Un accidente lleno de sacrificios e inadvertencias hizo que Alena muriera instantáneamente, pero en vez de desaparecer, su alma se transmigró dentro de una de sus novelas favoritas. Alena solo es la hermana menor de una amiga del protagonista masculino — un personaje secundario. Es simplemente una estudiante común, sin relación directa con la trama principal y sin un papel importante.
Pero el argumento se desmorona por alguna razón, y su vida no es tan fácil como esperaba. Ella ayuda a resolver los problemas de todos los personajes, pero en medio de eso, su vida no está segura; hay alguien que siempre busca hacerle daño.
“No soy nadie aquí, pero eso no significa que permitiré que sufran como en la historia original.” — Alena.
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Capítulo 14
Alena se alejó del balcón de la casa de Audrey con pasos lentos. Caminó hacia la puerta de la habitación, volteando de vez en cuando hacia la cama donde yacía una chica durmiendo plácidamente.
Alena encendió la luz de la habitación para que no estuviera oscuro cuando Audrey se despertara. Una vez afuera, Alena cerró la puerta suavemente. Recordó el camino que había tomado para llegar allí, y luego comenzó a bajar las escaleras mientras observaba la lujosa casa de Audrey.
Era muy grande, pero lamentablemente demasiado vacía. Solo contenía a las sirvientas y solo a tres anfitriones, donde los otros dos solo estaban presentes por la noche.
Abajo, Alena se cruzó con la criada de mediana edad que Alena había visto cuando dio la bienvenida a Audrey esa tarde.
Cuando la criada de mediana edad vio a la amiga de su señorita, sonrió cortésmente. "¿Señorita, es amiga de la señorita Audrey, verdad?"
Alena asintió con una sonrisa. "Sí, Bi. Me voy a casa, porque Audrey está durmiendo. No me atrevo a despertarla, así que prefiero irme a casa sola. Avísale cuando Audrey se despierte, Bi".
La criada parecía confundida. ¿Desde cuándo la señorita Audrey duerme la siesta? No solo la siesta, casi todas las noches también sufre de insomnio.
"¿Dormir?" repitió con el ceño fruncido.
"¿Sí? ¿Por qué?" Alena también se confundió al ver su reacción.
La criada recuperó su expresión y volvió a sonreír. "Ah, no pasa nada. Pero, ¿la señorita realmente quiere irse a casa sola? Ya está oscureciendo, ¿sabes?"
Estaba un poco preocupada. Más precisamente preocupada cuando Audrey se despertara y su amiga ya no estuviera. Además, su amiga se iba a casa sola.
Alena asintió con seguridad. "Si es así, Alena se va a casa primero, Bi", se despidió Alena mientras tomaba la mano de la mujer de mediana edad. Luego besó el dorso de su mano, dejando a la criada boquiabierta.
Alena no vio su expresión. Después de despedirse, se dirigió directamente hacia la salida de la casa, saludando amablemente a las criadas de la casa señorial. Aunque vio coches alineados en el garaje, Alena no quería molestar a los choferes de la casa, porque le ofrecieron llevarla a casa sin el permiso de Audrey.
Alena caminó hasta la puerta que estaba bastante lejos. Después de saludar al guardia de seguridad que se ofreció a llevarla a casa, ella se negó cortésmente. Alena se preguntaba, ¿por qué cada vez que se cruzaba con los empleados de esta casa siempre le ofrecían llevarla a casa? ¿Y eran... un poco insistentes?
En realidad, no era otra razón por la que le ofrecían a Alena llevarla a casa. Vieron que la hija de su jefe, que era fría con todos, de repente tenía una invitada extranjera que era amiga de Audrey, e incluso parecía muy cercana a la propia Audrey. Casi se convirtió en un rumor entre los empleados, y consideraron a Alena amiga de Audrey e importante, así que trataron de convencer a Alena.
Pero Alena insistió en no molestar. Tenía la intención de tomar un taxi. Alena no sabía cuán enfadada estaría Audrey cuando se despertara de su sueño y escuchara que se había ido a casa sola sin que nadie la detuviera y la llevara por la gente de esa casa.
***
Estaba oscuro, el teléfono estaba apagado, no pasaban taxis. Mucho menos transporte público. Y... Alena olvidó el camino a su casa.
¿Debería seguir el camino recto? Realmente lamentaba no haber aceptado sus ofertas. Habían pasado casi 20 minutos desde que Alena caminó lentamente desde la casa de Audrey. Pensó que pasaría un taxi, pero no fue así.
Originalmente, tenía la intención de simplemente caminar y ser valiente, pero resultó estar muy lejos de lo esperado. Además, solo caminaba tranquilamente, lo que requería mucho tiempo.
El cielo se estaba oscureciendo. Alena descansó sentada un rato en una parada de autobús. El ambiente era muy tranquilo, lo que puso a prueba su adrenalina y aceleró el ritmo. Alena no solo tenía miedo de los fantasmas, sino también de la gente mala.
Su cuerpo estaba muy caliente y quería limpiarse de inmediato, pero el aire era muy frío debido al viento nocturno. Alena suspiró con cansancio. Se masajeó los pies adoloridos por caminar durante mucho tiempo.
No mucho después, de repente una luz brilló hacia ella, lo que hizo que Alena levantara la mano para bloquear la vista deslumbrante. Resultó ser la luz de una motocicleta grande que se detuvo frente a ella, conducida por alguien que vestía un casco negro y una chaqueta negra y azul.
El corazón de Alena latía rápidamente. Su expresión se tensó y se confundió. ¿Qué quería decir esta persona?
"¿Alena?"
La voz fría con un poco de vacilación de un hombre se escuchó desde detrás de su casco, su voz era familiar. Alena lo miró con recelo. ¿Quién era? ¿Por qué sabía mi nombre?
Se quitó el casco integral negro, y luego apareció el rostro familiar de alguien. Alena no podía verlo claramente, porque la luz allí era tenue.
Después de arreglarse el cabello que estaba un poco desordenado. Se volvió hacia Alena mientras se bajaba de su motocicleta para acercarse. "¿Alena? ¿Qué haces sentada aquí sola por la noche?"
Alena entrecerró los ojos para enfocar su vista en su rostro. Después de darse cuenta de quién era, se levantó sorprendida. Él ....
"¿Andreas?"
