Un Nuevo Amor

Hola a todos. Antes que nada les quiero agradecer enormemente por todo su apoyo en cada uno de las historias que he escrito. Esta es la tercera parte de la historia una nueva oportunidad de amar... Como deben saber, solo tú, es la segunda parte y esta es la tercera. Ojalá y les guste un poquito igual que las otras dos.

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_____ ¡Jessica! ¿Estás sorda? ¡Ni para eso sirves! Igual a la inútil de tu madre.

La chica con ropa modesta, se acercó a la mesa donde se encontraba su padre Alfredo. Acompañado de dos hombres al igual que él ebrios.

El hombre golpeó con fuerza la mesa delante de él. El parecido que Jessica tenía con su madre era demasiado.

Por lo cual, desde muy pequeña se gano el desprecio de su progenitor.

La chica guardaba hermosos recuerdos de su niñez, pero cuando cumplió 10 años todo cambio.

Su madre murió en un terrible accidente, y desde ese momento su padre cambió. Se refugió en el alcohol y no había día en que no tomara.

Cada mañana salía de su casa muy temprano y volvía hasta el día siguiente en la madrugada.

La niña se quedaba en casa y para poder comer visitaba a las vecinas, las cuales le daban de comer.

Así pasaron 10 años. Al ser mayor, Jessica salió a trabajar y volvía antes de que su padre llegara a casa. Preparaba la comida y limpiaba su hogar.

Esa noche, Alfredo llegó muy ebrio, acompañado de dos hombres con los cuales solían beber toda la tarde y parte de la noche.

Jessica terminaba de preparar la cena y luego se iría a buscar a una vecina. Su hombre era Rosario.

Rosario, era la única amiga que Jessica tenía. Nadie más que Rosario se animaba a hablarle a la hija del alcohólico.

Todos en la vencida, la veían como una chica inferior, a la cual consideraban un perro sin hogar.

_______ ¡Jessica!

______ ¡Jessica!

La chica haciendo una mueca, dejando un plato de comida delante a su padre.

______ No estoy sorda, deje de gritar. ___ La chica abrió una cerveza y la dejó a lado del plato de su padre.

_______ Ellos vienen conmigo, sírveles de cenar. _____ Ordenó Alfredo.

______ No, hay más comida. El poco dinero que genero nos alcanza solamente para comer usted y yo. _____ Jessica no tenía miedo de expresar su molestia en contra de los caprichos de su padre.

______ ¡Me estás desafiando delante de mis amigos! ______ Alfredo exclamó con violencia.

______ Sí quiere que ellos coman, deje su plato. No, hay más comida.

La chica quitó el plato delante de su padre y lo colocó delante de los dos hombres. Hambrientos, devoraron en poco tiempo El plato de comida qué era para Alfredo.

El hombre furioso recorrió la silla y le da una bofetada a la chica hasta enviarla al piso.

_____ ¡Cómo te atreves a desobedecerme de esta manera! ¡Soy tu padre!

La chica se levantó del piso; cubriendo su mejilla. El dolor físico no era nada comparado con el dolor que sentía cada vez que su padre le ponía una mano encima.

______ ¡Estoy cansada de vivir así! ¡Harta de verlo hundirse más en el maldito alcohol!

______ ¡¿Quiere morirse?! ¡Hágalo, pero yo no estaré aquí para verlo!

Jessica se dio la vuelta y salió corriendo del viejo departamento. Herida del alma, sus lágrimas mojaban continuamente sus mejillas.

Llegó a la casa de su amiga Rosario, a comparación de su departamento, el hogar de Rosario era mil veces más bonito que el de Jessica.

Se quedó de pie afuera del departamento de su amiga. No sabía si debería llamar. Después de pensarlo, Jessica prefirió irse de ahí y no molestar a su amiga con sus problemas.

Caminando por la calle, Jessica se comenzó alejar del barrio. Subió a un autobús, llegando a la ciudad, camino hasta una de las zonas más exclusivas.

Le gustaba ver lo bien que viven muchos ricos. Sin preocupaciones, con mansiones enormes y con autos de lujos.

..."¿Esto será la felicidad?"...

..."Mamá solía decir siempre que la felicidad era tener mucha plata. Comprarse autos y lujosas mansiones"...

..."Qué si ella hubiera tenido la oportunidad, se hubiera casado con un hombre sumamente rico y no con el pobre muerto de hambre de papá"...

Cada palabra de su madre le causaba risa a Jessica, creyendo que su madre lo decía de broma. Pero luego de su muerte, Jessica pensó con más seriedad las cosas.

La idea de que su madre tenía un amante millonario y qué la noche del terrible accidente donde perdió la vida, ella intentaba escapar con su amante. Pasó por la mente de Jessica.

La chica se detuvo en un sitio alejado de una mansión. Cansada de tanto caminar, tomó asiento en el piso.

Sus ojos negros se cerraban de cansancio. No había comido nada durante toda la tarde, y se mantuvo trabajando por largas horas.

Se abrazó a su cuerpo y como una Vagabunda se quedó a dormir en la calle. Al dar las dos de la madrugada. Jessica fue despertada por fuertes ruidos.

La chica abrió los ojos y enderezó la espalda. El hombre al interior del auto de lujo iba demasiado ebrio como para ir manejando.

Santiago Echeverría recargó su cabeza contra el volante del auto. Esa noche bebió más de lo normal, ya que, sería su tercer aniversario de bodas.

Los recuerdos de todo lo que vivió a lado de Camila, atormentaron su mente. Era única y maravillosa.

Lamentablemente, después de dar a luz a su hijo Manuel, la chica fue diagnosticada con una grave enfermedad. A los pocos meses de haber nacido Manuel, Camila murió.

Así pasarán mil años, Santiago jamás podría olvidar a la mujer con la que compartió los momentos más inolvidables y maravillosos de toda su vida.

____ Chale; tan guapote y metido en estos vicios tan feos. Así nunca podrá llegar nunca a su cartón.

Jessica temiendo por la seguridad de Santiago Echeverría se acercó al auto. Tocando la ventana del coche.

_____ ¡Hey guapito! ¡guapito! ____ La chica desde afuera del auto, no podía distinguir bien el rostro del hombre.

Intentó abrir la puerta del coche, para auxiliar más de cerca a Santiago Echeverría. Sin embargo, los guardias de seguridad de la mansión se percataron de lo que la chica intentaba hacer.

_______ ¡Hey, niña! Alejate de él o llamaremos a la policía.

Jessica se asusto y salió corriendo de los terrenos de Santiago Echeverría.