Katy West Miller es rechazada por toda su familia, siendo la mala de la historia, cuando su hermana y su familia esconden sus trapos sucios dentro del gran imperio West MIller, ¡Hasta que un hombre llega a su salvacion a recuperar todo lo que se le fue arrebatado!
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CAPITULO 5
Hacia mucho tiempo que no iba a restaurante donde hubiera demasiada gente. Me habia acostumbrado a comer en casa con Anastasia a mi alrededor, además de que las multitudes eran algo de lo que siempre huía por lo que mi rostro no era conocido. De Kate, mi madre y mi padre no habia duda pero sin duda la existencia de la hija menor de West Miller casi pasaba a la inexistencia.
Ahora estábamos entrando a un restaurante de Brunch, con alta multitud sin embargo, a nuestro alrededor, independientemente que ambos vestíamos formalmente, la gente nos observaba por la figura que me dio el paso para tomar asiento en una mesa alejada. No era un chiste que Marcus Lee marcaba todos los puntos de la lista si lo clasificaban como un verdadero hombre porque todos los cumplía. De eso no cabía duda.
Aquí la pregunta era, ¿Por qué pensaba eso de Marcus? Y no solo eso, sino que también, ¿Por qué era bastante cómoda su presencia?
Cuando James y yo comenzamos a salir su presencia de invadía al verlo. Sentía que el era el chico mas increíble. Apoyo, cariño y atención siempre de daba sin embargo, habia ocasiones en las que no lograba darle mas características que lo hicieran un novio atento. Sus actitudes cambiaban dependiendo de como se dieran las situaciones y sin duda lo que mas odiaba de James era cuando estaba de malas su mundo era el y solo él. Nadie lo podía cambiar y odiaba esa parte de el porque cuando era así se metía en su propio mundo.
El egoísmo que a veces lo inundaba era algo que hasta estos momentos no lo poda cambiar y a veces lo cegaba, mucho mas cuando peleaba por negocios y trabajo.
Con Marcus era todo distinto, ¿Sabes? Es la segunda vez que estoy con el y con sus palabras…se siente como si realmente llevara de conocerlo demasiado tiempo y no solo eso si no que su presencia, me daba mucha comodidad. Eso pasa cuando congenias con alguien, ¿Cierto?
—Adelante— la persona que nos llevo a la mesa, de fondo nos dio paso a Marcus y a mi, hasta que ambos tomamos lugar. Marcus por su parte coloco cuidadosamente mi bolsa sobre el perchero y su saco de lado junto con mi bolsa. — En un momento vendrán a tomar su orden.
—Gracias— ambos respondimos. Yo deje la carpeta con el resumen a un lado mientras escaneaba el código para ver el menú.
—Es un buen lugar, ¿No? — Marcus hizo lo mismo y ambos observábamos el menú en nuestros teléfonos.
—Si la comida esta rica, en definitiva si. — los platillos era bastantes simples, por lo que de inmediato y sin mucho pensar iba a elegir el sándwich de Roast Beef con papas gajo. Solo por hoy saltaría de salmón como desayuno, comida y cena.
—Entonces, lo averiguaremos— de inmediato deje mi teléfono a un lado y lo observe. En su rostro una pequeña sonrisa salió de su rostro, comenzando a arremangar su camisa blanca sobre sus brazos y no ensuciarse.
—Espera, ¿Nunca habías venido a comer aquí?
—En efecto. Es la primera vez.
Dude un poco en continuar hablando informalmente, pero dado a su comportamiento no creo que le molestara si omitía el hablarle de usted, es mas creo que eso habia quedado claro desde nuestro primer encuentro.
—¿Y porque nos trajiste aquí si nunca habías comido en este lugar?
—Porque— termino de doblar las mangas de su camisa perfectamente planchada coloco sus codos sobre la mesa, tomando mas comodidad— al parecer ambos odiamos la atención, ¿No?
Bingo…
—Acertaste— ¿podía llamar a eso telepatía? ¿Cómo era posible eso? — ¿Tu también odias la multitud?
—No las odio. Simplemente pienso que en nuestro mundo es algo que es solo por interés. Para que ser reconocido si la gente te observa como signo de moneda. Mas que convivir con las demás personas por gusto, es mas el interés por acercarse por el legado y la posición que tenemos, por eso es mejor mantener el perfil bajo, ¿No crees?
—Creo que te mereces un aplauso de mi parte— Marcus sonrió con mas intensidad, dejando sus dientes perfectamente alineados y blancos a la vista— pensé… que nadie mas tenia una perspectiva así. Por lo general nuestro circulo piensa en intereses económicos, negocios y la fama…
—Es por eso que lo digo y no me reitero. Perfil bajo; mayor libertad de movimiento y de vida. — el mesero se nos acerco y ambos terminando pidiendo lo mismo junto con jugo de naranja y fruta fresca.
Marcus ordeno una porción extra de Pan Francés para los dos, dándome a entender que su apetito era bastante grande. El mesero se alejo con nuestra orden tomada y de nuevo estuvimos observándonos.
—Entonces… ¿Qué preparaste para mi Katy?
—¡Oh eso! — tome la carpeta negra que habia cargado conmigo en todo el camino y se la extendí. Justo el mesero trajo nuestras frutas y jugos hasta dejarnos solos de nuevo. — Prepare un resumen sobre lo que mostré en la junta pasada. Además en estos días pedí información de las sedes de Phoenix y Nueva York— Marcus observaba mi trabajo, leyendo lentamente, por lo que continúe— reuní lo esencial ,mis avances, y lo de las ultimas dos sedes es información recopilada. Ambas están en circunstancias normales sin embargo, presentan retrasos de remodelación además de que son mas aspectos a cubrir, por lo que lo mejor es ir a revisarlas pronto.
Termine de hablar, pero Marcus no dio respuesta. Ay no, ¿Y si también me reclamaba como lo habia hecho mi madre? De inmediato mis manos empezaron a sudar y con nervios tome un sorbo de mi jugo, esperando al menos una palabra de su parte.
—Si esto es tu trabajo Katy— su tono grave me causo escalofríos— ¿Por qué tu madre lo detiene? Porque esto— cerro la carpeta y la movió en su mano derecha— es excelente Katy.
—¿Lo es? — me preguntaba si uno de los hombres mas poderosos estaba diciendo esas palabras en serio.
—No dudes Katy. Lo es. De razón Oliver confía mucho en ti. — sus palabras no eran de duda ni falsa, podía sentir su seguridad.
—Gracias…
—Con esto que redactaste podemos movernos y agilizar los problemas con facilidad, pero como dices, la mejor manera de saber a ciencia cierta las cuestiones que aun no han sido gestionadas, es mejor verlos en persona Katy. Así que— se vio interrumpido cuando trajeron nuestros platillos, después retomo sus palabras mientras ambos comenzamos comer—¿Tienes planes de verlo?
—Consideraba viable terminar en estos días lo que me falta y a mas tardar la próxima semana moverme para evitar entrar en conflictos…— le di un bocado a mi platillo. ¡Dios! Esto sin duda sabia tan delicioso.
—No entraras en conflicto con nadie Katy, tranquila además, Oliver confía mucho en ti y no solo el., también yo lo hago— sus palabras me dejaron a medio bocado y a ojos de Marcus debía de verme mal porque sonreía mientras daba un sorbo a su jugo— No dudes de tu potencial Katy. Por eso Oliver te asumió mas responsabilidades; porque eres capaz de hacer esto y mas, por lo tanto tu trabajo es mío también mientras ambos trabajemos juntos, ¿Estamos de acuerdo Katy?
—Esta bien…— Marcus sonrió con ganas, de mi parte también lo hice porque seguía rectificando mis sensaciones. Marcus me hacia sentir en confianza como trabajadora, pero también como persona.
Eran las emociones que necesitaba para ser mas fuerte.
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—Entonces, ¿Estas de acuerdo con que te mantenga informado por correo? — Marcus y yo apenas entrabamos al edificio.
—Estoy bien con eso. Confió en tu criterio y con las evidencias que me presentaste hace un rato— refiriéndose a mi carpeta— y con una junta intermitente lo llevaremos bastante bien. En caso de que algo te este causando problemas ya tienes mi numero y estaré disponible.
Ambos nos detuvimos cerca de los elevadores. Yo iba hacia mi oficina mientras que Marcus tenia una junta con mi papa y otros socios
—Esta bien; aun así no siento que sea correcto…
—¿Qué no sea correcto que, Katy? — Marcus, como el caballero que es me entrego mi bolso mientras se colocaba su saco gris.
—Que solo te mantengas al margen de algo que también es tu trabajo.
—Lo hago porque se cuando las personas que trabajan conmigo tienen potencial, y tu eres una de ellas Katy. — mi rostro era de preocupación absoluta. ¡Marcus prácticamente no estaba incorporándose en esto! Y no quería dejarlo fuera, no cuando es el mejor y sabe mas de esto que yo. —Mira velo de este modo. Yo me mantengo al margen, porque confió en tu trabajo, y cualquier cuestión, situación o ayuda que necesites lo hare inmediatamente.
Bueno eso sonaba con mas lógica. Con un poco mas de interés con las juntas que haremos creo que sonaba mas viable y la verdad me hacia sentir con mayor confianza.
—En ese caso, lo acepto. Eso hará que me esfuerce mas.
—Ya te lo dije. No necesitas esforzarte en algo que ya dominas a la perfección, que la gente no lo quiera ver es muy problema suyo.
—En ese caso…
—¡Katy! — la voz de mi reconocida hermana sonó, y en efecto Kate veía caminando hacia nosotros mientras los demás empleados la saludaban con respeto. — Llame a Elena para que me pasara tu numero de extensión pero no contestaste, pero ya veo por que— A simple vista Kate era una mujer hermosa. Su pelo pelirrojo, tez blanca y cara angelical era el combo perfecto para posicionarla como una de las mujeres mas hermosas del país, además de que cada que asistía a eventos con mi padre y mi madre siempre sobresalía. — Marcus, ha sido un largo tiempo sin verte— sin preguntar y con mucha confianza se acerco a Marcus dándole un beso en la mejilla y un abrazo, uno que Marcus termino rápidamente, tomándose su espacio de Kate.
—Lo mismo digo Kate, un placer volverte a ver— le sonrió muy cortamente y de nuevo su mirada se enfoco en mi— Bueno Katy, me retiro— observo su reloj —entonces estaremos en contacto. En cuanto tengas los registros me avisas y adjuntaremos una junta, ¿De acuerdo?
—Sin problema, nos veremos entonces— Marcus asintió y un poco mas cómodo se despidió de mi, no sin antes susurrarme al oído— Recuerda ms palabras, ¿Si? No dudes de tu conocimiento, eres increíble…— el desliz de su voz se esfumo en cuanto se fue y tomo directo el ascensor.
¿Por dios, que habia sido eso? Su voz, su aliento habia recorrido todo mi cuerpo poniéndome la piel de punta, sentía como sus palabras y su voz entraran a mi cuerpo. Era demasiado intenso.
—Entonces mama tenia razón— de nuevo mi cabeza volvió a su lugar y observaba a Kate, quien mostraba algo de… ¿Inconformidad? — ¿Papa te dio una oficina?
—Lo hizo, pero fue algo repentino. Me llamo hace unos días y me la designo. Pero créeme que si por mi fuera me hubiera quedado en casa.
—De eso no me cabe duda— Kate relajo mas su rostro, parecía mas cómoda— pero ve el lado bueno, trabajaras con un hombre bastante poderoso. Esas oportunidades papa ni siquiera me las ofreció cuando empezaba. Supongo que te considera.
—Es lo que pienso…
Supongo que te considera…
—Mas bien cambiando de tema Katy, ¿De donde venias con Marcus? Ese hombre es demasiado centrado en el trabajo como para estar fuera de sus horas laborales, mucho mas contigo. —Kate habia subido su tono de voz. Era igual de inestable que mi madre porque no sabia cando estaba de buenas o de malas.
—Me ofreció llevarme a desayunar y hablábamos sobre como íbamos a llevar las cuestiones de Phoenix y Nueva York, además le presente los avances que ya tenia.
—Con que eso…— Kate acomodo su cabello sobre su hombro mientras me observaba fijamente— ¿Y eso no le molestaría a James?
Kate habia conocido a James en Chicago hace unos meses. Por cuestiones de trabajo y de movimiento en otras sedes Kate no habia conocido a James cuando lo lleve a casa, fue después de un tiempo, bastante largo, que ambos se conocieron en una reunión. No fue hasta después que James ,en una llamada, me conto muy alegremente que habia conocido a mi hermana mayor y que sin duda ella lo habia aceptado de manera positiva.
—No tendria que hacerlo Kate. James y yo tenemos la confianza suficiente en nuestra relación.
—Bueno solo es un comentario Katy. Ya sabes como son los hombres de temperamentales y estúpidos a veces pero bueno. ¡Pero bueno! — Kate acomodo su bolsa y se despidió de mi, dejándome oler su fragancia— Te dejo. Mama debe estar esperándome para revisar unos papeles. ¡Cuídate mucho!
Kate se fue por el mismo rumbo que Marcus habia tomado dejándome sola.
No lograba entenderla, además ¿A que venia eso que James se enojara si me viera con Marcus? La confianza estaba en ambos y cualquier cosa que nos molestara o no estuviéramos de acuerdo en hablarlo y de solucionarlo sin embargo Kate tenia razón en algo que habia dicho: Los hombres podían ser inestables y estúpidos y en ciertas ocasiones, James formaba parte de ese grupo de hombres.
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¡Demonios! Hacia bastante tiempo que mi espalda no dolía en unan temporada y no solo eso, mi cabeza también molestaba. Estaba acostumbrada a llevar una rutina propia donde yo llevaba mi orden, mis tiempos sin que nadie los modificara pero al estar en una verdadera oficina, no en mi habitación, mi rutina iba a cambiar por completo.
Justo ahora estaba apunto de llegar a casa y lo único que se me antojaba era tomar un baño caliente, largo y comer un poco de crema de avellanas para despejar mi mente porque por hoy solo basto para saber la carga de trabajo que esperaba con mas ganas.
Gire el coche hasta que me abrieron el portón, manejando con mas cuidado lleve el coche hasta dejarlo estacionado en el garaje. Rápido tome mis cosas y salí del coche caminado por el pasillo rodeado de orquídeas y de rosas que adornaban la entrada de la casa enorme que poseíamos.
No se si era por el cansancio, yo creo que si, que no vi que una camioneta gris estaba estacionada sobre la entrada de mi casa. Yo conocía esa camioneta, y solo pertenecía una sola personas; James.
—¡Nena! — efectivamente, este salió con un traje negro, con su habitual pelo bien peinado, bastante contento, llegando hasta mi, besándome con ganas.
Con lentitud respondía a su beso y fue el quien nos separo. De verdad que apenas lo estaba asimilando.
—James, ¿Qué haces aquí?
—¡Sorpresa! — dejo un beso breve en mis labios y acariciaba mis mejillas— termine mi trabajo a tiempo y decidí venir a verte. Además no hemos hablado en varios días por lo que decidí darte una sorpresa.
—Y vaya sorpresa… Yo, me alegro mucho de verte— era cierto. Ambos nos dedicábamos a nuestros trabajos lo suficiente para incluso desconectarnos de lo demás que nos rodeara, por lo que éramos buena pareja.
—Lo se. ¿Te parece si te llevo a cenar? Además creo que te lo debo de la ultima vez que te colgué nena. Perdóname por eso.
—No te preocupes, estabas ocupado. Al contrario soy yo quien te debe el perdón.
—No debes nena. Tu no sabias que iba a estar ocupado, así que por favor déjame recompensarte, y sirve que nos ponemos al día.
James habia llegado justo en el tiempo en el que llamaba a mi cama, pero la verdad no quiera rechazar su felicidad por verme. El , al igual que yo, venia cansado y diría mucho mas que yo ya que habia trabajado y aun así habia viajado por unas cuantas horas hasta este punto, por lo que no podía rechazar su invitación.
Nos llevo a un restaurante muy pequeño pero lo conocía, era el restaurante preferido de mama por lo que la comida era aquí demasiado elegante, hecha con los mejores ingredientes.
—Dios te extrañaba mucho nena— James y yo estábamos sentados cerca de una ventana mientras los pocos rayos de sol se alcanzaban a ver antes de que se desvanecieran por completo— pero el trabajo me inundo bastante.
—¿Mucho por hacer?
—La verdad es que si, mucho mas cuando son inicios de construcción y todo lo demás. Ya sabes lo que se tiene que hacer con eso, pero todo marcho bastante bien. Edward, mi jefe, me felicitó por los avances, y aunque es un proyecto pequeño se que algo mejor y mas grande viene. — Y james no s e equivocaba. En la universidad fue el que me ayudo con materias, además de que era bastante dedicado en los trabajos escolares y también lo fue en su practicas. James se merecía todo lo que le estaba pasando, habia pasado por mucho y este eran los resultados de su esfuerzo.
Era un orgullo para su familia.
—Lo se James, y me siento muy orgullosa de ti. Lo sabes.
James sonrió un poco, tomando mi mano entre la suya. Aun esperábamos a que alguien viniera atendernos pero creo que para James eso no era importante.
—Y dime tu nena, ¿Qué ha pasado? — el lugar estaba lleno, de ahí que nadie aun nos atendiera, pero no importaba. La verdad hambre no tenia. — el día que me llamaste te escuchabas algo apresurada.
—Solo necesitaba platicarte como habia estado la junta. Mi madre de nuevo—James apretó mas mi mano— me ataco sobre unas sedes que no estaban bajo mi cuidado, algo que era cierto, pero en ningún momento se me asignaron.
—¿Lo hizo? ¿Frente a la junta directiva? — James frunció su ceño pero me dejo hablar.
—Lo hizo, pero no entiendo el porque es así conmigo, incluso Kate me atacaron con todo esto, pero ahora mi padre confía en mi, tanto que me dio la oportunidad de trabajar con Marcus Lee. El me ayudara a llevar las sedes de Phoenix y Nueva York.
James frunció el ceño, pensando en el nombre que le mencione—Marcus Lee, ¿El millonario empresario de Dubái? Oh lo conozco. Creo que lo ubico.
Asentí de inmediato. Su nombre era reconocido, pero pocos lo conocían en su totalidad— Vaya nena, en ese caso… —Sonrió soltando mi mano que llevaba sujetando con algo de fuerza. Tomo de sus saco su teléfono y parecía que tecleaba algo— ¿Crees que pudieras decirme que demonios hacías saliendo con el esta mañana? —James extendió su teléfono mientras mostraba s pantalla. En ella se mostraba una foto de Marcus y mía de esta mañana saliendo del restaurante.
¡Mierda! ¡Pero que demonios!
—James, ¿!Pero que demonios te pasa?!
Estaba sorprendida—¿Qué me pasa? ¡Que mi novia salió muy contentita con un hombre que te dobla la maldita edad! ¿ A caso me quieres ver cara de estúpido Katy? ¿O es que siempre te ha interesado tener un hombre con dinero?
¡De verdad que no entendida absolutamente nada! Esta mañana, nadie a nuestro alrededor parecía conocernos, así que era seguro que fuera un fotógrafo de alguna revista de algún programa. No, de eso no me cabía duda, pero de ser así, ¿Por qué James tenia esa foto?
—James sera mejor que te tranquilices y cuides tus palabras— lo que me estaba diciendo estaba fuera de ligar y además yo era la que tenia la maldita furia en mi sistema, porque si no fue un reportero, ¡Entonces James me tenia vigilada?
¿!Pero que clase de hombre?!
—¡No lo hare! — James empezó a levantar la voz y algunos comensales se percataron de la situación, pero el mismo fu quien se dio cuenta y bajo la voz, pero su rosto emanaba enojo. Parecía otro hombre el que tenia frente a mi. —¡No me voy a tranquilizar porque la que dice que es mi novia anda paseándose muy a gusto con alguien mas! O dime tu, ¿Tan fácil eres Katy?
Maldito bastardo… No lo dijo, ¿Verdad?
Mentira, lo habia dicho.
—¡Ni se te ocurra volver a decirme fácil imbécil! — mi mente estaba nublada por lo que no lo pensé mas y le solté una bofetada casi subiéndome a la mesa. Fue cuando sentí el ardor en mi mano y me cayo la realidad que la gente nos observaba.
Una disculpa hacia ellos, pero por ningún motiva iba a permitir que James me hablara así. Ya habia tenido bastante de todos, ¡Todos!
—¡Mas bien la enojada debería ser yo! ¿Quién te crees que eres para estarme siguiendo? ¡Nadie te dio ese derecho! ¡Nadie! —la gente murmuraba y alguien del restaurante se acercaba pero no era lo ideal.
—¡Tengo el derecho porque eres mi novia! ¡Y ve como resulto! — James levanto su voz y de su asiento, tirando la silla— ¡La grandiosa Katy West Miller siendo una fácil! Vaya que sin duda tu apellido no te impide ser una…
—¡Cállate! ¡Me tienes harta bastardo! — no me importaba que los demás nos vieran. Habia tenido suficiente. El James que habia conocido hace cinco años se habia esfumado, y me dolían sus palabras pero sobre todo me dolía que el si era el que me habia estado siendo infiel. — ¡Adelante! — extendí mis brazos mientras tomaba mis cosas, ahora éramos el show del lugar. — Puedes llamarme lo que quieras James sin embargo, creo que tu eres el fácil, ¿O no?
—¿De que mierdas hablas?
—¡Oh! ¿De que hablo? — le di la vuelta a la mesa, con mis cosas entre la mano. No traía corbata por lo que, con una fuerza que no supe de donde salió le rompí los primeros botones de su camisa.
¡Bingo!
—¡Hablo de esto James! — los botones salieron volando y en su cuello la marca purpura que ya habia visto en cuanto nos sentamos estaba a la luz de todos nuestros espectadores— O que, ¿Creíste que pasaría desapercibido tu chupetón? — La cara de James estaba blanca, pero al carajo. No estaba dispuesta a aguantar mas humillaciones— Eres un imbécil James, un jodido imbécil.
No iba a decir mas a este hombre. Al carajo con el.
—¡No te vas de aquí Katy! ¡Regresa!
—¡No! — me voltee y lo enfrente, ya estaba cerca de la salida pero estaba bien, si quería escucharme hablar otra vez, lo iba a hacer— ¡Eres un maldito acosador! ¡Te atreviste a espiarme cuando no estaba haciendo nada! ¡Y no solo eso! ¡También te acostabas con no se quien mientras me decías que estabas trabajando! ¿O es que así te pagaban tus horas extra en el trabajo? ¿Cogiendo mujeres? — estábamos a una distancia considerable por lo que me tome la libertad de expresar todo lo que venia guardando con todos — No dirás nada, ni lo harás, ¡Porque tu y yo ya no tenemos nada! ¿Me entendiste? ¡Así que olvídate de mi maldito estúpido!
Por fin salí del restaurante, caminando unas cuadras hasta saber que no me seguiría. Tome una respiración mientras el aire de la noche pegaba mi rostro.
—Lo hice…— extendí mis brazos disfrutando de la fresca noche.
Lo habia hecho. Era la primera vez que enfrentaba así a alguien que me lastimaba con sus palabras, y por primera vez, también, era la primera vez que no derramaba alguna lagrima.
Me sienita libre, después de mucha tormenta a mi alrededor, y deseaba que fuera así con mi familia; siempre…
La novela es buena pero para escribir asi quitela.