Sebastián Spencer, exitoso arquitecto y empresario de la construcción, encuentra su vida entrelazada con el carismático empresario de juegos, Luciano Reyes. La trama se complica aún más cuando Sebastián descubre que Melisa, la esposa de Luciano, despierta en él sentimientos inesperados. Entre el diseño de estructuras y el riesgoso mundo de las apuestas, los protagonistas se ven atrapados en un triángulo amoroso que desafía las fronteras entre la arquitectura de sus vidas y los juegos de la pasión, desencadenando una historia llena de secretos, decisiones difíciles y una búsqueda inesperada de la verdadera construcción del amor.
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Capítulo 3
Luciano llegó a su imponente mansión al final de un largo día de negocios. Al entrar, fue recibido por el lujoso ambiente que tanto apreciaba. Sin perder tiempo, se dirigió hacia el estudio, donde sabía que encontraría a su joven esposa, Olivia.
Al abrir la puerta con cuidado, entró sigilosamente evitando hacer algún ruido molesto. Cuando lo hizo encontró a Olivia inmersa en su trabajo, radiante y elegante como siempre. La miró con admiración durante un momento antes de ser recibido con una cálida sonrisa.
-Luciano, qué sorpresa verte aquí. Bienvenido a casa- dijo la joven mujer-¿como ha sido tu día?
Se acercó a él con gracia y lo saludó con un beso suave en los labios. Luciano respondió al gesto con cariño, sintiéndose agradecido por tener a una mujer tan hermosa y comprensiva a su lado.
-Hola, cariño. Mi día fue bastante bueno, de hecho, ¡logré concretar la sociedad para la cadena de hoteles que estábamos planeando!
Olivia lo miró con orgullo y alegría, envolviendo sus brazos alrededor de él en un abrazo reconfortante.
-¡Eso es maravilloso, Luciano! Estoy tan feliz por ti. Sabía que lo lograrías- dijo con sinceridad la muchacha.
Luciano asintió, agradecido por el apoyo de su esposa.
-Gracias, amor. Pero no habría sido posible sin tu constante apoyo y aliento.
Olivia sonrió, acariciando tiernamente su mejilla.
-Siempre estaré aquí para ti, Luciano. Ahora, ven y siéntate. Te prepararé algo para beber mientras me cuentas más sobre tu día- replicó ella sin perder la sonrisa. La muchacha salió del estudio, se dirigió a la cocina y minutos después regresó con dos copas y una botella de vino.
Juntos, se dirigieron hacia el cómodo sofá del estudio, listos para disfrutar de un momento de tranquilidad y celebración en la intimidad de su hogar. Luciano abrazó a su esposa con ternura, sintiéndose reconfortado por su apoyo y felicitaciones.
- Gracias, cariño. Todo esto no habría sido posible sin ti a mi lado.
Olivia sonrió con cariño, acariciando la mejilla de Luciano.
- Estoy tan orgullosa de ti, Luciano. Sabía que lo lograrías
Tras compartir detalles y charlar por un momento extenso, se oyeron unos toques suaves en la puerta, una empleada les anunció que la cena estaba lista.
Juntos, salieron del estudio y se dirigieron al comedor, donde una deliciosa cena los esperaba. Mientras disfrutaban de su comida, Luciano compartió la noticia de la cena que planeaba organizar para celebrar a sus nuevos socios.
-Por cierto, amor, pensé que sería una buena idea organizar una cena el próximo sábado para celebrar nuestra nueva asociación con mis nuevos socios- comentó el hombre, dándole luego un mordisco a la carne que se hallaba en el cubierto.
Olivia asintió con entusiasmo, mostrando su apoyo una vez más.
-¡Por supuesto, Luciano! Déjame encargarme de todo. Será una noche maravillosa para celebrar otro más de tus éxitos- replicó ella.
Luciano le dio las gracias una vez más, con una sonrisa, sintiéndose agradecido por tener a una esposa tan atenta y dedicada.
- Eres increíble, amor. No sé qué haría sin ti.- le dijo, tomando su mano por sobre la mesa.
Olivia le apretó la mano con cariño.
-Y yo no sé qué haría sin ti, Luciano- le dijo ella- Ahora, vamos a disfrutar de esta cena juntos y luego nos pondremos manos a la obra para organizar la cena del sábado.
Luciano asintió agradecido, la mujer que tenía en frente era exactamente lo que él había pensado él día que la conoció. A pesar de la situación algo complicada por la que contrajeron matrimonio, ellos habían logrado tener un equilibrio en su relación, y ser felices.
Con una sensación de gratitud y amor en sus corazones, Luciano y Olivia continuaron disfrutando de su cena, sabiendo que tenían un futuro brillante por delante, lleno de éxito y felicidad compartida.