ENCONTRÉ APOYO EN UN HOMBRE DESCONOCIDO

El la levantó y ella cruzó sus piernas detrás de su cintura, inconscientemente comenzó a frotarse contra él, y esa vez fue Emiliano quien g*mió dentro de la boca de ella, Emiliano pensó que sería tan fácil bajar un poco su bañador, apartar la parte de abajo de Loraine y dejar que el mar los meciese mientras sus partes se unían, pero el recuperó la cordura, pensando en el resto de gente que había en la playa, eran pocos, pero lo más importante fue que no tenía protección, así no podía.

No quería exponerse a nada, no quería acabar en una página de po*no, Emir veía todo y rogaba que su hermano recuperara la cordura, no quería que diera un espectáculo, ellos eran las únicas personas en el agua.

El la bajó y le dijo para ir a otro lugar, ella empezó a avanzar lentamente hacia la orilla, pero se detuvo y miró hacia atrás, vio que Emiliano tenía una expresión dolorosa en la cara, el serio le dijo.

EMILIANO: Vas a tener que darme unos minutos. Para poder salir del agua sin dar un espectáculo

Loraine soltó una carcajada y la disfruto cono nunca lo había hecho, le salio de lo más profundo de su ser, pero aún así tuvo que aguantar para responderle porque su cara era de enojo

LORAINE: No te preocupes, cuando puedas salir, te unes a mí.

Emir descansó cuando la vio salir, pero su hermano se quéló y ya sabía el porqué.

Loraine buscó con la mirada la pareja de abuelos hasta que los vio debajo de una carpa llamándola, ella fue por sus cosas y agradeció.

Emiliano llegó hasta donde estaba su hermano, le pidió las llaves del auto, Emir intento saber de su acompañante, pero Emiliano le dijo que después hablaban y lo dejó en el lugar.

Emir sonrió y siguió con la mirada a su hermano junto a la mujer, sabía del temperamento de su hermano, lo prepotente que era, solo esperaba que se supiera comportar.

Loraine esperó a una distancia prudente, Emiliano le hizo seña para que lo siguiera, llegaron hasta donde tenía el auto y Emiliano condujo 5 cuadras en completo silencio, el no la llevó a su casa, prefirio llevarla a un hotel donde tenía una suite para descansar y desconectarse del mundo exterior, nunca ha llevado a una mujer, ni su propio hermano sabe de su existencia, Loraine es la primera en tener ese privilegio.

Llegaron a la suite y Loraine quedó encantada con el hermoso lugar, pero entendió que no estaba de visita cuando Emiliano comenzó a acariciar sus senos y la besó con pasión, ella se dejó cegar por el deseo, pero Emiliano se separó de ella y la llevó hasta el bañó, abrieron la regadera y se metieron bajo la lluvia artificial, enseguida se lanzaron a tocarse, a besarse, los dos quedaron completamente desnudos, Emiliano era un hombre prepotente y a su hermano le preocupaba eso, pero Emir no sabía que su hermano estaba tratando a Loraine con mucha ternura.

Después de tanta caricias y besos, la pareja salió del baño, la pareja se estaban entendiendo a la perfección, como si fueran una pareja formal, pero la cosa era que ninguno de los dos se conocía, no sabían el nombre el uno del otro, eran dos completos extraños buscando satisfacer sus necesidades, para Loraine era perder su virginidad con alguien que se sintiera cómoda y pudiera también disfrutar.

Emiliano no perdió tiempo y antes que Loraine se diera cuenta, el comenzó a besarla, acarició sus glúteos y después metió la mano en su entrepierna con el pulgar masajeaba su cl*toris.

Ella se agarró a sus hombros para no caerse, por el placer que sentía en la parte baja, ella no quería hacer ruido, no queria g*mir fuerte, pero era inevitable, no pudo evitar los g*midos y los gritos, Emiliano la besó justo en el momento clave, ahogando los gritos con su boca, Loraine se dejó llevar por el pl*cer, en ese momento se le olvidó todos sus problemas, Emiliano no detuvo su mano hasta que ella terminó.

El aprovechó que estaba indefensa para ir un poco más despacio, la llevo a la cama, la hizo acostar y se subió en ella y comenzó besando su cuello, pasó los pulgares por sus pezones, que estaban completamente duros, loraine estaba disfrutando de toda esa sensación con su hombre desconocido, ya le daba igual si el hacia todo despacio, deprisa, no quería que aquello se acabara nunca, no quería volver a su realidad.

Mientras Loraine disfrutaba de las caricias de un hombre desconocido, en su casa la progenitora está siendo amenazada por Gualberto, el estaba creído que Loraine había escapado, el fue por ella porque se iba de viaje y quería disfrutar de ella antes de irse, pero era otro el que estaba disfrutando de lo que suspuestamente le pertenecía.

Emiliano bajó hasta sus p*chos donde disfrutó metiéndose uno a uno en la boca, el lamió, succionó, mordió, luego pasó al otro p*cho, mientras con la mano me acariciaba el que acababa de ch*par.

Ella trataba de no g*mir ni gritar, el al no tener una salida para las sensaciones, hacía que el pl*cer fuera más intenso todavía, a ella le daba pena ser escuchada por los vecinos de Emiliano, el placer era tanto que ella quería gritar lo más fuerte posible

 El calor y el deseo volvieron a concentrarse en ella quería la erección que había sentido en el mar dentro de ella cuanto antes.

El comenzó a descender con sus besos, iba bajando dando mordisquitos en el estómago. Allí estaba Loraine desnuda frente a un hermoso hombre desconocido y talmente expuesta. Llegó a su entrepierna y metió su cara pasando la lengua por esa parte, después le separó los l*bios con los dedos y se puso a l*mer lentamente, como si tuviera todo el tiempo del mundo, aunque el lo tenía, pero no contaba con el de ella, aunque el le haría olvidar.

Loraine sintió l*ngua dentro l*miendo, p*netrándola, sus manos la abrasaban recorriendo su cuerpo.

Ella se mordía el labio para que no se escucharan sus g*midos, cuando estaba a punto de explotar, a punto de tener el segundo o*gasmo con su boca se detuvo.