Un Hombre Sin Alma

NARRADOR

Mientras Amelia daba inicio a sus sueños William estaba trabajando para aumentar más la empresa que un día sería suya pues su padre ya quiere suceder la presidencia para así poder disfrutar de su esposa Pero primero quiere dejar bien las estructuras de su empresa y que William sea un mejor CEO de lo que el fue.

- William, quiero saber si te sientes preparado para asumir el mando.- Decía su padre en la oficina principal.

- Padre aun cuando no sea mejor que tú, sé que puedo llevar el cargo.

- Hijo mío, un día te dije que podías llegar a ser mejor que cualquier persona siempre y tener en mente las bases de un buen líder.

- Intento ser uno padre.

- Sé que si, pero aún te falta mucho, entiendo que tu carácter allá cambiado, pero no por ello quiero que dejes de un lado tu deber como líder de un gran equipo, que sin ellos nosotros no estaríamos donde nos encontramos, ya que cada una de las funciones de mis empleados han ayudado que esta empresa se encuentre en el nivel que está.

- Padre, puede que no tenga el mejor carácter, Pero no me dejó llevar por el cuándo las cosas están en orden o cuando van mal siempre intento resolverlo aún cuan enojado este, pero también no por ello pienso dejar pasar el mal trabajo y los errores que pueden ser fatales para la empresa.

- Entiendo tu punto, Pero solo ten presente lo que te digo, ahora puedes retirarte ya que tengo una reunión con el inspector.

- Aún no han encontrado nada.

- No, supieron hacer bien las cosas y tú falta de memoria nos deja aún menos pistas.

- Entiendo y no sé por qué no puedo recordar nada de ese día por más que lo intente no puedo, solo me causa dolor de cabeza.

- Ya no sigas esforzándote te puede hacer daño, no te preocupes no nos daremos por vencidos encontraremos a los causantes de tu accidente.

- Está bien solo quiero saber quiénes fueron los malditos que me dejaron en esta maldita silla.- Dijo golpeando la silla.

- Pronto lo sabremos no te apures recuerda que yo tengo más interés por encontrar al que quiso matar a mi hijo.

- Si, me voy igual tengo una reunión con Lucas nos vemos luego, saludos a mi madre.

- Adiós, no te olvides de visitarla dice que ya no la quieres por no buscar tiempo para ella.

William no dijo nada solo asiente mientras sale de la oficina de su padre para ir rumbo al ascensor, ya que se encontraría con Lucas para checar un contrato que le interesa Pero quiere que sea más a su favor, al llegar baja viendo que el aún no ha llegado entrando al lugar.

- Buenas tardes.

- Vuelva más tarde, estoy esperando a alguien.

- Claro, con permiso.

Sin más chica se va al mostrador dejándolo solo, así pasaron unos 10 minutos cuando entra Lucas y se dirige a la mesa donde el se encontraba.

- Como estás.- Dice sentándose frente a el.

- Llegas tarde.- Seco.

- Solo por unos minutos, tenía que llevar a mi reineta a sus clases y como siempre se le hizo tarde ja, ja, ja.

- Eso ya no es novedad en ella, cuando se casen tendrá que alistarse un día antes si no pensarás que te abandonará.

- Cállate, nunca digas eso, mi niña no me dejaría plantado.

- Quien sabe, tal vez encuentre a un joven y te deje por viejo.- Dijo con una sonrisa de lado algo aterradora

- Tú.

- idiota.

- Maldito.

- Buenas tardes, están listos para ordenar.

- Tráigame un café negro sin azúcar.

- Ami tráeme un café fut.

- Claro, en un momento.- Dice yéndose.

- Y bien por qué me citas fuera de la empresa, es raro en ti.

- Mmm solo quería salir.

William no dijo más y le muestra los documentos a Lucas, Pero la razón por la que llegó a aquella cafetería era por volver a encontrarse con aquella chica y esa hora es donde los dos turnos se encuentran Pero no ha tenido suerte Desde ese día, ya que volvía una dos veces por semana Pero no la puede encontrar.

- Bien, las cosas están en orden Pero no creo que te estén dando lo justo, ya que esa empresa no está distribuyendo y tú has más así que puedes pedir un 30% más que esto.

- Eso pensé Pero quería que me lo confirmarás, además quería preguntarte si quieres que formemos una sociedad.

- Pues que tienes para darme.

- Mi padre piensa en cederme el mando de la compañía y pienso que no estaría mal darte un piso para que tengas tus oficinas, así llevas tus casos y juntos nos volvemos más poderosos.

- Mmm no estaría mal, estaba pensando en hacer mi propia empresa y si lo hacemos juntos mejor.

- También hablé con mi padre y si en un futuro quieres comprar acciones de la empresa estarán disponibles para que seamos socios.

- Amigo eso es algo maravilloso claro que me gustaría formar parte de la empresa.

- Lo hago porque además de ser mi amigo eres mi hermano y siempre estamos juntos en todo.

- Yo también te quiero.

- Jamás dije eso.

- Pero lo quisiste decir ja, ja, ja.

- Como sea, ahora vámonos.- Dice pidiendo la cuenta.

- Aquí tiene.- Dice un joven.

- Hola Manuel, cómo has estado.

- Hola señor Lucas, bien aquí trabajando como siempre, ahora le traigo su recibo.- Dice dándose vuelta.

- Lo conoces.- Dice sorprendido.

- Sí, he venido a este lugar, por ello me sorprendió que igual tú lo conocías.

- Mmm Mi madre me trajo un día.

- Aquí tiene.

- Gracias, Nos veremos luego Manuel.

- Si señor, adiós permiso.

Mientras Lucas se despedía William salió sin decir nada llegando a su auto y antes de irse Lucas se despidió Pero cada uno se iba en sus autos.

- Vamos a la empresa.

- Si señor.

William solo pensaba que esa mujer pudo ser una ilusión y no la volvería a ver, Pero igual no entendía por qué no podía olvidar la sonrisa que ella le dio aun cuando recibe millones de ella, justo esa no sale de su mente y la sensación de paz que le dio solo verla a los ojos, sin más solo dejó eso a un lado y se concentraría en mejorar la empresa y que su padre le entregue el mando, así fue pasando los días y meses donde cada día llevaba a la empresa aún nivel mayor del que tenía mientras la sociedad que hizo con Lucas estaba llegando aún lugar alto aun cuando solo tenían poco tiempo en ella, pues Lucas es un excelente abogado llegando a ganar casos muy difíciles.

- Este es el acusado por el fraude a la empresa que estamos representando.

- Señor, la invitación lleva que la cuenta en el extranjero no está a nombre de el y eso lo usarán en nuestra contra.

- Tenemos que rastrear a la persona que es el titular.

- Pero eso no es complicado siendo una cuenta extranjera.

- Para nosotros no hay complicaciones, si quieren tener un buen bono tenemos que ganar.

- Sii.- Dicen todos

- Bien, yo me encargaré de la cuenta y ustedes busquen a las personas cercanas a él como las que estuvieron cerca en los últimos 2 años.

- Sí.

Así que todos se pusieron a hacer diferentes búsquedas, ya que si su jefe les dijo que abría un bonus saben que será grande y no piensan perdérselo.