CONTIGO O SIN TI.

Luego de tranquilizar a mi mamá paso a ver a mi bella dama. Mi abuela.

Ignorando por completo a Salma, yo la quiero mucho, por ella fui capaz de todo, pero su actitud de niña caprichosa es algo con lo que no me gusta lidiar.

Abro despacio la puerta de su recámara y ella instantáneamente se sienta al verme.

_ Mi niño. Me dice con esa sonrisa que tanto amo ver.

_ Hola abu cómo te sientes el día de hoy.

_ Bien hijo. Pero dime por qué no viene Daphne con mi nieta Amira las extraño mucho.

Tomo asiento junto a ella y le dejo un cálido beso en su frente.

_ Daphne tiene mucho trabajo y Amira está en la escuela pronto vendrán. Te lo prometo.

_ No me estáras mintiendo Eduardo.

_ No lo hago descansa.

Antes de salir le tomo una foto sé que Daphne está enojada conmigo y con justas razones aun así su corazón es demasiado puro para negarse antes Débora.

Solo necesito encontrar el momento oportuno para mostrarle el estado de mi abuela. Si tan solo no me hubiera bloqueado nuevamente todo sería más fácil.

Salma se apresura a llegar a mi al verme bajar.

_ ¿Ya no me quieres verdad?

_ No es eso mi amor. Te prometo que pronto le gritaré al mundo que mi corazón solo te pertenece a ti preciosa.

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Dos semanas han pasado, Liam me escribe a diario y ya me siento en más confianza con él a tal punto que he aceptado una cita. Aunque le advertí que solo como amigos.

Menos mal en el trabajo todo va de maravillas y aunque todavía no conozco al Ceo me llevo bien con Guy. Estoy satisfecha con mi desempeño.

De Eduardo no he sabido nada, lo bloquee de todos lados y espero que con esto entienda que yo no quiero saber nada de él. Me siento mal por Débora, pero aún duele demasiado el tenerlo frente a frente.

Esa noche me arreglo algo casual, ya que a Líam le gusta la vida tranquila sé que me llevará a un lugar más cómodo y no tan extravagante.

Lo que me deja muy tranquila debo admitir que me gusta su forma de ser tan despreocupada solo viajando siguiendo sus sueños sin obligaciones.

Dejo a mi pequeña junto a Thalia y le insisto en no salir. Ella y su bocota sólo me ponen más nerviosa de lo que ya estoy.

Le dejo muchos besos a mi preciosa hija y salgo al escuchar la bosina. Liam pasa por mí a la hora pactada.

_ Veo que eres muy puntual.

_ No quiero desperdiciar ni un solo segundo, ya que eres una mujer muy ocupada. Te ves hermosa Daphne.

_ Gracias tú también estás muy guapo.

Me abre la puerta del copiloto como todo un caballero. Nos vamos y no mucho después llegamos a un bonito restobar cerca de una laguna artificial.

_ Es hermoso.

_ No tanto como tú. Me dice mirándome a los ojos.

_ Ya hablamos de esto Líam.

_ No sabes las ganas que tengo de prestarte mis ojos para que logres ver lo que yo veo.

Ruedo mis ojos en forma de protesta.

_ Está bien no insisto más. Tomamos asiento mientras esperamos nuestras bebidas y él comienza la charla. Una muy agradable que me gusta escuchar. Aprecio que entienda que no me siento comoda hablando de mi misma por el momento.