert ha sido parte de mi vida... ¿Y como no? Si es hijo de la tía madrina Marcia, crecimos juntos en familia como primos, pero él desde pequeño me cuidaba de una manera muy especial, cuando empece a tener uso de razón y esa tarde cuando yo tenía 14 años y Robert 17 años, él se me declaró me dijo que lo que sentía por mi era más fuerte que él... Me asusté, sí.

- Astrid no puedo ocultar esto tan grande que siento por ti, realmente estoy enamorado de ti. Mira, no puedo dormir sin pensar en ti, eres mi... --rapidamente solté su mano, pues yo siempre lo he visto como mi primo o eso fue lo que quise hacer creer a mi corazón--

- ¡Robert, estas loco! Somos primos. --mi mente se bloqueo y no podía creer lo que en ese momento estaba escuchando--

- Astrid sabes perfectamente que no somos familia, no somos primos de sangre.

- Todos saben que somos familia... ellos...

- Ellos no saben nada --acaricia mi mejilla--

- Aun somos muy jóvenes --yo me sentía algo confundida y fue lo primero que se me ocurrió--

- ¡Astrid! Sabes que te puedo esperar todo el tiempo que necesites...

Robert entró a la Universidad, pero siempre estaba pendiente de mí. Nuestra familia sabia de sus sentimientos por mí. Cuando falleció Nicole, yo tenía apenas 16 años y me sentía muy mal, sola y desesperada, fue como que si una parte de mí se fue con ella, todos le prestaban atención a mi hermano. ¡Claro! Por supuesto él era el viudo con una bebé recién nacida. Días después del último adiós para Nicole no quería regresar a casa y ese día me quedé toda esa tarde con Robert, como ya es costumbre él me atendió como su princesa. Me gustaba su compañía, sus consejos, ese sentir que soy importante para alguien. Días después...

- Astrid, no hagas eso. --bordeó su nuca y le robe un beso, yo ni siquiera se besar--

- ¿Por qué, acaso no te gusto? --doy besos en sus mejillas, tal cual como lo vi en un vídeo--

- Bien sabes que me gustas demasiado, pero así no...

- ¿Por qué no? Robert dijiste que me querías...

- Yo no te quiero, yo te amo --dice mientras me agarra las manos que paseaban por parte de su cuerpo-- Y te estoy diciendo que así no se hacen las cosas.

- Disculpa, no te vuelvo a tocar -- tomé mis cosas y salí del departamento, no me sentía molesta, pero tampoco contenta, yo quería experimentar, pero mi compañero no estuvo de acuerdo--

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...🌻❤️🇻🇪☺️...