El MAFIOSO ITALIANO.

Alessandro: ¿Estoy enamorado de Alice?

Pero prefirió no responder y ver a su lado donde se encontraba Alice todavía echa una bolita.

Alessandro: No tienes que tener miedo Alice, yo estoy aquí contigo, mira hasta Alex está aquí, nosotros seremos tus guardianes.

Alice: Gracias por estar aquí conmigo.

Alessandro: No es nada de alguna manera yo tampoco me siento solo cuando tú estas a mi lado.

Alice: La soledad puede ser muy cruel Alessandro y en parte puedo entenderte, tu eres un jefe y a los jefes les cuesta tener amigos verdaderos y en tu caso es más difícil, ya que un amigo puede matarte cuando no lo esperes, pero en mi puedes tener una amiga incondicional.

Yo nunca he tenido amigos más que Alex, el mundo es cruel y muchas veces ser mujer sola es una desventaja, te veo como un amigo sé que eres un asesino y todo lo que quieras, pero yo no te tengo miedo, si muero me gustaría que fuera por tu mano, la mano del hombre que me salvo, el hombre que me defendió de mis padres, él que me defendió de un hombre que me intento violar y que me dio un techo, pero por sobre todo que está aquí a mi lado en plena oscuridad en una noche de tormenta y no busca hacerme daño.

Te has convertido en todo para mi en solo unos dias y por eso te doy las gracias.

Ella en medio de la oscuridad tomo la mano de Alessandro y le dio un ligero apretón.

Eres el mejor hombre que he conocido en mi vida Alessandro.

Alessandro sentía su corazón latir con fuerza, la verdad es que nadie nunca le había dicho lo que ella ahora, no sabia por que una lagrima escapo de sus ojos que rápidamente se secó, gracias a Dios que no había luz.

Alessandro: Alice, ¿alguna vez te has enamorado?

Alice: No, en mi vida no ha habido tiempo para el amor, pero espero poder hacerlo algún dia.

Estar con un hombre que me ame y yo lo ame, que el tiempo parezca detenerse cuando estoy con el y que mi estómago sienta mariposas al verlo, apoyarlo cuando me necesite.

Ser un equipo, donde las peleas se arreglen con una conversación y no con gritos o golpes como lo eran mis padres.

Alessandro: Alice, ¿que sientes cuando estás conmigo?

Alice: Me siento protegida a tu lado y la verdad…

Un bostezo interrumpió lo que iba a decir

La verdad es que me siento muy bien a tu lado, cuando no estas me siento sola y tengo miedo de que algo te pase.

La voz de Alice cada vez se escuchaba más apagada, Alessandro guardo silencio unos

minutos y luego volvió a prender la linterna de su celular para ver que Alice se había quedado dormida.

Alessandro: Dios, por que me pusiste a este hermoso ángel en mi camino cuando sabes que mi camino está lleno de sangre, sabes que puede sufrir a mi lado y tengo miedo de lo que pueda pasarle.

Se acerco y acaricio su rostro apartando un mechón de cabello que tapaba una porción de su rostro.

No se que voy a hacer, pero yo tampoco voy a poder vivir sin ti mi niña.

Alessandro se sentía frustrado, ¿cómo amar a alguien en tan poco tiempo?

¿Qué voy a hacer?

Las preguntas comenzaron a hacerse presentes en su mente, pero ninguna con respuesta.

Alessandro: Lo mejor será dejarlo al tiempo, solo el me dirá que pasará con ella y conmigo.

Después de un rato de tanto pensar se quedo dormido y un nuevo día comenzó, todo en la casa comenzó a funcionar como debía, la mamá de Alessandro se levanto y fue directo al tercer piso para ver cómo había amanecido Alice, ya que la noche no estuvo muy buena con esa tormenta y sin luz al llegar a la puerta vió que está estaba abierta asi que decidió entrar y se encontró con algo que en definitiva no esperaba y era a su hijo dormido en la cama tomado de la mano de Alice ambos profundamente dormidos y con Alex en medio de ambos.

El gato al ver que había alguien en la habitación se levanto y fue hacia la mamá de Alessandro rozando su cuerpo contra sus piernas, ella lo tomo en brazos y salió de la habitación.

Al salir comenzó a dar saltos de alegría con el minino en brazos.

Mamá de Alessandro: Dios escuchó mis plegarias Alex, parece que vas a tener papá.

Alex: Miau

Mama de Alessandro: Parece que me entiendes, vamos a la cocina para tu desayuno creo que unir a esos dos será más fácil de lo que yo pensaba.

Dijo la mujer muy alegre bajando por las escaleras, al llegar a la planta baja ya Leonardo estaba llegando.

Leonardo: ¿Dónde está Alessandro?

Le traje unos papeles que tiene que leer y firmar.

Mamá de Alessandro: Él sigue dormido.

Leonardo: Eso es muy raro, ¿será que está enfermo?

Mamá de Alessandro: Enfermo, pero de amor.

Leonardo: ¿Se refiere a Alice?

Mamá de Alessandro: Algo asi, pero no seas chismoso.

Dijo la mujer dirigiéndose a la cocina y siendo seguida por Leonardo.

Leonardo: Por favor quiero saber, ese hombre es una roca me es difícil creer que esa chiquilla le ablandara el corazón.

Mamá de Alessandro: Yo creo que ya lo logro, pero como no puedo con tu insistencia te dire.

Ella le conto lo que había visto en la habitación y al igual que ella Leonardo dio saltos de alegría.

Mamá de Alessandro: Que nadie te vea saltando de esa manera o perderás el respeto de tus hombres.

Leonardo: Si alguien me ve lo mato.

Mamá de Alessandro: Deja el drama, ¿ya desayunaste?

Leonardo: Si, pero puedo volver a comer ¿y este es Alex?

Mamá de Alessandro: Sí, cuando me vio en la habitación se levanto de la cama y fue hasta donde yo me encontraba.

Leonardo: ¿Qué? Alessandro durmiendo con un animal en la cama eso sí que es increíble de verdad que Alice hace milagros, ojalá ella se vuelva nuestra jefa.

Mamá de Alessandro: Yo también lo quiero, pero vamos a ver que ocurre en el futuro.

Tú tambien deberías tener una mujer, no puedes quedar soltero toda la vida.

Leonardo: Yo soy un alma libre y asi me voy a quedar.

Mamá de Alessandro: Cuando te agarren vas a pedir permiso hasta para comer jajajajaja.

Leonardo: Eso nunca.

Mamá de Alessandro: Ya lo veremos.

En el tercer piso…

Alice fue la primera en despertar y vio como su mano estaba entrelazada con la de Alessandro y como el seguía dormido.

Ella lo miro con tanto cuidado como si quisiera grabarse cada detalle de su rostro con la mano que tenía libre le acaricio el rostro.

Alice: Que suave es… ¿Será que me gusta el señor Alessandro? (lo dijo en voz alta)

Pero como sabre si es real y no solo agradecimiento, por otro lado, no creo que el se fije en una mujer como yo, Pensó Alice.

Sintió como Alessandro empezó a despertar y se hizo la dormida.

Lo que ella no sabía es que Alessandro tenía una hora despierto, pero al ver que ella estaba despertando se hizo el dormido y escucho lo que ella dijo y claro que le gusto ser acariciado por Alice.

Al él abrir los ojos y ver que se estaba haciendo la dormida una sonrisa apareció en sus labios y le acaricio el rostro, pero la pobre Alice no aguanto las ganas de reírse y fué descubierta por Alessandro, él disfrutó mucho oírla reír.

Alessandro: Buenos dias, Alice.

Alice: Buenos dias, Alessandro.