Lilith al sufrir la perdida de su bisabuela, despierta los poderes que tenía ocultos, sus padres y abuelos no le hablaron de ellos, debido a que ella los habia olvidado por un evento traumatico con un demonio llamado Hael.
Para ellos fue lo mejor que pudo pasar los poderes de Lilith eran muy fuertes e incontrolables, no se sabia si los utilizaría para el bien o para el mal.
Está novela es la continuación de Mi Linaje, espero que sea de su total agrado. Disfruten de la lectura.
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Deja a mi maestra
mi amado nieto, quiero darte las gracias por darme la dicha de ver a mis descendientes
- no es nada abuela, ¿cómo sigue?, ¿ya fue al médico?
- estoy bien, el médico dice que solo es cansancio
Amalia se veía triste, ella pudo ver lo que ocultaba su madre, pero no quiso decirlo para no hacerla sufrir
Lilith estaba encariñada con sus bisabuelos, ellos eran quienes más la consentían
- ¿qué haremos para tu quince años?. Pregunto Angela
- no quiero fiesta abuela, no me gusta
- ¿porqué cariño?, ese día es muy especial para las jovencitas como tú
- no tengo amigos abuela, siempre asistirán los mismos
- ¿qué dices?, ya tienes dos amigos, de aquí a tu cumpleaños tendrás muchos más. Dijo Lucy animandola
- no quiero mamá, por favor no lo hagas.
- está bien, ¿pero qué quieres de regalo?
- después les diré. Dijo Lilith sonriendo
Lilith se la paso conversando con sus abuelas, hasta la hora de cenar, cuando lucy y Amalia fueron a la cocina, Angela aprovecho para hacerle algunas preguntas a Lilith
- mi niña, ¿has vuelto a ver espíritus?
- baja la voz abuela, alguien te puede escuchar
- está bien. Dijo Angela en un tono suave
- abuela, eres la única persona en quien puedo confiar, hoy ayude a una profesora, ella se suicidó y quería que encontraran su cuerpo, yo lo encontré y con la ayuda de Amado le informamos a la policía
- que bueno, ¿porqué no quieres que tus padres sepan que estás viendo espíritus?
- tendrán miedo de mí, o me tratarán de loca, sé que no soy normal abuela, no sé porque soy así
- eres normal mi cielo, solo que tienes un don, deberías de hablar con tus padres, ellos te entenderán
- no quiero asustarlos, me encerrarán como aquella vez
Ocho años atras
Jay y Lucy, al ver que Lilith había perdido la memoria y que no recordaba sus poderes, le permitieron asistir a la escuela con los demás niños
El primer día de clases, los padres que iban por primera vez se presentaron y presentaron a sus hijos, Lilith estaba muy contenta, ese era su mayor sueño, "hacer amigos”
Los padres se retiraron y dejaron a los niños con su maestra, Silvia fue muy buena con ellos, les pidió a los demás estudiantes que cuidaran bien de sus compañeros, ya que eran nuevos en la escuela.
Lilith estaba muy feliz, como ya estaba recibiendo clases en casa, sabía leer y escribir claramente
La maestra estaba encantada con ella, Lilith se veía muy amable y su modo de captar las cosas era increíble
Al terminar las clases la maestra se quedó con Lilith, ya que su acudiente se estaba demorando en llegar
La maestra empezó a quejarse de un fuerte dolor de cabeza que la había agarrado de repente, Lilith la escucho quejarse y la miro
- deja a mi maestra. Dijo Lilith sacudiendo un cuaderno encima de la cabeza de la maestra
- Lilith, ¿qué pasa?
- le está golpeando la cabeza maestra, ¿no lo siente?
- ¿dé que hablas?
En esos momentos llegó Jay y se dio cuenta de lo que estaba pasando, rápidamente tomo a su hija y le dijo a la maestra
- debería de ir a un curioso.
La maestra no entendió lo que él quiso decir, no tuvo tiempo de preguntarle, ya que Jay se había ido con su hija.
Estando en el auto, Lilith estaba inquieta
- ¿lo vistes papá?, ¿vistes esa cosa?
- no ví nada hija, vayamos a casa
- tienes que salvar a la maestra, eso la está golpeando.
El espíritu que estaba atormentando a la maestra la dejo y fue detrás de Jay y Lilith, en ese momento ella dejo de tener dolores de cabeza
- mira papi, viene hacia nosotros
El espíritu se estaba acercando al auto, Jay le cerró la puerta a Lilith y salió, el espíritu iba reído, le pareció raro que alguien pudiera verlo
En el momento en que se acercó a Jay, Agramón le mostró sus ojos y el espíritu se retiró lo más rápido que pudo
Jay entro al auto y le dijo a Lilith
- no veo nada cariño, creo que debemos llevarte al médico
- yo lo ví papá, venía para donde nosotros, apenas saliste se fue rápido.
- hija, lo mejor será que no regreses a la escuela, cuando dejes de ver cosas que no existen asistirás de nuevo.
Lilith se puso a llorar, Jay y Agramón estaban preocupados de que sus poderes hubieran vuelto
Al llegar a la casa, Lilith corrió hacia su madre y la abrazo
- ¿qué pasa cariño?, ¿te hicieron algo en la escuela?
- quiero ir a la escuela, papá no quiere
- tenemos que hablar. Dijo Jay caminando a su oficina
Lilith se fue corriendo a su habitación y se encerró, Jay le explicó a Lucy lo que estaba pasando
- pero ese es su don, lo heredo de tu familia, no podemos ocultarselo toda la vida
- ella no puede saber de eso, imaginate que despierte su lado malo, ¿Cómo podríamos detenerla si eso sucede nuevamente?, ¿olvidaste lo que pasó en esos tiempos?
- no lo olvide. Dijo Lucy con un dolor en su pecho
- seguiremos ocultándoselo y seguirá estudiando aquí
- ¿creés que así deje de ver espíritus?, no podemos tenerla encerrada para siempre
- ella lo olvidará como aquella vez, no te preocupes, esto solo será temporal
A Lucy se le salieron las lágrimas, quería que su hija tuviera una vida normal, como todos los demás
Jay la abrazo y le dijo que todo era por el bien de Lilith, Lucy estuvo de acuerdo con él y fueron a hablar con su hija
A Lilith no le quedó más remedio que aceptar la voluntad de sus padres, los días fueron pasando y Lilith seguía aprendiendo
Actualidad
- ay mi niña, te recomiendo de que te comuniques con ellos, no creo que vuelvan a encerrarte
- guárdeme el secreto abuela, cuando esté lista hablaré con ellos
- está bien cariño, creo que tú tío Dylan vendrá con sus hijos y tus primos mañana, invitaré a tus padres para que puedan convivir con nosotros.
- ¿estará la tía Ginela?
- creo que sí, ella y tu prima Renata
- entonces no quiero ir, mi tía Ginela no gusta de mí, ni siquiera quiere que me acerque a la bebé